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Page 1 Page 2 Table of Contents Page 3 La frase de hoy: George Lucas Page 4 Artículo: El Anillo Mágico de Tolkien, Peter Beagle Page 5 Page 6 Page 7 Page 8 Page 9 Page 10 Page 11 Page 12 Cuento clásico: Amanecer, Robert Bloch Page 13 Page 14 Page 15 Page 16 Page 17 Page 18 Page 19 Page 20 Page 21 Page 22 Page 23 Page 24 Cuento made in Cuba: Ruidos de guerra, Leonardo Gala Page 25 Page 26 Page 27 Page 28 Page 29 Page 30 Page 31 Page 32 Page 33 Page 34 Cuento corto clásico: Cuento de Navidad, Ray Bradbury Page 35 Page 36 Page 37 Reflexiones: De que hablan los cuentos, Michael Ende Page 38 Page 39 Las cosas que vendrán (… y que pasan) Page 40 Page 41 Page 42 Page 43 Page 44 ¿Cómo contactarnos? Page 45 |
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HOY: 31 de ABRIL del 2007 DISPARO EN RED: Boletn electrnico de ciencia- ficcin y fantasa. De frecuencia mensual y totalmente gratis. disparoenred@centro-onelio.cult.cu Para descargar disparos anteriores: http://www.esquinal3.co.nr http://www.cubaunderground.com El sitio web del Fantstico Cubano httD://www.cubaliteraria.cu/auaican/index.html DISPARO EN RED disparoenred@centro-onelio.cult.cu Editores: Darthmota. Jartower. Colaboradores: Taller de Creacin ESPIRAL de ciencia ficcin y fantasa. espiral@centro-onelio.cult.cu, espiralgrupo@,yahoo.es Anabel Enrquez Juan Pablo Noroa Vctor Hugo Prez Gallo Eliete Lorenzo Ral Aguiar Istvn Bent Coghan Leonardo Gala Yoss O. CONTENIDOS: 1. La frase de hoy: George Lucas. 2. Artculo: El Anillo Mgico de Tolkien, Peter Beagle. 3. Cuento clsico: Amanecer, Robert Bloch. 4. Cuento made in Cuba: Ruidos de guerra, Leonardo Gala. 5. Cuento Corto Clsico: Cuento de Navidad, Ray Bradbury. 6. Reflexiones: De que hablan los cuentos, Michael Ende. 7. Las cosas que vendrn (...v que pasan) 8. Cmo contactamos? Portada: Cazas humans y cylones. Universo: Galctica. 1. LA FRASE DE HOY: Han Solo: No te convene soliviantar a un wookie. C3PO: Pero a nadie le preocupa soliviantar a un androide! Han Solo: Eso es porque los androides no le arrancan los brazos a su oponente cuando pierden, y los wookies s. C3PO: R2, te propongo una nueva estrategia: deja ganar al wookie. George Lucas. Star Wars episodio IV (La nueva esperanza). Al INDICE 2. ARTICULO: El Anillo Mgico de Tolkien Una introduccin de Peter Beagle a THE TOLKIEN READER, publicado en 1966 por Ballantine Books. Traduccin de Ramon Passolas. Tres Anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo. Siete para los Seores Enanos en casas de piedra. Nueve para los Hombres Mortales condenados a morir. Uno para el Seor Oscuro, sobre el trono oscuro en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras. Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos, un anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas en la Tierra de Mordor donde se extienden las sombras. Lejos al norte se encuentran las Colinas de Hierro, las Montaas Grises y la Baha helada de Forochel; ms all slo existe la gran desolacin septentrional. Lejos al sur se extiende Haradwaith, region de gentes fieras y oscuras; al oeste est el mar, y ms all del mar las tierras inmortales de Oestemesse, de donde llegaron los pueblos Eldar y a donde todos volvern con el tiempo. Al este est Mordor, que siempre fue una tierra maligna y desolada. Estos son los lmites de la Tierra Media, y este es el mundo que J.R.R.Tolkien explore y cuya crnica present en El .'/,,r de los Anillos. No he dicho cre, porque siempre estuvo ah. El .li,,r de los Anillos y su prlogo, ElHobbit, pertenecen, desde mi punto de vista, a un pequeo grupo de libros, canciones y poemas que he compartido con otras personas. Los ms extraos desconocidos parecen conocerlos, y hablamos acerca de Gandalf, Gollum o el Puente de Khazad-dm mientras la fiesta, la clase o el tren se alejan inadvertidamente de nosotros. Viejos amigos los redescubren, como yo mismo lo hago -rebuscar en cualquier libro de la Triloga es verse atrapado una vez ms en el conjunto de la Leyenda- y hablamos de ello como si lo hubiramos ledo por vez primera, y como si estuviramos recordando algo que nos hubiera sucedido a los dos much tiempo atrs. Algo de nosotros ha pasado a former parte de la historic, y ahora esta nos pertenece. La Tierra Media, es un poco como nuestra tierra, algo mtica quizs, pero no demasiado. Su luz es la de los largos veranos de nuestra infancia, y sus pesadillas son como las de los nios: sobrecogedoras visions de poder, sombras fras que bloquean para siempre la luz del sol. Pero las fuerzas que controlan las vidas de los habitantes de la Tierra Media son las mismas que las nuestras: tradicin, azar y deseo. Es un mundo repleto de oportunidades, sujeto a las leyes naturales, y nicamente separado por una delgada piel del caos aullante y primario que espera en el exterior de cualquier mundo; no es Oz, ni el Pas de las Maravillas, sino un mundo repleto de cosas y personas, olores y estaciones, como el nuestro. El Hobbit nos sirve de introduccin tanto a la Tierra Media como a la historic del Anillo Unico. Los Hobbits son una gente pequea, que viven en madrigueras, ligeramente ms pequeos que los Enanos: de pies peludos, amables labradores y jardineros, aficionados a los fuegos artificiales, las canciones y el tabaco, con cierta inclinacin a la corpulencia y a la composicin de rboles genealgicos. En este libro el Hobbit Bilbo Bolsn acompaa a trece enanos y a un mago llamado Gandalf en la bsqueda de un tesoro que un dragn les arrebat siglos atrs. Durante el viaje, Bilbo encuentra un anillo mgico y se lo lleva a casa, como un recuerdo. Su poder, por lo que l sabe, consiste en volver invisible al portador, lo cual result til si tienes inters en evitar a tas y a dragones, y Bilbo lo usa una o dos veces para ambos propsitos. Pero no lo usa para casi nada ms durante los sesenta aos en que lo tiene en su poder; lo lleva en el bolsillo, sujeto a una cadena de oro. El Seor de los Anillos empieza con el descubrimiento por parte de Gandalf de que el anillo de Bilbo es en realidad el Anillo Unico del poema. Fue hecho por el Seor Oscuro -Sauron de Mordor, intemporal y extremadamente malvado- y los Anillos menores distribuidos entire Elfos, Enanos y Hombres, deban con el tiempo llevar a las tres razas bajo el dominio del Anillo nico, tambin llamado por este motivo el Anillo Soberano. Pero Sauron ha perdido el Anillo, y su bsqueda es cada vez ms desesperada y frentica; si se apodera del Anillo, pasar a ser invencible, pero sin l, todo su poder podra no servirle de nada. El Anillo debe ser destruido, no slo para evitar que caiga en las garras de Sauron, sino tambin porque, como todos los Anillos, su naturaleza es convertir la bondad en maldad. Finalmente, es el sobrino de Bilbo, Frodo Bolsn, quien se pone en camino hacia el volcn donde el Anillo fue forjado, aunque la montaa se encuentra en Mordor, bajo la mirada del Seor Oscuro. El Seor de los Anillos es la historic del viaje de Frodo a travs de una larga pesadilla de codicia, de su educacin acerca del miedo y de la belleza, y de su prdida final del mundo que est intentando salvar. En un sentido, su creciente conocimiento ha devorado la alegra y la fuerza inocente que lo hicieron, de toda la gente mgica y sabia que encuentra, el nico adecuado para llevar el Anillo. Como dice a Sam Gamyi, el nico amigo que lo sigui todo el largo camino hasta el Fuego, "As suele ocurrir, Sam, cuando las cosas estn en peligro: alguien tiene que renunciar a ellas, perderlas, para que otros las conserven." Hay otros en la Tierra Media que habran pagado gustosamente ese precio, pero ninguno para quien hubiera significado tanto. He aqu la trama; pero el verdadero encanto del libro radica en la riqueza de la pica, de la cual El Seor de los Anillos no es ms que una parte. La estructura del mundo de Tolkien es tan vertiginosamente compleja y tan natural como un copo de nieve o la tela de una araa: nicamente la historic de los reinos de los Hombres de la Tierra Media abarca tres edades, y cada una de esas histories, como Tolkien insina en los fascinantes Apndices, contiene suficiente material para una balada tan larga como El Seor de los Anillos. Y hay otras gentes, pueblos ms viejos -especialmente los Elfos inmortales- cuyos recuerdos se remontan a los Das Antiguos, much antes de que la bondad o la maldad llegaran a la Tierra Media; estn los Enanos y los Ents -los Pastores de rboles, "viejos como las montaas"- y est Tom Bombadil, que no tiene edad, raza o misin alguna. Tolkien nos cuenta algo de cada uno de estos pueblos -sus canciones, sus lenguajes, sus leyendas, sus costumbres y sus relaciones con las dems razas- pero es lo bastante sabio como para no revelar todo cuanto sabe acerca de ellos y de su mundo. Puede hacerse eso con las creaciones literarias, pero con nada que tenga vida propia. Y la Tierra Media vive, no slo en El Seor de los Anillos, sino a su alrededor y antes y despus de El Seor de los Anillos. He ledo la obra complete cinco o seis veces (sin contar las consultas, para las cuales este ensayo es, en parte, una excusa), y en cada ocasin, aumenta y se profundiza mi placer en su lectura. Es un libro que adquiere una ptina especial en cada mente que entra en contact con l, como una piedra de bolsillo o un pedazo de madera que han sido atesorados durante much tiempo. A veces, aunque s que yo no lo escrib, siento como si lo hubiera hecho. El Hobbit es una buena introduccin a los habitantes de la Tierra Media, ms an teniendo en cuenta que algunos de sus personajes principles vuelven a aparecer en El Seor de los Anillos. Adems de los Hobbits, Enanos, Elfos y Hombres est Gandalf el Mago: un vagabundo, conocido con muchos nombres por muchas gentes, capaz de aparecer como un hombre viejo, encorvado y frgil, hbil con los fuegos artificiales, nervioso e irritable, y de algn modo cmico, o como una figure resplandeciente de poder aterrador, capaz de oponerse a la voluntad del mismsimo Sauron. Y est Beom, el Cambia-pieles, que puede tomar la forma de un oso; un hombre spero y malhumorado, pero un buen amigo. Beorn no vuelve a aparecer despus de El Hobbit, pero en un sentido literario, es el precursor del ms profundamente desarrollado Tom Bombadil. Ambos son series cautelosos, que no se mezclan en los grandes asuntos de las dems gentes. Ambos son sus propios amos, bajo ningn encantamiento que no sea el propio; pero el viejo Bombadil es la cancin encarnada, y su poder es mayor que el de Beorn. Sera el ltimo en ser conquistado si Sauron recuperara el Anillo Unico. Pero de todos los personajes de ambos libros, seguramente el ms memorable -y por su propio destino miserable, el ms importante- es la criatura llamada Smagol, o Gollum, por el continue sonido gorgoteante que surge de su garganta. El origen de Gollum es muy cercano al de los Hobbits, y es l quien descubre el Anillo en un ro, donde ha estado oculto durante miles de aos. Mejor dicho, mata para apoderarse de l, y la nica razn que podra dar del porque, es que el Anillo es ms hermoso que nada que alguna vez haya entrado en su vida. El nombre que le da es, siempre, "la Preciosidad". Remonta el ro con l hasta que el ro desaparece bajo una montaa, y all desaparece en la oscuridad, hasta que Bilbo, perdido en los tneles de las montaas, se topa con l y con el Anillo sin custodia, y se lo guard en el bolsillo. El Anillo cuida de s mismo, como Gandalf deduce: gravita hacia el poder; va hacia donde tiene que ir. Pero Gollum no puede vivir sin su Preciosidad, y no pasa much tiempo antes de que abandon las montaas para ir en su busca. En sus viajes, eventualmente encuentra la pista de Frodo y Sam, pero es capturado por ellos y obligado a guiarlos a Mordor, donde una vez l haba sido prisionero de Sauron. En adelante est con ellos en todo moment, o a la vista de ellos, hasta el final de su viaje, y de su igualmente terrible odisea. En el moment en que Frodo le toma como gua, Gollum est completamente loco. Los siglos oscuros y silenciosos viviendo con la ansiedad del Anillo y luego los tormentos de Sauron han reducido su mente a un simple deseo sin sentido. Ahora existen dos series en l: dos voces que hablan y susurran en su interior noche y da: Gollum y Smagol -uno no es una persona en absolute, no yo, sino una cosa que pertenece por complete al Anillo; el otro, an vivo en cierto modo, todava retiene ciertos vestigios de su propia voluntad, tras tanto tiempo, y es capaz de sentir un grotesco anhelo hacia Frodo, a quien, sin embargo, debe traicionar. No puede soportar la luz -incluso la luna llena es una angustia fisica para l, y teme a casi cualquier cosa o persona del mundo, sobre todo a Sauron. Adems, Gollum es peligroso; se ha convertido en cannibal y su cuerpo arruinado an retiene una fuerza elstica y antinatural. Bilbo y Sam y muchos otros tienen la oportunidad de matarle, pero en cada ocasin, la idea de su sufrimiento, aunque vagamente concebida (es preciso haber llevado el Anillo, aunque sea durante corto tiempo, para entender la agona de Gollum), les detiene; de modo que vive para desempear su papel en la Historia del Anillo. Al final, Gollum es un desafio a la imaginacin ms que cualquier otro personaje de El Seor de los Anillos, lo cual es lgico en cierto modo, puesto que ya era un fantasma cuando la historic comenz. A Sauron nunca se le ve, con la excepcin de un terrible instant, cuando la mente de un hobbit entra en contact con la suya a travs de un palantir, una piedra vidente. Pero los sirvientes de Sauron son tan visible como la energa de su mente puede hacerlos: Orcos y Trolls, criados por El en imitacin de los Elfos y los Ents, tan incapaces de crear nada como su Seor, ni de encontrar placer ms que en la fealdad; series inmundos, espritus que habitan en las arruinadas tumbas de los Reyes; toda clase de Hombres, desde brbaros de los bosques hasta los crueles Haradrim que montan en "olifantes", o reyes y prncipes cados en las trampas de Sauron. De estos ltimos, los de destino ms desgraciado, los ms espantosos y desesperados son los Nazgl, los Espectros del Anillo, cada uno de los cuales fue una vez un hombre, un rey que sucumbi al poder de los nueve anillos que fueron hechos para los Hombres Mortales. Montando grandes criaturas aladas, o cabalgando caballos negros, extienden sombras de terror mientras cumplen los mandates de su Amo por toda la Tierra Media, llamndose siempre los unos a los otros con voces susurrantes llenas de maldad y de un dolor sin piedad. Son criaturas extradas del sueo de un nio, nubes que oscurecen la luna, que le buscan, que se guan por los latidos de su corazn; pero tambin son hombres cados, y Frodo, observndoles con el Anillo en el dedo, comprende la naturaleza de su condenacin. El destino de ellos es muy similar al suyo. Porque el Anillo devora. Es una especie de cristal de aumento a travs del cual todas las voluntades son concentradas; llevarlo es estar desnudo ante el Ojo (porque Sauron dej gran parte de su poder original en el Anillo y este le llama constantemente) y ante los deseos ms profundos de uno mismo de conseguir poder sobre los dems. Como cualquier otra cosa que pertenezca al Seor Oscuro, el Anillo nico no puede crear; puede otorgar poder, pero slo de acuerdo con la fuerza y las cualidades reales del Portador; y aquel que lo posee no muere, "pero no crece, no obtiene ms vida" a decir de Gandalf, "simplemente contina". Ha estirado la vida de Bilbo hasta hacerla peligrosamente delgada, y la de Gollum hasta sobrepasar su propia memorial; y el period en que Frodo ha tenido que cargar con El le ha daado ms all de cualquier cura. Habla por el miserable Gollum, e incluso por los Nazgl cuando le dice a Sam: Ya no me queda nada, Sam: ni el sabor de la comida, ni la frescura del agua, ni el susurro del viento, ni el recuerdo de los rboles, la hierba y las flores, ni la imagen de la luna y las estrellas. Estoy desnudo en la oscuridad, Sam y entire mis ojos y la rueda de fuego no queda ningn velo. Hasta con los ojos abiertos empiezo a verlo ahora, mientras todo lo dems se desvanece. El libro est repleto de canciones. Baladas, poesa, y rimas de conocimiento pertenecen a las vidas cotidianas de las gentes de la Tierra Media, y la poesa pica es su historic y su periodismo. Cada una de las distintas razas y tribus, except los habitantes de Mordor, tiene su propia tradicin de canciones, y Tolkien las present todas -desde los modos y patrons lficos de rima hasta los orgullosos cantos de los Enanos y los nmeros de "music-hall" que los Hobbits adoran- con la habilidad y la naturalidad de un escritor cuya prosa combine perfectamente con la poesa. Los mejores versos empiezan a cantar mientras los lees, as como los nombres de gente y lugares, hasta el punto de que uno podra ponerse a cantar los mapas que Tolkien incluye en cada volume. Y esa msica nunca se impone desde fuera; surge del centro de ese mundo, como lo hace del mundo de la Ilada, o de la Nibelungenlied. Los pueblos de Tolkien cantan, y cantan de esta manera. Los libros se han vendido sin estridencias, pero de un modo constant desde que Houghton Mifflin los introdujo, pero en los ltimos aos, las ventas han empezado a incrementarse. Ballantine Books ha publicado una version de bolsillo aprobada por Tolkien que incluye un prlogo y material nuevo. El mayor inters por la obra de Tolkien ha surgido entire graduados y estudiantes universitarios. Estas personas produce trabajos propios, variados y extraos, y si existe alguna significacin de su eleccin de El Seor de los Anillos ms all del hecho de que se trata de un buen libro- al inferno con ella; uno u otro de nuestros analizadores de la juventud se encargar de ello tarde o temprano. Pero hay una possible razn para la popularidad de Tolkien que me gustara comentar, ya que se refiere a la fuerza real de El Seor de los Anillos. La gente joven en general nota la diferencia entire la realidad y el fraude. No son conscientes de ello; cuando empiezan a conocer esa diferencia, y a intentar articularla, ya son adults y estn sujetos al sufrimiento y a la falibilidad de ese estado. Pueden ser confundidos por estpidos o locos, pero perciben al predicador que no siente una palabra de su sermn, al charlatn que trata de embaucarlos, o a la sociedad que no cree en ella misma. Raramente permiten que cualquier falsedad anide en sus corazones. Tolkien cree en su mundo, y en todos aquellos que lo habitan. Este hecho, naturalmente, no es una garanta de xito -si Tolkien no fuese un buen escritor, no podra convertirlo en uno- pero es algo sin lo cual no hay grandeza, en el arte o en cualquier otra cosa, y encuentro muy poco de ello en la ficcin que trata de hablarme acerca de este mundo en el que vivimos. Esta incapacidad del autor de career en lo que est haciendo es, creo, lo que transform a tantos libros que tratan de las cosas reales que realmente ocurrieron a las almas reales y los cuerpos reales de personas reales en el mundo real en los pequeos y entumecidos escenarios donde marionetas vestidas de formas diversas cantan y hacen malabarismos. Pero yo creo que Tolkien ha vagado por la Tierra Media, que existe slo en l mismo, y entiendo la tristeza de los Elfos, y he contemplado Mordor. Y este es el origen de la unidad del libro, esta profunda certeza de Tolkien que convierte a su mundo en algo ms que la suma de todas sus parties, ms que un ingenioso artificio, ms que una sencilla parbola sobre el poder. Ms all de la habilidad y la inventive del hombre, ms all de su conocimiento sobre filologa, mitologa y poesa, El Seor de los Anillos est hecho con amor, con orgullo y con una pizca de locura. Nunca ha existido much ficcin de cualquier tipo que haya sido compuesta de esta manera, pero algunas noches tengo la sensacin de que mi tiempo se est engaando a s mismo con este mtodo. As que he ledo el cuento del Anillo y algunos otros libros muchas veces, y envidio a mis hijos, que an no han ledo ninguno de ellos, y os envidio a vosotros, si an no lo habis hecho, y os deseo felicidad. Naci en Nueva York en 1939 y escribi su primer novel, "A Fine and Private Place" antes de cumplir veinte aos. Fue publicada en 1960, y extremadamente bien recibida. Tras graduarse por la Universidad de Pittsburgh en 1959, Beagle se traslad a Europa, vivi en Pars, y viaj por Francia, Italia e Inglaterra. Pas un ao en la Universidad de Stanford con una beca de escritura, y ahora vive en Santa Cruz, California. Sus escritos han aparecido en "Seventeen" y en "The Atlantic Monthly", y ha colaborado con artculos para "Holiday" donde se han publicado fragments de su segunda novel, "I see by my outfit". AL INDICE 3. CUENTO CLASICO: Amanecer Por Robert Bloch En el cielo silbaron las cabezas de torpedo cargadas con explosives, y el fragor de su paso hizo temblar la montaa. En las profundidades de su abovedado santuario, el hombre permaneca sentado, deifico e inescrutable, enterado de todo lo que estaba sucediendo. No tena necesidad de salir desde su refugio para contemplar el cielo. Saba lo que estaba sucediendo: lo supo desde aquella noche en que el Sol parpade y se apag. Un anunciante, embutido en la bata blanca smbolo de las artes curativas, estaba emitiendo un important mensaje acerca del laxante ms popular del mundo: el que la mayora de la gente prefera, el que cuatro de cada cinco mdicos usaban personalmente. En medio de su elogio de aquel nuevo y sorprendente descubrimiento, hizo una pausa para advertir al auditorio que se dispusiera a escuchar un boletn especial. Pero el boletn no lleg; un moment despus, la pantalla ennegreci y rugi el trueno. Durante toda la noche, la montaa tembl, y el hombre sentado tembl tambin; no por miedo al future, sino por miedo al present. Esperaba aquello, por ese motivo se encontraba all. Otros hablaron del asunto durante aos. Circularon rumors, advertencias solemnes y comentarios en las tabernas. Pero los que esparcan rumors, y los que hacan advertencias, y los que comentaban en los bares, no efectuaron movimiento alguno. Se quedaron en la ciudad y slo l haba huido. Algunos de ellos lo saban, se quedaron para aceptar el inevitable final del mejor modo possible, y l los admiraba por su valor. Otros trataron de ignorar el future, y l los detestaba por su ceguera. No obstante, a todos compadeca. Haba comprobado, hace much tiempo, que el valor no era suficiente, y que la ignorancia no representaba la salvacin. Las palabras prudentes y las palabras estpidas son idnticas en un sentido: no detienen la tormenta. Y cuando la tormenta se acerca, lo mejor es huir. l se haba preparado aquel refugio montaoso, a much altura sobre la ciudad, y estaba a salvo, y estara a salvo durante los aos siguientes. Otros hombres de igual riqueza podan haber hecho lo mismo, pero fueron demasiado listos o demasiado estpidos para enfrentarse con la realidad. De modo que mientras ellos esparcan sus rumors y pronunciaban sus advertencias y hacan sus comentarios, l se haba construido su refugio; revestido de plomo, y aprovisionado de todo lo que poda necesitar durante muchos aos, incluida una generosa provision del laxante ms popular del mundo. Por fin lleg el alba y los ecos del trueno se apagaron, y el hombre se dirigi a un refugio especial, desde el cual poda enfocar su telescopio sobre la ciudad. Mir y remir, pero all no haba nada que ver. Nada, except nubes en remolino que giraban cubriendo, con su negrura, el inflamado horizonte. Se convenci que tendra que bajar a la ciudad si quera ver, y efectu los adecuados preparativos. En primer lugar, un traje especial fabricado a base de tela aislante y lminas de plomo, dificil y costoso de obtener. El traje era un alto secret; del tipo que slo posean los generals del Pentgono. No podan procurrselos a sus esposas, y tenan que robarlos para sus amantes. Pero l tena uno. Y se lo puso. Una plataforma mvil le ayud a descender hasta la base de la montaa, donde haba un automvil esperndole. Lo puso en march, las puertas se cerraron automticamente detrs de l, y emprendi el camino hacia la ciudad. A travs de la mirilla de su casco aislante contempl la niebla amarilla, y condujo lentamente, a pesar que no encontr ningn otro vehculo ni seales de vida. Al cabo de un rato la niebla desapareci y pudo contemplar el paisaje rural. Arboles amarillos e hierba amarilla siluetendose contra un cielo amarillo en el cual grandes nubes negras giraban y giraban. Un cuadro de Van Gogh, se dijo a s mismo, sabiendo que era una mentira. Ya que ninguna mano de artist haba destrozado los cristales de las granjas, arrancando la pintura de las paredes de los graneros ni estrujado el clido aliento de los rebaos que pacan en los campos, dejndolos en pie, helados, muertos. Condujo a lo largo de la ancha carretera que desembocaba en la ciudad; una carretera que habitualmente herva de objetos multicolores, que eran vehculos a motor. Pero no haba ningn automvil en toda la longitud de la arteria. No los vio hasta que se acerc a los suburbios. Al doblar una curva, estuvo a punto de chocar contra various de ellos. Y le invadi el pnico y se detuvo. La carretera, ante l, apareca llena de automviles hasta donde alcanzaba la vista: una masa slida, guardabarros contra guardabarros, dispuesta a avanzar hacia l con chirriantes ruedas. Pero las ruedas no giraban. Los automviles estaban muertos. Toda la carretera era un cementerio de automviles. El hombre cruz el lugar a pie, inclinndose reverentemente ante los cadveres de los Cadillac, los cadveres de los Chevrolet, los cadveres de los Buicks. Delante de sus ojos tena la evidencia de unas muertes violentas; los cristales destrozados, los guardabarros aplastados, retorcidos. Las seales de la lucha eran lastimosas de ver; aqu haba un diminuto Volkswagen, aplastado entire dos poderosos Lincolns; all, un MG haba muerto debajo de las ruedas de un impresionante camin. Pero ahora todo estaba inmvil. Los Dodges, y los Homets, y los Ramblers... Resultaba duro para l comprobar la tragedia que sorprendi a las personas que iban en el interior de aquellos vehculos: tambin estaban muertas, desde luego, pero su fallecimiento no era tan impresionante. Tal vez su pensamiento haba sido afectado por la actitud de la poca, en la cual un hombre tenda a ser cada vez menos identificado como un individuo, y cada vez ms considerado de acuerdo con la valoracin simblica del automvil que conduca. Cuando un desconocido conduca por la calle, rara vez se pensaba en l como en una persona; la inmediata reaccin era: Ah va un Ford... ah va un Pontiac... ah va un Jaguar descapotable. Y los hombres se jactaban de sus automviles, en vez de hacerlo de sus cualidades personales. De modo que, en cierto sentido, la muerte de los automviles era ms important que la muerte de sus propietarios. No pareca que los series humans hubieran muerto en un frentico esfuerzo por huir de la ciudad; eran los automviles los que haban efectuado un esfuerzo final para escapar, y haban fracasado. Continue caminando por la carretera hasta que lleg a las primeras filas de los suburbios. All, las huellas de la destruccin eran ms evidentes. Las explosions haban hecho su efecto. En el campo, la pintura haba sido arrancada de las paredes, pero en los suburbios las paredes haban sido arrancadas de los edificios. No todas las viviendas estaban derruidas. Haba muchas casas en pie, pero en su interior no se apreciaba la menor seal de vida. Los aparatos de radio y television estaban muertos. Vio entorpecido su advance por montones de escombros. Al parecer, una de aquellas explosions haba afectado a aquella zona de un modo director; su camino estaba bloqueado por un montn de los heterogneos restos de Exurbia. Pas por encima o dio un rodeo alrededor de Cajas de Kleenex, cabezas artificiales que haban colgado de los escaparates de las tiendas, artculos para automviles, arrugadas listas de compra y garabateadas notas de citas con el psiquiatra. Se detuvo ante unos Grandes Almacenes, y sus pies se enredaron con los camisones de niln, cajas de supositorios desodorantes y un montn de discos de Harry Belafonte. Le resultaba dificil de avanzar con normalidad, ya que las calls estaban llenas de vehculos destrozados y las aceras aparecan bloqueadas por los trozos o las fachadas enteras de los edificios. Estructuras enteras fueron arrancadas de cuajo, y, en algunas casas, qued al descubierto el interior de las habitaciones. Aparentemente, la explosion se produjo de un modo repentino, sin previo aviso, ya que haba pocos cadveres en las calls y los que se encontraban en el interior de los inmuebles parecan haber encontrado la muerte mientras desempeaban sus ocupaciones habituales. Continue caminando, y evit deliberadamente mirar los cadveres. Pero no poda evitar verlos, y con la costumbre la repugnancia se convirti en simple aprensin. Que luego dej paso a la curiosidad. Al pasar por delante del patio de recreo de una escuela, se alegr que el final se produjera sin violencia. Probablemente, una ola de gas paralizante se haba extendido a travs de toda aquella zona antes de la explosion. El centro de la ciudad era una masa de obra de albailera, formando caprichosas figures, como diseadas por un arquitecto demente. Aqu y all haba diminutos capullos de llama brotando desde los intersticios de enormes nubes. El hombre vacil, preguntndose si sera convenient aventurarse ms all. Entonces vio la colina que serva de fondo a la ciudad, y la imponente estructura que era el nuevo Edificio Federal. Estaba all, milagrosamente intacto, y a travs de la niebla el hombre pudo ver la bandera que ondeaba todava en su tejado. All poda haber vida an, y el hombre saba que no quedara satisfecho si no lo comprobaba. Pero, antes de alcanzar su objetivo, encontr otras pruebas de existencia. Mientras se mova entire los escombros se dio cuenta que no estaba slo en aquel caos central. Dondequiera que las llamas ardan y parpadeaban, haba figures furtivas movindose cerca del fuego. Para espanto suyo, se dio cuenta que estaban avivando los incendios; quemando barricades que no podan ser apartadas de otro modo, para poder entrar y saquear en las tiendas. Algunos de los saqueadores estaban silenciosos y avergonzados, otros se mostraban petulantes; pero todos estaban condenados a muerte, definitivamente desahuciados. El saber esto impidi al hombre intervenir. Que robaran y saquearan a su antojo; dentro de unas cuantas horas, o de unos cuantos das, la radiacin producira su inevitable final. Nadie se interpuso en su paso. Tal vez el casco y el traje protectores parecan un uniform official. Continue caminando y vio: En el interior de una tienda de bebidas, un hombre descalzo, que llevaba un abrigo de visn, entregando botellas a una brigada formada por cuatro chiquillos... Una anciana de pie junto a la derruida caja fuerte de un Banco, metiendo fajos de billetes en un saco. En un rincn yaca el cadver de una mujer de pelo blanco, abrazada a un montn de monedas... Un soldado y una mujer con el brazalete de la Cruz Roja, transportando una camilla hacia la bloqueada entrada de una iglesia parcialmente derruida. Imposibilitados de entrar, el soldado dio un puntapi a una de las ventanas laterales y por ella introdujeron la camilla... Una mujer con el rostro de una modelo de Vogue, tendida en la calle. Al parecer, haba sido sorprendida por la explosion mientras responda a la llamada del deber, ya que una mano delgada, aristocrtica, agarraba todava el cordn de su caja de sombreros... Un hombre delgado, saliendo de la tienda de un prestamista y cargado con una enorme tuba. Desapareci momentneamente en una carniceria y volvi a salir, con la trompa de su tuba llena de salchichas... Unos studios de radio, casi destruidos, con su sala de sonido decorada con los carteles de las quince variedades distintas de los Cigarrillos Preferidos por los Norteamericanos, y de las veinte marcas de la Cerveza Preferida por los Norteamericanos... Una mujer sentada en la calle, llorando sobre el cadver de un gatito... Un autobs aplastado contra una pared; los pasajeros empujndose para salir, incluso en el rigor mortis... Los cuartos traseros de un len de piedra delante de lo que fue la Biblioteca Pblica; en la escalinata de la entrada, el cadver de una anciana cuya bolsa de la compra se haba desparramado por el suelo, junto a ella: dos novelas policiacas, un ejemplar de Peyton Place, y el ltimo nmero del Reader's Digest... Un chiquillo que empuaba una pistola de juguete y disparaba contra su hermanita, gritando: iBang! Ests muerta! (Y lo estaba). El hombre caminaba lentamente ahora, entorpecido por obstculos materials y espirituales. Se acerc al edificio de la colina dando un rodeo; evitando la repugnancia, la curiosidad morbosa, la piedad intil, el horror indescriptible... Saba que haba otros hombres all, en el corazn de la ciudad, algunos entregados a actos de misericordia, otros a heroicos actos de pillaje. Pero l los ignoraba a todos, ya que todos estaban muertos. La misericordia careca ya de significado, y no haba posibilidad de rescate de las radiaciones. Algunos de los que pasaban junto a l le llamaban; pero l continuaba su camino haciendo odos sordos, sabiendo que sus palabras eran simples estertores de moribundos. Pero, de pronto, mientras trepaba por la ladera de la colina, not que estaba llorando. Las lgrimas, clidas y salobres, descendieron por sus mejillas y empaaron la superficie interior de su casco, de modo que ya no pudo ver nada con claridad. Y as fue como sali del crculo interior; del crculo interior de la ciudad, el crculo interior del inferno de Dante. Sus lgrimas cesaron de fluir y su vision se aclar. Delante de l se ergua la impresionante mole del Edificio Federal, intacto... o casi. A media que se acercaba a la enorme escalinata principal observ que haba evidentes seales de cuarteamiento y de corrosin sobre la superficie de la estructura. La explosion slo da directamente a las esculturas que adornaban el gran arco que daba acceso al edificio; las estatuas simblicas fueron arrancadas de sus pedestales y estaban en el suelo, destrozadas. El hombre las contempl sin ocultar cierto asombro. Luego penetr en el interior del edificio. Los centinelas continuaban montando guardia, pero ninguno de ellos le impidi el paso, probablemente porque llevaba un traje protector todava ms complicado e impresionante que los suyos. En el interior del edificio, un pequeo ejrcito de funcionarios de poca categora y de oficiales de alta graduacin hormigueaba por los pasillos, suba y bajaba las escaleras. No haba ascensores, desde luego: haban cesado de funcionar cuando se cort la energa elctrica. Pero el hombre poda subir a pie. Senta deseos de subir, ya que para eso haba ido all. Deseaba contemplar la ciudad desde las alturas del edificio. Embutido en su traje protector, pareca un autmata, y como un autmata subi escalera tras escalera hasta que lleg al piso ms alto. Pero all no haba ventanas, nicamente oficinas rodeadas de paredes. Avanz por un largo pasillo hasta llegar al final. All se abra un gran cubculo cuadrado iluminado por la claridad que penetraba a travs de la pared de cristal del fondo. Un hombre estaba sentado ante un escritorio, empuando un receptor telefnico y maldiciendo en voz baja. Mir con curiosidad al intruso, observ el uniform aislante, y volvi a sus maldiciones. De modo que era possible acercarse a la pared del fondo y contemplar la gran ciudad. Mejor dicho, el enorme crter donde estuvo asentada la gran ciudad. La noche se mezclaba con el apagado resplandor del horizonte, pero all no haba oscuridad. Las pequeas bombas incendiarias haban ido extendiendo el fuego, al parecer empujado por el viento, y ahora el hombre contemplaba un inmenso ocano de llamas. Todo estaba envuelto en unas inmensas olas rojizas. Mientras contemplaba aquel espectculo, las lgrimas acudieron de nuevo a sus ojos, aunque saba que no habra lgrimas suficientes para apagar aquellos incendios. Se volvi hacia el hombre sentado ante el escritorio, notando por primera vez que llevaba uno de los uniforms reservados para los generals. Por lo tanto, deba ser el comandante en jefe. S, ahora estaba seguro de ello ya que, alrededor del escritorio, el suelo estaba inundado de papeles. Tal vez eran mapas anticuados, tal vez eran tratados anticuados. Poco importaba ya lo que pudieran ser. Detrs del escritorio, colgado de la pared, haba otro mapa, y este importaba much. Estaba literalmente cubierto de banderitas negras y rojas, y al hombre le cost muy poco descifrar su significado. Las banderitas rojas significaban destruccin, ya que una de ellas se encontraba clavada sobre el nombre de aquella ciudad. Y haba una sobre Nueva York, una sobre Chicago, Detroit, Los Angeles... sobre todos y cada uno de los centros importantes. Mir al general, y finalmente fluyeron las palabras. -Debe ser terrible. -S, terrible dijo el general. -Millones y millones de muertos. -Muertos. -Las ciudades destruidas, el aire envenenado, y ninguna posibilidad de escape. Ninguna posibilidad de escape a ninguna parte del mundo. -Ninguna posibilidad. El hombre se volvi hacia la ventana y contempl el Infierno una vez ms. Pensando: Este es el fin del mundo. Mir de nuevo al general, y suspir. -Pensar que hemos sido derrotados susurr. El resplandor rojo creci, y a su luz vio el rostro del general, exultante de alegra. -Qu est diciendo, hombre? dijo orgullosamente el general, mientras las llamas crecan y crecan Hemos ganado! Robert Albert Bloch (5 de abril de 1917, Chicago, Illinois -23 de septiembre de 1994, Los Angeles). Novelista, cuentista y guionista norteamericano de literature fantstica y ciencia-ficcin. Robert Bloch, de ascendencia judia, escribi cientos de cuentos y alrededor de 20 novels, la mayor parte dentro del gnero negro, de terror y de ciencia-ficcin. Alprincipio de su carrera public ampliamente en las llamadas revistas pulp como Weird Tales. Escribi adems numerosos guiones cinematogrficos. Recibi los premios Hugo Award, Bram Stoker Awardy el World Fantasy Award. Durante un tiempo fue president de la asociacin de escritores Mystery Writers ofAmerica. Bloch asimismo elabor fanzines de ciencia-ficcin, e incluso trabaj durante un tiempo en el teatro de variedades. Una de sus primeras amistades literarias fue su maestro H. P. Lovecraft, con el que mantuvo una larga correspondencia. Bloch escribi gran nmero de relatos pertenecientes a los Mitos de Cthulhu. De hecho, se invent dos libros frecuentemente citados en los relatos del ciclo de los Mitos: De Vermis Mysteriis y Cultes des Goules. Lleg a aparecer transfigurado en uno de los personajes ("Robert Blake ") del relato de Lovecraft The Haunter of the Dark ('El morador de las tinieblas'), que est dedicado a Bloch. En esta historic, Lovecraft mata al personaje que represent a Bloch. ste, como contrapartida, hizo lo propio en The .Ihiinblr from the Stars ('El vampiro estelar'), en el que el personaje inspirado en Lovecraft tiene una muerte horrible. Bloch ms tarde escribira un tercer relato, The .\lhiJ, From the Steeple ('La sombra que huy del chapitel', como continuacin de "El morador de las tinieblas "). La celebridad de Robert Bloch se debe principalmente a su autora de Psycho (Psicosis), novel adaptada fielmente por Joseph Stefano para el filme del mismo titulo dirigido por Alfed Hitchcock en 1960. Robert Bloch muri en 1994, siendo enterrado en el Westwood Village Memorial Park Cemetery de Los Angeles. Aparte de a su considerable produccin literaria, la reputacin de Bloch entire sus muchos seguidores se debe a su gran amabilidad, a su generosidad y a sus cmicamente atroces juegos de palabras. Al INDICE 4. CUENTO MADE IN CUBA: Ruidos de Guerra. Por Leonardo Gala. Y hubo tanto ruido, que alfinal lleg elfinal Joaquin Sabina Fiuuuuuu.... u... uuuu.. uuuu.. U. UUU. UUUUUUU!.......... Bang, bang!... "iArgh... " BOOM! "iNo!..." "iNoooo!... "iNO!..." Tratatatat! .... Tratatatat! .... Tratatatat!.... Fiuuuuuu.... u... uuuu.. uuuu.. U. UUU. UUUUUUU!.... Te gusta or. Te gusta estar inmerso en el ruido. Ruidos de tecnologa de matar. Ruidos de derrumbes, de desplomes, de cristales que ceden a la presin de tu cuerpo proyectado. Ruidos de vencidos, de conquistados pre-mortem. BOOM! Ruidos de guerra. Clack! Oper dice que hay que moverse rpido al Sur. Intel avisa en una escueta lnea pulsante que la avanzada de infiltrados novoterroristas han tenido ya las dificultades previstas. Levantas tu bota, y la dejas caer, astillando algn homplato. Bajas la boca del can de tu arma corta. iBang!.. Son slo ruidos de guerra. Sales al exterior, el visor te pone en contact zoom con las fuerzas que se retiran. Una granada en el director. Tact te corrije, te muestra grficamente el ngulo correct. No le haces caso. Aprietas el gatillo. Y buscas otra posicin. Fzzzt!... Fzzzzt! Fzzzt! Ruidos. Son la informacin mnima disponible. La ventaja evolutiva a aprovechar para el que sigue vivo est en or. En saber que or. El aire slo ruidos, el aire el medio por el que se transmiten discursos encontrados de armamentos. Y eso ltimo que oste fueron ruidos de impacts de ondas snicas, lo sabes bien. A tu espalda. Sabes bien que fue a tu espalda. Giras y te dejas caer. Fzzzt!.. Mando te avisa que Opinin transmitir en breve desde tu punto de vista y maldices por lo bajo. Tact da una respuesta a tu nerviosismo. Rodar. Incorporarse. Salto, salto. Tres pasos cortos, dejarse caer. La espoleta lista a ser quitada. Medio giro. Escuchas, slo escuchas. BOOM!.. Tact te apremia a que salgas y riegues plomo. A todo lo que den tus dos armas de repeticin, que riegues plomo. Cargo se deshace de su color translcido para que selecciones que municin debe encargrsele luego a las nanoreplicadoras. Once milmetros, decides. Y das rienda suelta a tu precaucin. Mucho, much ruido. Ratatatat! "iNo, noooooo... argh!... " Ratatatat! Mucho ruido. Para escucharte mejor. Mando te alza la cabeza, te gira, te coloca mirando hacia aquellas fuerzas enemigas derrotadas y en fuga. Y el mundo se vuelve en el acto ntidamente rosa. Todo el mundo es ahora color de rosa. Color Opinin. "... donde las fuerzas del extinto rgimen separatist abandonan la ciudad ante la llegada de nuestras unidades especiales. Desde las alturas del antiguo Cuartel General de la faccin del Canciller Horetzki, este soldado est combatiendo por restablecer finalmente la Democracia y un Futuro a los habitantes de este otrora bello pais, envuelto en una guerra civil que ya dura 78 a in,\ La vida de este soldado est en juego, a pesar de los avances de la tecnologa que lo mantienen al tanto de cunto pasa en el campo de batalla. No mandamos a nuestros chicos como carne de can, no, como esas naciones donde no se tiene respeto a la vida humana... " Ruidos. Noticias. Guerras. Ruidos de Noticias de Guerras. "... sin embargo, vivo, y desde su exilio en el cinturn de asteroides, Horetzki ha declarado que su muerte slo podra detener por un corto tiempo el derecho de su pas a comerciar con products de contenido meditico, como nica forma de reavivar la economa. Desde los ojos de este soldado, en elfrente de un pais que vive sumergido en un conflict interminable por nociones tan anticuadas como nacionalidades y fronteras... " Opinin se despite de su auditorio. Y t dejas de ser un monigote, erecto y a tiro, apenas Mando te liberal de su enganche. Oper te avisa lacnico de fuerzas enemigas emboscando en lazo. Tact te recomienda regresar. No le haces caso. Bup... bup... bup.... Ruidos. Termoproyectiles guiados. No logras saber de donde. Ruidos incompletos... SCling, cling! El kevlar se queja, en el costado derecho. Tact recomienda dejarte caer hacia atrs, pero ya es tarde... Clingck... iKlinch!... iKRIIIPFFFT! ... "iAuch!.. " Sientes un calor sorpresivo, y el mundo se te pone rojo. Rojo color peligro, rojo sangre, rojo alerta. Ruedas sobre ti mismo, el calor se vuelve de pronto dolor en tu costado. Pers-Med aflora, ya era tiempo. Tu pulmn, descompresin, costillas rotas, metal enemigo dentro de ti, las siluetas y los grficos en un nivel de detalle extraamente preciso. Y el ruido de pisadas, acercndose. Y el dolor. Shhh, es Sicol que desciende, a decirte que no jadees, Jadear aumenta el bombeo de sangre dice Sicol, hipntica Sicol, la abundancia de palabras que es Sicol. Te dice shhh, shhh, todo est bajo control. Todo est bajo control. Tact toma el mando de tus manos y tus armas. Tact riega plomo por ti. Poco plomo, las nanoreplicadoras no han podido terminar an la produccin del pedido de once milmetros. Pero es plomo efectivo. Tan efectivo, que el retroceso de tus dos armas aumenta tu dolor. "iAhhhhh!.... " Rechazas a Sicol. Gritas a Pers-Med. Pides a Pers-Med que se ocupe de ti. Te responded Intel. El trozo de metal enemigo en tu interior ha sido rastreado, y responded a combinaciones de analgsicos activando un nanoconstructo que elabora napalm asimilando material orgnica. TU material orgnica. Que combinaciones, Intel no sabe. Todava no sabe. Pers-Med no puede actuar, pero se ha comunicado con Cargo, y las nanoreplicadoras tendrn material biocompatible de sellado para cuando Intel tenga la lista de analgsicos prohibidos. Sabes que estn hablando de ti slo por el dolor. Tact terminal de dar plomo. Pers-Med le dice que mueva tus miembros superiores para cubrir la herida. Suavemente, le aclara Pers-Med, cuando el toque de tus brazos en manos de Tact te arranca otro quejido del costado. Sicol te habla. Te desva de la tentacin de olvidarte en brazos de un desmayo. Maldices a Sicol, y le gritas a Pers-Med. Le imploras a Pers-Med. Amenazas a Pers-Med, como si fueras en verdad capaz de rastrearle, someterle y astillarle un homplato en ese indoloro mundo suyo donde eres slo combinaciones de datos y respuestas a dar en tiempo real. Lloras involuntario el nombre de Pers-Med. Toses, entire buches de sangre, la promesa de vida que es el nombre de Pers-Med. El mundo se ralentiza, se congela sin Pers-Med... El mundo poco a poco se detiene... El mundo... Pers-Med, musitas abandonado... Y todo se pone nuevamente en march. Intel ha dado finalmente con la lista. Pers- Med mueve su ejrcito de nanofieles, y estos engloban al metal intruso en el tejido biocompatible que Cargo ha supervisado sintetizar. Transportan de regreso al proyectil enemigo hasta el costado de entrada. Lo arrojan fuera. Reparan, sellan internamente tus pulmones con dedicacin. Reemplazan, con algo funcionalmente parecido a alveolos, esos que te legaron Pap ADN y Mam Naturaleza para ser hoy sacrificados al Dios de la Guerra. Te inundan de una dosis de analgsicos a corto lapso, para que puedas entender lo que te dice Sicol. Y Sicol dice: todo va a estar bien. Que bien se expresa Sicol. Y que clase de hembra sera, si no fuera Sicol slo una voz hembra. Bup... bup... bup... Oper te avisa que hay enemigos tras aquel montculo. Tact aconseja granadas. No le haces caso. Seleccionas el arma qumica. Eliges cierto cido molecular, cierta combinacin porcentualmente alta de cierto cido molecular. Oprimes, dbilmente an, el gatillo, el lquido incoloro sale a demasiada presin. Sonres al ver el montculo deshacerse, y a esos cuatro correr dejando pedazos de carne que se disuelve detrs, en esa carrera loca del vencido que an no sabe que se ha topado de bruces con la Muerte. S. Te encantan esos ruidos de lamento enemigo. Te encantan esos ruidos de guerra. Pers-Med informa que tus pulmones ya han sido reparados. Que habr algo de malestar product de la prdida de presin internal, y te administra otros analgsicos, mientras sus nanoparamdicos te provocan gases en el estmago, para volver a estabilizarte internamente luego de la descompresin. Eructas de placer, mientras el process ocurre. Pers-Med te regaa. Todava es pronto para dedicarte a tontear, dice. Y le haces caso. S, eres parte de una gran escuadra. Mando, Intel, Oper, t, Tact, Sicol, Pers-Med, Cargo, y... s, hasta la mismsima hipcrita de Opinin, que hoy se ha presentado brevemente a filas desde tu visor. Juntos forman parte de un armamento de tecnologa punta. Juntos comparten este chaleco tan militarmente avanzado para el campo de batalla, en medio de condiciones blicas cambiantes. Juntos llevan la guerra, a un costo bajo para el Presupuesto, adonde pueda hacer falta. Por supuesto, no eres el nico. Hay cinco mil soldados portadores de chalecos como estos en medio de la contienda. Cinco mil soldados que cargan sus propios Mandos, Intels, Tacts y Opers. Sus Sicols, sus Pers-Meds y sus Cargos. Cinco mil soldados que bien le pueden servir de punto de vista objetivo a Opinin. Pero, que te importa a ti el resto de la tropa. Cada cual es, como t, su propia escuadra autnoma. Cada cual, una perfect mquina de infantera de atacar. Cada cual solo necesita de sus voces portables, sus detallados grficos y precisos consejos, para cumplir con su trabajo. Cul trabajo? El que diga el Cuartel General... S, juntos somos lo mejor, piensas mientras eructas de nuevo. Y si Pers-Med no te regaa, es que todo debe andar bien nuevamente. As que dejas de yacer, como el herido que ya no eres, y vuelves a incorporate a tu misin. Cargo solicita nuevos pedidos. Pides sintetizar ms kevlar. Planchas doubles, pides. Las nanoreplicadoras empiezan su tarea. Tact recomienda unos arbustos tras el antiguo montculo. Sigues su consejo. Oper dice que el enemigo se acerca por la izquierda. Intel reaparece y habla de datos contradictorios que apuntan a una possible disrupcin en la banda de enlace de Mando. Intel informa de intentos de quebrar la frecuencia por la que transmite y recibe Mando. Tu Intel dice que tu Mando ya no es de confiar, y que posiblemente ser reiniciado. Intel te anuncia que ahora est al mando. Slo hasta que Mando vuelva. Y en ese caso, tu Intel ser quin no ser de confiar... i WHOOOOOOOSHH... SHH... SHH... SHH! El nuevo sonido te toma desprevenido. El aire desaparece de tu entorno, tratas de respirar el ozono quemante que te asfixia. Toses. Un caza, te das cuenta al mismo tiempo que Oper. Un caza estratosfrico flotando a baja altura, sobre ti. Respirando con sus turbines de sustentacin lo que podran respirar veinte como t, mientras elimina con precision lser esos viejos obuses de los separatists. Sacas tu mascarilla. No sabes si agradecer o quejarte por este apoyo recibido. Cargo se dibuja apenas nombrarle. Oxgeno, le pides. Abandonar todos los otros pedidos. Oxgeno. Tact recomienda regresar por donde has venido, y por una vez s que ests de acuerdo. Entonces sucede. WRORRROROOOOOOORRRP... Un estremecimiento te recorre. El caza sale despedido, parece querer volver a su natal estratosfera, slo para luego caer algunos cientos de metros a tu espalda, arrastrarse intil y quedarse quieto. Y luego... Tact ya no te responded. Oper no te habla. Intel no existe. Cargo no se present. Echas en falta la voz calma de Sicol. Todo sera en verdad mejor si al menos Pers- Med estuviera ah cerca. Diantres, extraas hasta a Mando. Y aunque parezca impossible, empiezas a desear en verdad ver la vida en rosa, como Opinin. Porque todos se han ido. Algn separatist se habr hecho de un pulso electromgntico. Tal vez los hackers novoterroristas han violado los permetros cortafuegos, y desde Bajavel estn denegando momentneamente las conexiones del Cuartel General con sus tropas. O quizs alguna Potencia est a punto de cambiar de neutralidad en esta parte de la esfera de influencias del mundo... Lo que sea, que importa, te dices mientras corres. De toda tu escuadra de un hombre y sus inteligencias de chaleco de campaa, ahora solo quedas t. Slo t. Y el ruido. Fiuuuuuu.... u... uuuu.. uuuu.. U. UUU. UUUUUUU!.... Ruido. Informacin mnima disponible. Lo nico que en moments como estos realmente importa. Corres entire sonidos de armas que no se dialogan, entire ayes de miedo y crujidos de desplomes. Vas en la mira de chasquidos perseguidores. Al alcance de zumbidos que te emboscan. Escoltado por susurros que te acompaan, que danzan a tus costados, que levantan clamores de polvo, despertando vtores sedientos de ms sangre desde ese suelo que no ha tenido, en much tiempo, un da de paz de reposo. BOOM! Ya vienen. Fzzzt!... iBup... bup... bup!... Trrzzzzzshhh!.. Son tantos, tantos los ruidos. Vienen a darte consuelo, sabes eso. El mismo consuelo que t has dado a tantos. El nico consuelo real entire tanta pesadilla, el consuelo de no escuchar ms, nunca ms, estos ruidos. Fiuuuuuu.... u... uuuu.. uuuu.. U. UUU. UUUUUUU!.... Estos ruidos de guerra... BOOM! Al INDICE Ciudad de La Habana 1972, graduado de Ingeniera Informtica en 1996. Sus cuentos giran, principalmente, sobre la temtica ciberpunk. Pertenece al Grupo de Creacin Espiral. 5.Cuento Corto Clsico:CUENTODENAVIDAD por Ray Bradbury. El da siguiente sera Navidad y, mientras los tres se dirigan a la estacin de naves espaciales, el padre y la madre estaban preocupados. Era el primer vuelo que el nio realizara por el espacio, su primer viaje en cohete, y deseaban que fuera lo ms agradable possible. Cuando en la aduana les obligaron a dejar el regalo porque pasaba unos pocos kilos del peso mximo permitido y el arbolito con sus hermosas velas blancas, sintieron que les quitaban algo muy important para celebrar esa fiesta. El nio esperaba a sus padres en la terminal. Cuando estos llegaron, murmuraban algo contra los oficiales interplanetarios. -- Qu haremos? -- Nada, qu podemos hacer? -- Al nio le haca tanta ilusin el rbol! La sirena aull, y los pasajeros fueron hacia el cohete de Marte. La madre y el padre fueron los ltimos en entrar. El nio iba entire ellos, plido y silencioso. -- Ya se me ocurrir algo --dijo el padre. -- Qu... ? --pregunt el nio. El cohete despeg y se lanz hacia arriba al espacio oscuro. Lanz una estela de fuego y dej atrs la Tierra, un 24 de diciembre de 2052, para dirigirse a un lugar donde no haba tiempo, donde no haba meses, ni aos, ni horas. Los pasajeros durmieron durante el resto del primer "da". Cerca de medianoche, hora terrquea segn sus relojes neyorquinos, el nio despert y dijo: -- Quiero mirar por el ojo de buey. -- Todava no --dijo el padre--. Ms tarde. -- Quiero ver dnde estamos y a dnde vamos. Espera un poco --dijo el padre. El padre haba estado despierto, volvindose a un lado y a otro, pensando en la fiesta de Navidad, en los regalos y en el rbol con sus velas blancas que haba tenido que dejar en la aduana. Al fin crey haber encontrado una idea que, si daba resultado, hara que el viaje sera feliz y maravilloso. -- Hijo mio --dijo--, dentro de meda hora ser Navidad. La madre lo mir consternada; haba esperado que de algn modo el nio lo olvidara. El rostro del pequeo se ilumin; le temblaron los labios. -- S, ya lo s. Tendr un regalo? Tendr un rbol? Me lo prometisteis. -- S, s. todo eso y much ms --dijo el padre. -- Pero... --empez a decir la madre. Si --dijo el padre--. S, de veras. Todo eso y ms, much ms. Perdn, un moment. Vuelvo pronto. Los dej solos unos veinte minutes. Cuando regres, sonrea. -- Ya es casi la hora. -- Puedo tener un reloj? --pregunt el nio. Le dieron el reloj, y el nio lo sostuvo entire los dedos: un resto del tiempo arrastrado por el fuego, el silencio y el moment insensible. -- Navidad! i Ya es Navidad! Dnde est mi regalo? -- Ven, vamos a verlo --dijo el padre, y tom al nio de la mano. Salieron de la cabina, cruzaron el pasillo y subieron por una rampa. La madre los segua. -- No entiendo. -- Ya lo entenders --dijo el padre--. Hemos llegado. Se detuvieron frente a una puerta cerrada que daba a una cabina. El padre llam tres veces y luego dos, empleando un cdigo. La puerta se abri, lleg luz desde la cabina, y se oy un murmullo de voces. -- Entra, hijo. -- Est oscuro. -- No tengas miedo, te llevar de la mano. Entra, mam. Entraron en el cuarto y la puerta se cerr; el cuarto realmente estaba muy oscuro. Ante ellos se abra un inmenso ojo de vidrio, el ojo de buey, una ventana de metro y medio de alto por dos de ancho, por la cual podan ver el espacio. el nio se qued sin aliento, maravillado. Detrs, el padre y la madre contemplaron el espectculo, y entonces, en la oscuridad del cuarto, varias personas se pusieron a cantar. -- Feliz Navidad, hijo --dijo el padre. Resonaron los viejos y familiares villancicos; el nio avanzo lentamente y aplast la nariz contra el fro vidrio del ojo de buey. Y all se qued largo rato, simplemente mirando el espacio, la noche profunda y el resplandor, el resplandor de cien mil millones de maravillosas velas blancas. Al INDICE Naci el 22 de agosto de 1920 en Waukegan, Illinois. Durante la Gran Depresin se traslad con su familiar a Los Angeles, donde se gradu en 1938 en Los Angeles High School. Su educacin acadmica acab ah, pero continue formndose por cuenta propia hasta que en 1943 se convirti en escritor professional. Sus obras ms conocidas son CRNICAS MARCIANAS (1950), una recopilacin de relatos que describe con emotividad la colonizacin de Marte, EL HOMBRE ILUSTRADO (1951) donde tomando como excusa los tatuajes de un hombre se desgranan various relatos y FARENHEIT 451 (1953) una antiutopia en la que os libros estn prohibidos y un grupo secret de libros vivientes se esfuerzan por transmitir de boca en boca la antigua cultural. Bradbury no slo es novelist, tambin ha escrito inumerables guiones de television, ensayos y poemas. Sus preocupacin como escritor no slo se central en cuestionarse el modo de vida actual, tambin se adentra en el reino de lo fantstico y maravilloso, con un estilo potico y a veces provocative. En su niez, Bradbury fue muy propenso a las pesadillas y horribles fantasias, que acab por plasmar en sus relatos muchos ai,\ despus. 6 REFLEXIONES: DE QUE HABLAN LOS CUENTOS Por Michael Ende. Los verdaderos cuentos no son unas histories fantsticas que el pueblo supersticioso e ignorante imaginara en tiempos remotos. El pueblo no inventa tales cosas, pero las transmite textualmente de generacin en generacin porque percibe la verdad que contienen. Los cuentos autnticos informan sobre experiencias de un mundo real distinto (digamos, interior), dadas a conocer por autores annimos que saban exactamente, hasta el ltimo de sus detalles, lo que decan. Como el hombre modern, occidental, debido a su mentalidad abstract se ve privado casi totalmente de la experiencia de esa otra realidad, interpreta esos informes -si es que los tiene en cuenta- o bien histricamente (la bruja, el hijo del rey, el dragn, la espada mgica, etctera) o psicolgicamente. Ambas interpretaciones me parecen errneas o, al menos, insuficientes. El cuento no habla de un mundo exterior social, y si se utilizan elements de ese mundo, tan solo es como metfora de aquella otra realidad. All existe la bruja, el hijo del rey, el dragn y la espada mgica: y existirn siempre. La interpretacin psicolgica me parece insuficiente porque suele entender esas cosas solo simblicamente. Parte por as decir de la idea de que la imagen del cuento es lo impropio que mediante la interpretacin ha de ser transformado en lo propio, o sea, en concepts concretos, para poder llegar al ncleo del asunto. En la interpretacin de los sueos tambin se procede de esa manera. As se introduce una lgica causal, que tiene indudablemente cierta justificacin para la realidad exterior; en esa otra realidad en la que rigen otras reglas y otras leyes totalmente distintas. Y tampoco el tema de la crueldad, como en general la cuestin del bien y del mal, encaja all con las ideas morales que son vlidas en el mundo exterior. No nos queda, pues, ninguna posibilidad de entender los cuentos? Pienso que s. En cada persona existe desde el origen la posibilidad de experimentar esa otra realidad. Alli es possible plantear preguntas y pasar pruebas. Eso presupone, desde luego, que no se obture por todos los medios el acceso a esa realidad, sino que se cuiden, se enseen desde muy pronto los conocimientos relatives a ella. Pero eso significara naturalmente cambiar toda la direccin del pensamiento de nuestra civilizacin, que est orientado exclusivamente hacia fuera. Puede que en un future haya alguna vez escuelas en las que se ensee el verdadero arte de soar. AL INDICE (12 de noviembre de 1929 f 28 de agosto de 1995), escritor alemn. Naci en Garmisch-Partenkirchen, Baviera (Alemania). Hijo nico delpintor Edgar Ende artista que seria censurado por el gobierno nazi) y Luise Bartholomi. 7. LAS COSAS QUE VENDRAN (...y que pasan) El Grupo de Creacin Artstica ESPIRAL del Gnero Fantstico y el Centro de formacin literaria Onelio Jorge Cardoso convocan al IV ENCUENTRO TERICO DEL GNERO FANTSTICO ANSIBLE 2007 Conmemorando el centenario del natalicio de Robert Heinlein y los 30 aos de la desaparicin fsica de Oscar Hurtado Por cuarto ao consecutive el ANSIBLE, un encuentro abierto y de participacin gratuita, convoca a crticos, escritores, investigadores, artists, promotores y aficionados cubanos a las ms amplias manifestaciones del arte y la literature del gnero fantstico para intercambiar opinions y conocimientos sobre el estado del arte del gnero en Cuba y el mundo, los das 25 y 26 de Mayo, de 10:00AM a 5:00PM, en la sede habitual del Centro Onelio. Los temas centrales de este VI Encuentro girarn en torno a: :* Espacios alternatives de difusin del arte y la literature fantstica. (clubes, e-zines, fanzines) <* La literature fantstica femenina en Cuba :* Literature fantstica para nios y adolescents <* Espacios editoriales y espacios narrativos del fantstico en Cuba +:* Las tendencies nacionales en la literature del gnero. Las formas de participacin sern las ya habituales: +: Encuentro terico: conferencias, panels y carteles +: IV Concurso de Creacin Literaria ARENA 2007 +: Muestra Cinematogrfica del gnero Fantstico. +: Lanzamiento de libros y publicaciones afines. .: Homenajes a creadores. Los interesados en participar en el Evento terico con ponencias, posters o panels deben contactar al COMIT ORGANIZADOR antes del 30 de abril de 2007 a travs del telfono: 206-5366/67 ext 107 E-mails: espiralacentro-onelio.cult.cu y espiralqrupo(ayahoo.es CONVOCATORIA SEl Grupo de Creacin Artstica ESPIRAL del Gnero 2'00 7 Fantstico y el Centro de formacin literaria Onelio Jorge Cardoso convocan al CONCURSO DE CREACIN LITERARIA IV Concurso de Creacin Literaria del Gnero DEL GNERO FANTSTICO Fantstico ARENA 2007. 1. Podrn concursar todos l@s escritor@s interesad@s, sin lmite de edad, residents en Cuba y que no posean libros publicados dentro del gnero. 2. Se convoca en la modalidad de Cuento corto de hasta 5 cuartillas a 1,5 espacios en format carta (81/2 x 11 pulg.), tipografa Time New Roman o Arial, puntaje 12. Las obras se entregarn en original y dos copias. 3. Las obras, escritas en castellano, reflejarn temticas del gnero fantstico (ciencia ficcin, fantasa, cuento fantstico, terror fantstico y absurdo) y no deben haber sido publicadas con anterioridad (impresa o digitalmente). Podrn concursar hasta tres obras por autor. 4. Las obras debern entregarse en sobre cerrado identificado con el nombre del concurso y el seudnimo del autor e ir acompaadas, en sobre aparte con igual identificacin, de los datos generals del autor: nombre y apellidos, edad, direccin particular, telfono, e-mail (si posee). 5. Las obras se entregarn o enviarn por correo postal a la direccin : Concurso ARENA 2007 -Centro de formacin literaria Onelio Jorge Cardoso Ave. 5ta. NO 2002 esq. a 20, Miramar, Playa, Ciudad Habana, CP 11300 6. Se otorgar un Premio nico consistent en 500,00 pesos MN y diploma, as como libros y otras sorpresas relacionadas con el gnero; y dos Menciones de igual categora. El jurado estar integrado por reconocidos investigadores y escritores del gnero. 7. El veredicto del jurado ser inapelable y se dar a conocer en la sesin de clausura del IV Encuentro Terico del Gnero Fantstico ANSIBLE 2007. 8. Las obras participants no se devolvern. 9. No se aceptar la participacin por correo electrnico. 10. La participacin en el concurso supone la total aceptacin de sus bases. 11. El plazo de admisin vence el 15 de mayo del 2007. El matasellos de correo dar fe de la fecha de envo. Centro de formacin literaria Onelio Jorge Cardoso Ave. 5ta. NO 2002 esq. a 20, Miramar, Playa, Ciudad de La Habana Telfonos: 206-5366/67 Convocatoria para el V Concurso de Minicuento Fantstico "miNatura 2007" La Publicacin Literaria miNatura convoca al V Concurso de mini cuento Fantstico miNatura 2007. 1. Podrn concursar todos los interesados, sin lmite de edad, posean o no libros publicados dentro del gnero. 2. La longitud de los textos ser inferior a 25 lneas a 2 espacios en format A4, Tipografia Time New Roman o Arial, puntaje 12. 3. Las obras, escritas en castellano, reflejarn temticas del gnero fantstico y no deben haber sido publicadas con anterioridad (impresa o digitalmente). Podrn entregarse hasta tres obras por autor. 4. No se aceptaran seudnimos. Las obras debern entregarse nicamente por va e-mail a: minaturacu@yvahoo.es y decir en el Asunto: Concurso miNatura. En el correo debern aparecer dos adjuntos uno con el o los cuentos participants y en el otro deben aparecer los siguientes datos: nombre y apellidos, edad, nacionalidad, profesin, direccin particular, e- mail y un breve currculo en el caso de poseerlo. 5. Se otorgar un premio por el jurado y un premio especial que darn los asistentes al event ambos consistentes en publicacin de la obra ganadora en nuestro boletn digital, diploma, as como libros y otras sorpresas relacionadas con el gnero; y as como las menciones que estime el jurado. El jurado estar integrado por reconocidos investigadores y escritores del gnero. 6. El veredicto del jurado ser inapelable y se dar a conocer el 26 de mayo en la sesin de clausura del IV Encuentro Terico del Gnero Fantstico ANSIBLE 2007. En el Centro de formacin literaria Onelio Jorge Cardoso, Ave. 5ta. No 2002 esq. a 20, Miramar, Playa, Ciudad Habana, CP 11300 7. Las obras participants no se devolvern. 8. La participacin en el concurso supone la total aceptacin de sus bases. 9. El plazo de admisin vence el 15 de mayo del 2007. Ricardo Acevedo Esplugas Director del Boletn Digital miNatura PROGRAM DEL TALLER ESPIRAL de mayo ajulio del 2007 Actividades: Lectura y debate de cuentos de los integrantes. Anlisis de tcnicas narrativas. Artculos de inters de determinado tpico o subgnero del fantstico. Lectura de obras de autores cultivadores del tpico. Debate sobre la lectura, el autor y su obra. Ejercicios literarios. Horario: Del 6 de mayo al 15 de julio Primeros y terceros sbados de cada mes desde la 1:30 PM hasta las 4:30 PM de la tarde Sbado 5 de mayo Tema: Subgneros: El Realismo Mgico. Por: Sergio Cevedo Sosa Sbado 19 de mayo Tema: Clsicos: Frank Herbert. Por: Eliete Lorenzo Viernes 26 y Sbado 27 de mayo. IV Encuentro Terico del Gnero Fantstico "ANSIBLE 2007" Sede: Centro de formacin literaria Onelio Jorge Cardoso, 5ta Ave. #2002 Esq Calle 20, Miramar, Playa Sbado 2 de junio Tema: Clsicos: Teodore Sturgeon: sexo, religion y sicologa en la Ciencia Ficcin. Por: Eliete Lorenzo Sbado 16 de junio Tema: Teora del gnero: Estereotipos psicolgicos de algunos series fantsticos. Por: Anabel Enrquez Pieiro Sbado 7 de julio Tema: Subgneros: El Absurdo. Por: Sergio Cevedo Sosa Sbado 21 de julio 7mo FESTIVAL DE JUEGOS DE ROL AGOSTO: RECESO AL INDICE 8. COMO CONTACTARNOS? S tienes algn comentario, sugerencia o colaboracin escrbenos a: darthmota@centro-onelio.cult.cu jartower@centro-onelio.cult.cu espiral@centro-onelio.cult.cu Aceptamos cualquier colaboracin seria y desinteresada. Traten de ponerla en el cuerpo del mensaje. Advertencia: Los mensajes de direcciones desconocidas que contengan adjuntos sern borrados. Para suscribirte envanos un correo en blanco a: disparoenred@centro-onelio.cult.cu con la palabra "BOLETIN" en el asunto. Para desincribirte envanos un correo en blanco a: disparoenred@centro-onelio.cult.cu Con la frase "NO BOLETIN" en el asunto. Para obtener nmeros atrasados envanos un correo en blanco a: disparoenred@centro-onelio.cult.cu Con la frase en el asunto "Numeros anteriores" y el nmero del correo atrasado que deseas entire parntesis a continuacin. Si los quieres todos escribir a continuacin "todos". Ejemplos: Con el asunto "Numeros anteriores (2) (5) (20)" obtendras los nmeros 2, 5 y 20 del Disparo en Red. Con el asunto "Numeros anteriores todos" obtendras todos los nmeros del Disparo en Red existentes. Al INDICE |