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REVISTA PERUANA FUNDADA POR MARIANO FELIPE PAZ SOLDAN. EDITOR. VOLUME III. LIMA IMPRENTA LIBERAL, ADMINISTRADA POR M. CALLE DE LA UNION (ANTES BAQUiJANO) N 1879 P k:~f~-llr~.~ C~?~c;e~l~- SUCESION DE LOS INCAS. ((ontinuacion.) Caida de los Incas. -- Huascar, cuyos derechos habian sido sacrifica- dos en favor de Atahualpa, aunque no habia dado su consentimiento, ni estuvo al lado de su moribundo padre, como supone Garcilaso, no se mostr6 por de pronto dispuesto i recobrar el desmembrado reino de Quito; tal vez su aparente resignation nacid de su respeto & la iltima voluntad paterna; tal vez no se creia bastante fuerte para despojar al agraciado, quien, cria- do en el ejercito, se hallaba mui querido de los soldados y contaba con la adhesion de Chalcuchima su tio materno, vencedor de los cuzqueiios en ]a guerra de los Sciris, Quizquiz, el mejor general del impcrio, Rumiilahui, Sotahurco y otros jefes mui distinguidos. Por otra parte, el heredero legiti- mo de Huaina-Capac era poco ambicioso, mas inclinado A la vida de corte, que 6 los campamentos, y asi pasd cerca de cinco ailos gozando tranquila- mente las delicias del poder supremo, entire los encantos del serrallo, y te- niendo segun Balboa much passion por una bellisima iqueiia llamada Cusi- coillur (estrella de oro) la que le fu4 enviada como el mas grato present al felicitarle por su exaltacion al trono. Atahualpa, que no tenia motives de queja, sino de satisfaction por haberle dejado la herencia de sus abuelos maternos, empleaba sus recursos militares sometiendo las provincias inde- pendientes inmediatas A su reino. De ese modo pudo subsistir la paz entire los dos hermanos por mas tiempo del que permitian esperar la collision de intereses y la discordia promovida por egoistas cortesanos. Los del Cuzco, que veian en la division del impcrio la mas fuerte valla A sus pretensiones, hacian present, que en provecho de un bastardo no debia faltarse a la mi- sion sagrada de los Incas destinados por su padre el sol A dominar solos en el mundo. En Quito se susurraba, que Huascar no podia ser el soberano legitimo, habiendo nacido antes que su madre por la legitimacion de su union conyugal dejara de ser una simple concubina; con tal oposicion de ideas y de aspiraciones, la discordia fatricida iio podia menos de estallar al 4 REVISTA PERUANA. primer motive grave de desacuerdo; y aunque el espiritu de partido no tar- dd en oscurecer el curso de la guerra civil, que coincidi6 con los aprestos para la conquista espaiiola, to do hace career, que las hostilidades se rompie- ron con occasion del fallecimiento del gobernador de los Cafiares. Estos, aunque estaban mas pr6ximos 6 Quito, eran decididos partidarios del Inca, quien no solo logr6, que su autoridad supreme prevaleciese en la provin- cia, sino que exigi6 pleito homenage del monarca quiteiio. Mi6ntras este hacia secretes preparativos para rechazar con las armas la humillacion, fud enviado de la corte el general Atoc, a quien Cieza llama Atoco, y apoyado por los Cailaris pudo dar principio 4 la campaign con auspicios felices para el imperio. Se dice, que en el primer encuentro cay6 prisionero Atahualpa con gran estrago de los suyos, y que logr6 recobrar su libertad por haber embriagado una muger A los que le custodiaban, mi6ntras los vencedores se abandona- ban A la imprevisora alegria en una orgia nocturna. Otros creen, que el mismo principle esparci6- la voz falsa de su prison, afiadiendo para dar prestigio 4 su causa, que su padre el sol le habia sacado del poder de sus enemigos, convirtidndole en culebra. Lo cierto es, que el fugitive lleg6 Quito, decidi6 en su favor A sus vasallos, y estuvo al frente de un podero- so ejdrcito A las 6rdenes de los mejores generals. A las faldas del Chim- borazo alcanzaron los quiteiios una gran victoria, que hubo de ser mui dis- putada, pues algunos afios despues escribia Cieza: ,,yo he pasado por este pueblo, y he visto el lugar, done dicen, que esta batalla se did, y cierto, segun hay la osamenta, debieron a6n morir mas gente de lo que cuentan.) La venganza del inhumane vencedor esta atestiguada por el mismo histo- riador en los siguientes tdrminos: cuentan muchos indios, A quien yo lo oi, que por amansar su ira, mandaron 4 un escuadron grande de nirios y otro de hombres de toda edad, que saliesen hasta las ricas andas, donde ve- nia con gran pompa, llevando en las manos ramos verdes y hojas de pal- ma, y que le pidiesen la gracia y amistad suya para el pueblo (Tumibamba) sin mirar la injuria pasada, y que con tantos clamores se lo suplicaron, y con tanta humildad, que bastara A quebrantar corazones de piedra, mas poca impression hicieron en el cruel Atahualpa, porque dicen, que mand6 & sus capitanes y gentes, que matasen 4 todos aquellos, que habian venido, lo cual fu6 hecho, no perdonando sino 4 algunos nifios y 4 las mugeres sa- gradas del templo.o El infortunio de los Caflaris, el exterminio de las families, que se mos- traban indecisas y la buena acogida de cuantos venian a engrosar las filas, ain cuando antes hubieran peleado en las del enemigo, reforzaban de dia en dia al ej6rcito vencedor, y nuevos triunfos en los confines de los Paltas cerca del Marafion, en la mesa de Bombon, en el valle de Andamarca que domina el de Jauja, en el paso de Angoyacu, y en otros encuentros hasta, el sur del Apurimac, le fueron dando la posesion del pais, desapareciendo REVISTA PERUANA. 5 unas tras otras con muerte de los caudillos las numerosas huestes, que re- clutadas de prisa en todas las provincias afin no declaradas por ellos, se enviaban del Cuzco para detener la march triunfal de los quiteios. Midn- tras Atahualpa hacia alto en Cajamarca para consolidar su reciente domi- nacion, y segun algunos para curarse de una herida recibida en un ataque 6 los islefios de la Pund; Quizquiz y Chalcuchima conseguian en Quepai- pan A las puertas del Cuzco, no l4jos de Yahuarpampa, una victoria deci- siva, quedando entire los prisioneros el infortunado Huascar. Si se ha de career A Garcilaso, el bastardo de Quito para star seguro en el imperio usurpado y saciar su sed de venganza, procured exterminar A la familiar real con salvages refinamientos do crueldad: sus parientes cuzque- iios atraidos p6rfidamente al campo enemigo fueron asesinados por la sol- dadesca; y, pasando la inhumanidad de los hombres al d6bil sexo, 6 las mu- geres hermanas, tias, sobrinas, primas hermanas y madrastras de Atahual- pa colgaban de los -drboles y do muchas horcas mui altas que hicieron: a unas colgaron de los cabellos, A otras por debajo de los brazos, y a otras de unas maneras mui feas, que por la honestidad se callan: d6ndoles sus hijuelos, que los tuviesen en brazos, tenianlos hasta que se les caian y aporreaban.) Prescott tiene semejante tejido de atrocidades, per demasiado repugnante 6 la naturaleza humana y al sentido comun para que le demos cr6dito sin mas seguridad, que el dicho de Garcilaso, acumulando dudas, que nos indujeron & considerarlo inverosimil. Desgraciadamente el suceso, que segun el eminente escritor no habria sido referido por ninguno de los que escribieron medio siglo antes, que Garcilaso, lo estA en la parte subs- tancial por Fernandez y con circunstancias agravantes por Balboa, segun el cual fucron asesinadas en presencia de Huascar todas sus concubinas, las unas estando en cinta y las otras junto con sus tiernos ninos, se quem6 el cadaver de Tupac-Inca y se extermin6 a sus descendientes, escapando solo de la matanza los que se habian ocultado en humildes aillos. Teniendo en su poder al Inca destronado, al que hizo traer I la fortale- za de Jauja, tom6 Atahualpa la borla imperial, y cuando todos le felicita- ban por su exaltacion, le dijo segun Oliva, Chalco, c4lebre adivino: < de una gran calamidad. De que te servira haber vencido y hecho prisio- nero al descendiente del Gran Manco-Capac, si tu has de experimental pronto la misma suerte? Tu no caerAs entire las manos de Huascar, de quien, como hermano tuyo, podias esperar alguna misericordia, sino entire las manos de los extrangeros feroces, que destruiran tus ejrcitos y acaba- rAn per darte la muerte. Ved, cual es la causa de mi dolor.) El vaticinio de Chalco tiene todo el aire de haber sido inventado despues del suceso; mas sin star dotado del don de profecia, ni leer en los cielos los secrets de la tierra, un hombre previsor podia anuneiar grandes infortunios sabien- do, que los conquistadores estaban ya en el Peru. Cuando meses despues, su- 6 REVISTA PERUANA. pieron los cuzquefios, que Atahualpa habia sido capturado por los espailo- les, principiaron 4 llamarlos Viracochas, creydndolos enviados del Dios, cuya protection habian invocado en favor de Huascar. Muerto 6ste por 6rden de su hermano, y el fatricida por sus desapiadados, cuanto perfidos espoliadores, los acogieron en el Cuzco como libertadores y saludaron con entusiasmo la exaltacion de Manco-Inca. Cansado el legitimo sucesor de Huascar de ser vil instrument de la tirania extrangera, encabez6 un le vantamiento terrible; vencido en la desigual contienda se refugi6 en la cordillera oriental, donde muri6 4 manos de un espafiol asilado en su pre- caria Corte. Sus cuatro hijos recibieron de algunos peruanos, files A la des- gracia el homenage tributado 4 los Incas, y Sairi-Tupac muri6 despues de haber reconocido al gobierno espaiol, Titu-Cusi-Yupanqui en su refugio de Viticos, Hualpa-Titu desterrado en Lima, y Tupac-Amaru degollado en el Cuzco. Arlos antes habian sido llevadas i la capital del Vireinato las re- gias momias, que la muchedumbre veneraba con idolatria, para recibir po- bre sepultura en el patio del hospital general. Las causes principles de la caida de los Incas fueron la influencia de las instituciones, la guerra civil yla preponderancia de los espafioles. El imperio era un coloso con pies de barro, y su ruina se hizo inminente con la desmesurada grandeza de los soberanos: estando todo pendiente de una so- la cabeza; todo estaba expuesto A caer con solo derribarla 6 con que ella se precipitara locamente desde su altura vertiginosa; desde que Iluaina-Ca- pac fu4 adorado como Dios en vida, y puesto frente al sol despues de muerto, no participaron los Incas del esplendor y elevacion celestiales, sino que, puesto al nivel del mortal el astro, cuya venoeracion era el principio de la autoridad de sus pretendidos hijos, se confundi6 con los idolos m6nos respetables; la muerte de Huascar cono un oscuro cautivo y la exaltacion de un bastardo despojaron A la magestad imperial de su fascinador presti- gio. Los nobles divididos en intoreses y afectos cran un peligro permanen- te para la union de que pende la conservation de los estados: los peque- ios selhores hereditarios cstaban dispuestos A hacer causa comun con inva- sores, que no les impusicran una sujecion tan extrccha, como los aut6cratas descendientes de Maitco-Capac; los grandes curacas aspiraban 4 sacudir todo yugo; los principes de la sangre, aunque su porvenir era ei'de la di- nastia, comprometian sus glorias con el orgullo y la corrupcion insepara- bles de la excelsa cuna y de la impunidad casi segura; la multitud de concu- binas, que solia dar al monarca centenares de vastagos, traia consigo conti- nuas disensiones de serrallo, y desdc "Viracocha, sino much antes, puso al imperio en riesgo de ser destrozado por las guerras civiles; la de Ata- hualpa reuni6 todos los peligros, porque el usurpador descendia al mismo tiempo de Huaina-Capac y de la poderosa seriora de Quito; sus monstruosas atrocidades, que acabaron con el ascendiente de la nobleza, fueron efecto de los furiosos odios de familiar, que son triste privilegio de las razas divi- REVISTA PERUANA. 7 nizadas, y de que los despotas de Oriente han dado ejemplos horrible. El pueblo, que con milagros de patriotism y con indomable espiritu de inde- pendencia salva 4 veces a las naciones abandonadas de sus reyes y de sus grandes, era incapaz de her6icos y bien concertados esfuerzos; porque ca- recia de voluntad propia, no sentia los en6rgicos estimulos de la familiar sacrificada a la comunidad, de la patria reducida al barrio 6 pdrdida en el gobierno, de la propiedad tan escasa, como precaria, y de la libertad per- sonal, que no era conocida ni ain de nombre; como la obediencia pasiva y el socialismo habian reemplazado al sentimiento ilustrado del deber, des- compuesta aquella artificiosa maquina social por la luchar interior y la in- vasion extrangera, todo se hundi6 en el abismo do la anarquia y se hizo irresistible la violencia de los conquistadores, que disponian de medios superiores. La audacia del intr6pido aventurero se sobreponia & la timidez del asustadizo indio, las armas de acero y de fuego al palo y 4 la piedra, el impetuoso ginete d1 peon aturdido, y la cohorte habilmente capitaneada a la desordenada muchedumbre, que no formaba ejdrcito, sino nimmero; el poder de los Incas, basado en la fascinacion religiosa, en los beneficios y en la fuerza, necesariamente hubo de anonadarse ante la ilustracion evan- g6lica, cuando el terror y la opresion fueron empleados en vez de la amo- rosa political de Manco, y la desordenada monarquia tuvo que resistir A la de Espaiia, puesta en la 6poca de la conquista a la cabeza del mundo civi- lizado. GOBIERNO DE LOS INCAS. SSistema de Gobierno. Los incas fueron m6nos admirables por la grandeza de su imperio sin igual en el Nuevo Mundo, que por sus extraor- dinarias instituciones political, mezcla singular de teocracia y de socialis- mo, en ningun otro estado desarrolladas en tan vasta escala y con 6xito tan complete. No gobernaban los hijos del sol como los Califas y los Pa- pas en calidad de simples sucesores del Profeta y de San Pedro, sino como dioses; mas que simples legisladores, eran la ley viviente, y no sola impo- nian la sumision exterior con su irresistible poderio, sino que exigian A nombre de su padre celestial la adhesion complete de la inteligencia y de la voluntad: resistir A sus 6rdenes era un crime contra la religion, tener- las en poco era un pensamiento sacrilege. El prestigio divine del gobier- nio imperial permitia realizar lo que habria,podido considerarse como una utopia socialist: el egoismo cedia al espiritu de fraternidad; la familiar se subordinaba la cornmiidad; y, comprimido el libre albedrio, perdian su 8 REVISTA PERUANA. individualidad todas las personas desde el humilde yanacona hasta las mas encumbradas en la gerarquia social. La teocracia y el socialismo se pres- taban apoyo reciproco, viniendo las creencias en apoyo de la sociabilidad, y haciendo possible en un imperio de ilimitada extension un 6rden de cosas verdaderamente singular, millones de hombres pendientes de un solo hom- bre, participes todos de los mismos afectos, trabajos, ideas y goces: las instituciones de Licurgo, que ban sido tan admiradas, estaban por su na- turaleza relegadas al reducido territorio de Lacedemonia rigiendo solamen- te sobre algunos miles de espartanos, mientras las de Manco-Capac estu- vieron en vigor en la Tahuantisuyu dilatandose per regions indefinidas, haciendo una nation de innumerables tribus, y lo que es mas, dejando hue- Plas indelebles en el carActer y en las costumbres. El pensamiento civilizador del primer Inca paso & sus sucesores, come si todos ellos hubiesen tenido una sola alma; y la cruzada, que llamaba 4 los pueblos disperses 4 former un todo compact bajo un solo regimen politico, religioso y social, fu6 engrandeciendo en la sucesion de once reinados el circulo de los adoradores del sol, sujetos A sus hijos en cuerpo y alma, y unidos entire si en estrecha comunidad. Sin embargo, aunque la duracion enter del imperio no fu6 sino' la existencia desarorllada de la sociedad fundada en el Cuzco, come el arbol no es sine el desarrollo de la semilla; las limitaciones necesarias en todas las creaciones humans nunca permi- tieron, que el gobierno de los Incas desplegase de lleno todo su car&cter en todas las provincias y en sus diversos periods. Aun se puede decir, que las instituciones imperiales nunca rigieron en toda su pureza, ni en parte alguna estuvieron en pleno vigor: el numeroso cuerpo de la nobleza, cuya cooperation fu6 necesaria para que la organization comunista no de- generase en simple utopia, era per sus privilegios y abuses tolerados una odiosa y mui extendida escepcion; los mismos Incas, come hombres que no estaban exentos de pasiones y demis flaquezas de los d4biles morta- les, desvirtuaron & veces la constitution paternal, que constituia su gran- deza y su gloria, por los insensatos caprichos y los fatales desaciertos de su venerada tirania. Asi, cuando se present el maravilloso conjunto de las instituciones imperiales, no vaya a creerse, que rigieron simultaneamente sin modificaciones notables done quiera que fue acatada la autoridad de los seriores del Cuzco: fueron anicamente las sucesivas y variadas evolu- ciones de una civilizacion especial. Considerado en general el gobierno de los Incas era mas imponente por las apariencias, que per la fuerza real: -a s1 brillante que s6lido, y adole- cia de enormes imperfecciones, que apenas podia ocultar su 6rden fascina- dor. Hallndose en oposicion con las tendencies universales y constantes de la naturaleza humana, estabs condenado A desvanecerse come los sue- iios de felicidad, y de gloria, de los que solo queda un recuerdo vago al despertar: aquel mecanismo politico era demasiado artificial, para que no REVISTA PERUANA. 9 tuviese la suerte de ciertos reloges, cuyos complicados movimientos sefia- lan todas las divisions del tiempo desde los segundos hasta los siglos, y que se deseordenan y paralizan inevitablemente por el entorpecimiento de sus muchos resorts, AdemAs toda teocracia, especialmente, si como es su tendencia natural, sobreabunda en prcticas socialists, atrae sobre las na- ciones las irreparables plagas del despotismo, que las llevan A la muerte por la degradacion y debilidad. Por esto ha dicho Prescott: csi es el mejor gobierno aquel, que menos se siente, el que usurpa menos parte de la li- bertad natural del sibdito, la parte esencial & la conservation de la civili- zacion civil, entonces de todas las classes de gobierno inventadas por el hombre, la de las peruanos es la que menos derecho tiene 6 nuestra admira- cion., Mas, sino consideramos las instituciones incisicas en su relacion con el ideal, sino que las comparamos con otros gobiernos imperfectos, sobre todo si tomamos en consideration las insuperables dificultades del tiempo y del lugar para hacer otra cosa mejor, las creeremos sin duda dignas de elogio y admiration: ofrecieron un sistema admirable por sus proporciones, el vasto conjunto de sus parties y su general armonia; evitaron grandes males; produgeron gran suma de bienestar, y echaron las bases para la unidad y engrandecimiento del Peru. El Inca. Mas venerados, que el Vicario de Jesucristo, y mas temi- dos, que los d6spotas del Oriente, los sucesores de Manco-Capac ejercian la plenitud de la soberania: su palabra era la ley; la justicia se administra- ba por ellos 6 por sus delegados, y de sus 6rdenes pendia todo el movimien- to social; su voluntad, que era tan sagrada al proteger ]a vida del fltimo yanacona, como al decretar al exterminio de una pro vincia entera, dejaba sentir su influencia en la dilatada esfera de la administration. Los Incas es- taban A la cabeza de los sacrificadores en las mayores solemnidades del culto; dirigian la guerra, y en las principles expediciones solian mandar el ejdrcito; inauguraban en el Cuzeo los trabajos agricolas, que eran la gran industrial national; consagraban la union conyugal en la juventud de regia estirpe; distribuian las labores sociales, y acordaban ]a satisfaccion de las necesidades pdblicas; nobles y plebeyos residian en determinado lugar, viajaban, se divertian, vivian y morian segun el benepldcito imperial. La incomparable autocracia de los hijos del sol se imponia A la inteligen- cia por la supersticion, hat imaginacion por deslumbradores esplendores y I toda el alma por irresistible m6viles de miedo y de amor. Nadie ha- bria osado poner en discussion el origen divino de Manco-Capac, y para que una sangre impure no hiciese desmerecer A sus sucesores, prevaleci6 al menos en los iltimos tiempos la creencia, que, autorizada por la tradi- cion official, exigia, que el heredero de la corona fuese hijo de dos consor- tes hermanos, de la pura estirpe solar; su exaltacion era precedida de ayu- nos, acompariada de sacrificios humans y seguida de las mayors pompas religiosas; sus enfermedades, sus peligros, sus triunfos y su muerte se re- 10 REVISTA PERUANA. vestian del carter solemne de la religion; el Dies rey recibia homenages superticiosos en vida, y despues de muerto participaba del culto tributado al sol, si es que no le habia recibido antes de morir, como sucedi6 & Huai- na-Capac. Nadie osaba acercarse 4 la magestad reinante sino descalzo y llevando uua carga a la espalda en serial de humilde simision; nadie sin su licencia alzaba los ojos para mirarle, ni much m6nos se permitia tocar su cuerpo venerable; si salia fuera de palacio, cuantos se hallaban al paso, le hacian la mocha 6 reverencia con rendidas muestras de adoracion; cuando se dignaba visitar las provincias, la multitud se precipitaba 4 los caminos, limpios de piedras y cubiertos de flores, y la explosion de aclamaciones al verle era tal, que segun Cieza hacia caer las aves aturdidas por aquel nunca oido estruendo. El respeto, que se rendia 6 la imperial persona, trascendia a todos los lugares consagrados por su residencia stable 6 ac- cidental. Los vestidos, que habia desechado, los huesos desprendidos de la came, que comia, los juncos, sobre que ertubieron colocados los plates de sus manjares, todo objeto tocado por su mano 6 por su pie para servirle de algun modo, era preservado de aplicaciones profanas, y 6 se consumia por inutil, 6 se destinaba al uso de la familiar imperial. Los homenages p6stumos tributados a los Incas eran mas sorprendentes, que los recibidos en vida. Al saber su fallecimiento el luto se hacia univer- sal; un mes entero era llorado asi en la capital, como en las provincial, ex- cedi6ndose en el llanto las plafiideras de oficio, y recorddndose en desgarra- dores lamentos sus beneficios y altos hechos; las demostraciones de dolor se renovaban cada quince dias, y en el primer aniversario las honras se ha- cian con la mayor solemnidad. Para seguir & sus 6rdenes mas alla de la tumba se daban la muerte muchos de sus principals criados y concubinas, habiendo Ilegado segun Cieza en los funerales de Huaina-Capac, el nume- ro de las victims & unas cuatro mil. El palacio, que un soberano habia ha- bitado en el Cuzco. se conservaba con todos sus muebles y servicio, como si esperaran la vuelta do uno A atro dia; sus tesoros y haciendas, fuera de la parte, que se depositaba en el sepulcro, se reservaban para el culto de su cuerpo y sostenimiento de su aillu; los descendientes y allegados saca- ban en solemne procesion su guaoqui 6 efigie de piedra en las grandes so- lemnidades a la plaza mayor, honrindole con un esplendido festin y guar- dando laI etiqueta, que les habria impuesto la presencia del augusto difun- to. Segun dice Cieza: lugar tanta riqueza de metales de oro, plata y pedreria, como en esta plaza del Cuzco, cuando, estas fiestas y otras semejantes tenian lugar.,) Segun Garcilaso, (dos cuerpos de los reyes despues de embalsam ados ponian de- lante de la figure del sol en el temple del Cuzco, donde les ofrecian mu- chos sacrificios 4 hombres divinos, que se decian hijos de ese sol.), Partien- do de ese hecho ha representado Prescott las momias regias colocadas en REVISTA PERTIANA. 11 dos filas opuestas, los hombres a la derecha y sus esposas A la izquierda del gran luminar, que brillaba en oro refulgente, revestidos los cuerpos con el ropage real, sentadas en sillas de oro, con las cabezas inclinadas al sue- lo y las manos tranquilamente cruzadas sobre el pecho, semejantes ( un grupo solemne de adoradores abrumados en el silencio de la adoracion. S6anos permitido, mirar esta brillante pintura como una obra de fantasia: si se exceptua A Huaina-Capac, cuya apotcosis en vida le ponia 6 salvo de todo recelo, el pensamiento acerca de la vida future, que dominaba en los Incas, era el de no sufrir ni en sus personas, ni en sus bienes ningun ata- que, que les expusiera A los padecimientos corporales, 6 6 la penuria; por lo tanto, segun los testimonies recogidos en el informed de Toledo y otros da- tos mui valiosos acostumbraron enterrarse con parte de sus riquezas en si- tios ocultos, tomando precauciones para no ser descubiertos. No es por lo tanto verosimil, que sus cad6veres estuviesen en Coricancha y much md- nos, que periodicamente fueran sacados a la plaza; esos homenages se diri- gian a sus simulacros, como se deduce de las relaciones mas fidedignas. Los Incas habian procurado rodearse del esplendente lujo, que pudiera hacer sensible su Magestad al sencillo vulgo: la yacolla, 6 manto imperial, el Oapac- Unco 6 tinica regia, las ojotas 6 sandalias, la chuspa 6 bolsita para la coca y las demAs prendas del vestido deslumbraban por su precio- sa material, por la finura de la tela que rivaliza con la de la mas delicada se- da, por sus labores artisticas 6 por la opulencia de los adornos accesorias, como collar, brazaletes y joyas de pi6s y piernas; las orejeras [ccoripaco- rinc;ii] especie de cilindros de oro colocados en la hendidura de sus orejas las alargaban enormemente embelleci6ndolos 6 los ojos vulgares con las di- mensiones monstruosas; la borla encarnada [mascay--pacchla] que les cubria la mayor parte de la frente, les daba un semblante augusto, realzado por las dos plumas blanqui-negras del misterioso Coraquenque que segun la opinion comun solo aparecia en apartadas punas al advenimiento del Sobe- rano, por el finisimo llauto de vicuria, que ccilia sus sienes, y por la limi- na de oro (tupa-cochu) que retenia la regia banda; la serial de la autoridad suprema, 6 cetro imperial era el hacha de armas 6 champi, que se distin- guia con el nombre de Tupac-curi (hacha real). Los palacios, asi del Cuz- co, como de las residencias vecinas y de las lejanas metropolis, el trono y la litera realizaban los cuentos de las mil y una n oches. La imperial ser- vidumbre, en la que ninglun puesto dejaba de ser hermoso, se contaba por miles; Ia numerosa provincial de Lucanas proveia de conductores de las andas, acostumbrAndose sus habitantes desde tierimos aios a levar el paso igual y suave con la perspective de que el menor tropezon les deshonraba y la caida era castigada con pena capital segun Levino Apolonio; Chum- bibilcas surtia de graciosos bailarines y otras provincias 6 pueblos sumi- nistraban los mejores criados 6 articulos de servicio en otros ramos; la co- cina y la mesa eran servidas por las princess de la sangre. 12 REVISTA PERUANA. El ascendiente, que 6 los Incas daban su imponente magestad y su pre- sunto origen divino, se afianzaba con el amor inspirado a sus vasallos por su bondadosa solicitud; la magnitude de los beneficios, A que su mission civi- lizadora los inclinaba, administrados con sabiduria y constancia, era el ver- dadero secret de su autocracia, tanto mas suave, cuanto que era aceptada sin resistencia por espiritus sumamente d6oiles; querian reinar sobre los corazones segun la siguiente maxima, que el Padre Valera atribuye 6& Pa- chacutec: ,ccuando los subditos, los capitanes y curacas obedecen de buen Animo al Inca, entonces goza de perfect paz el imperio.) Los hermosos dictados de Capac, rico en virtudes, Tutpac resplandeciente, Yupanqui memorable, Titu augusto, .Huachacuyac amante de los pobres, y otros que en reconocimiento de su celo paternal y de sus virtudes aplico el pueblo & muchos soberanos; si alguna vez pudieron atribuirse 6 la lisonja cortesana, son junto con el prestigio duradero de ellos prueba inequivoca de sus sabias y ben4ficas miras. Con todo la formidable autoridad de dioses rcyes hacia muy precaria la felicidad de los pueblos puestos bajo su tutela: el orgullo creciente inclinaba violentamen-te A los tutores a. no mirarlos sino como simples rebailos 6 mtquinas de gobierno; los arranques de inhumanidad A que esas miras Ilevaban, eran tanto mas de temer, cuanto que los deleites del serrallo en todas parties han multiplicado los caracteres crueles; fuera de que, gastando las razas mas excelentes fisica y moralmonte, dan al fin una estirpe degenerada incapaz de aspiraciones generosas y de pensamien- tos elevados. Los nobles.--Aunque ningun Inca degenerara de su glorioso proge- nitor, la nobleza, rueda esencial de su gobierno, lo habria desarreglado por la irregularidad de sus movimientos: desde luego era un cuerpo heterogineo c'paz de comprometer la march regular del estado por la collision de in- tereses y de afecfos; en 61 podian distinguirse tres classes mui diversas por la position y por el nacimiento, lafamilia imperial, los curacas y los indios principles. Formaban parte de la primer la CGoa 6 reina madre, las Shipacoyas 6 concubinas de la misma raza, que el Inca, las Mamacunas 6 concubinas escogidas por este en otros linages, las Nustas 6 doncellas de sangre imperial, los Pallas 6 casadas del mismo origen, los Auquis 6 prin- cipes solteros y los Incas 6 principles casados. Los miembros de la augusta estirpe eran en gran nimero, no solo porque la poligamia did6 various so- beranos mas de cien hijos, y segun Garcilaso alguno tuvo trescientos, sino principalmente, porque los recursos del imperio puestos a su disposition les permitian crecer y multiplicarse en el seno de la abundancia; sabido es, que en el combat de-la vida pertenece la victoria 6 las razas superiores, las cuales se posesionan de la mayor parte de las subsistencias, mientras las inferiores son desposeidas y desaparecen, a veces con rapidez espanto- sa. Los nobles de la sangre para ejercer incomparable ascnoliente no ne- cesitaban de una preeminencia intellectual, que sin razon se atribuye A su REVISTA PERUANA. Id raza, ni del uso exclusive de un dialecto particular, de que solo habla Gar- cilaso, y que, si existi6, pudo ser cierta fraseologia 6 algunas formas intro- ducidas en el quechua para guardar mejor los secretes de familiar: bast6- banles la superior gerbrquia derivada del nacimiento, el reflejo de la gloria del soberano, come sus intediatos parientes, la education distinguida, la posesion de grades riquezas, el lujo que les rodeaba, las grandes orejas, el pelo corto y los demis insignias caracteristicas, sin con tar el ejercicio accidental de los altos cargos, que monopolizavan en gran parte. Al falle- cimiento del monarea, mientras el heredero se pr eparaba 6 tomar el cetro con el largo ceremonial de estilo, uno de sus ties se encargaba de la regen- cia, y de aqui procedi6 tal vez el error de Acosta, que da por sucesor in- mediate del Inca difunto no d su hijo, sino 6 su hermano. Tambien esta- ban 6 la cabeza del gobierno en el Cuzco, la Coya, 6 algunos de los princi- pes de la sangre por ausencia 6 enfermedad del soberano, y segun se dice, per la menor edad de Huaina-Capac, uno de sus ties gobern6 A su nombre hasta que intent suplantarle. El Villac- Umu (sumo sacerdote) y los prin- cipales ministros del culto eran igualmente de la estirpe imperial, y solia componerse tambien de esta alta nobleza el consejo de estado, que no tu- vo una organization fija. A ella se reservaba de ordinario el mando supe- rior del ejercito, cl gobierno de las provincias y otros puestos de la mayor confianza, si bien por haber abusado alguna vez de su influyente position en perjuicio del monarca, se asegura, que lleg6 d reusarseles el nmando de las grandes divisions territoriales. El vulgo decia y Garcilaso se detiene en dar razones para probar, que ninguno de los Incas cometi6 delito grave al m6nos en puiblico; pero el mis- mo habla de hechos de rebellion, que prueban lo contrario, y que segun va- rios historiadores mas imparciales, quienes mencionan tambien envenena- mientos y otros crimenes, no fueron ni secrets, ni raros. Aunque la histo- ria hubiera pasado en silencio las faltas de la familiar imperial; el conoci- miento de la naturaleza humana pondria de manifiesto, que una raza tan privilegiada, y casi segura de la impunidad por su elevacion y adn per su pretendida impecabilidad debia adolecer de la lascivia, y del orgullo, de que le acusa Pedro Pizarro, junto con otros grandes vicios, dificiles de evitar, cuando todo exalta las pasiones y facility sus excess en superior grade. Por lo tanto, sine hay duda, que la numerosa nobleza de la sangre acre- centaba el esplendor del trono, y estaba llamada A prestar servicios de in- apreciable importancia; estamos l4jos de crear con Prescott, que ella cons- tituyera la vcrdadera fuerza de la monarquia peruana, formando una fa- lange invincible, que la defendiera asi de las conspiraciones secrets, come de la abierta insurreccion. Creemos, que sucedia y debia suceder todo lo contrario: entire los hijos del sol, como entire los Califas y los antiguos re- yes de Persia, lo que comprometia mas la suerte de la dinastia, no era el pueblo sumido en la abyeccion mas impotente, ni la aristocracia de origen 14 REVISTA PERUANA. extralio, que rara vez podia alcanzar el ascendiente peligroso de los princi- pes de la sangre, sino estos mismos, A quienes la cuna daba una ambicion ilimitada, el m4rito personal realzado por la education, y el puesto permi- tian eclipsar A menudo la gloria del soberano, y una intriga de palacio 6 un motin military ponian en aptitud de suplantarle. Tampoco dejaban de ser un peligro permanent para la estabilidad del imperio los Curacas, que estaban en posesion de un prestigio inmemorial, eran siempre mui influyentes sobre sus vasallos por la exte nsion de su pa- trimonio, y tenian intereses 6 al m6nos aspiraciones poco compatibles con la autocracia absorvente de los Incas. Cuando el gobierno imperial florecia, no faltaron algunos que para derrocarlo llevaron sus armas vencedoras has- ta las puertas de la capital, y durante la invasion espailola contribuyeron A la gran catAstrofe, unos vidndola Ilegar con indiferencia, y otros ponidn- dose al lado del conquistador extrangero, del quc aguardaban mayores de- ferencias, 6 al m6nos sujecion no tan extricta. Los Incas sea para hacerla mas llevadera, sea para no estrellarse contra un poder firmemente apoyado en el prestigio local, acostumbraban conservar & los antiguos sefiores en posesion de sus dominios; y si por la ten&z resistencia se creian obligados A despojarlos, colocaban en lugar de ellos A los hijos 6 hermanos, respetan- do por lo comun el 6rden de la sucesion hereditaria; ademAs los lisonjea ban con presents, A los que daba singular valor el venir de la mano impe- rial, y lo que se estimaba mas, los casaban con algunaj6ven hermosa. Mas estas y otras distinguidas pruebas de consideration no quitaban, que los Curacas vieran con disgasto su autoridad soberana suplantada por el gober- nador de la provincia, sus vasallos llevados A lejanas tierras para alguna expedicion military 6 para former colonies, las leyes de sucesion alteradas por un capricho imperial, la lengua materna y las costumbres venerandas de sus mayors, cediendo la supremacia al quechua y usos nuevos, ellos mismos y sus hijos obligados A permanecer en la corte en calidad de re- henes. Los grades auxiliares del Inca, los que mayor confianza podian inspi- rarle en su lealtad, y los que, cuando no con mas inteligencia, solian contribuir con mayor decision & la prosperidad del estado, eran los indios principles, cuya nobleza de origen mas 6 m6nos reoiente se basaba por lo comun sobre el m&rito y sobre los servicios prestados. Los mas adictos de estos nobles fueron los Hurincuzcos y Hanaicuscos, descendientes de los compafieros de Manco-Capac, que formaron el niicleo del Cuzco; Garcila- so los llama Incas de privilegio; los conquistadores los oonfundian con los nobles de la sangre, dandoA unos y A otros el nombre de Orejones; y On- degardo da A entender, que estaban exentos de tributes, comian de las pro- visiones imperiales, eran por la mayor parte gobernadores en todo el reino, y por donde quiera que iban, se les haoia much honra. En verdad cons- tituian el principal element de progress en aquella sociedad estacionaria, REVISTA PERUANA. 15 cuidando de los quipos, de la tradition oral, que consignaba los altos he- chos, sea en cantos epicos, sea en sencillas relaciones, de la perfeccicn de las artes, del culto y del buen desempefio en impor antes empleos; en todo lo que, habiendo sido destinados por favor imperial, sabian desplegar do- ble celo, ya por conviction, ya por agradecimiento. El numero de Indios principles, y no su valiosa cooperation se aumentaba con el engrandeci- miento del imperio, reclutandose entire las familiar y allegados de los cu- racas; la conquista del reino de Quito les did un incremento tan considera- ble como peligroso, incorporando en sus filas la altiva nobleza, que habia dividido con los Sciris la autoridad soberana. SEBASTIAN LORENTE. (Coutinuard.) RESENA BIOGRAFICA DE LOS OBISPOS DE TRUJILLO. (Continuacion). XXIII. El Iltmo. Sr. D. Fray Jaime de Mimbela, del 6rden de predi- cadores, natural de Fraga en Aragon, hijo de hibito del convento de Zaragoza, misionero apost6lico de Filipinas, lector de artes y teologia de aquella provincia en su capital de Manila, su procu- rador a las cortes de Madrid y Roma, compaiiero y secretario del Rmo. Padre General de su 6rden, visitador de las provincias de San Juan Bautista de Lima, Obispo de Santa Cruz de la Sierra, que acept6 en virtud de una carta del venerable padre Fray Fran- cisco Posadas en que le estrechava ~A ello, y de esta di6cesis de Trujillo, presentado en 26 de Febrero de 1719, y confirmado en 21 de Abril del propio afio. Tom6 posesion de ella en 8 de Junio de 21, habi6ndola antes tornado a su nombre en virtud de los Reales Despachos de S. M., el Sr. arcediano Don Francisco Mar- tinez de Otiniano, en 11 de Diciembre de 719. Estando en Ma- nila, escribi6 una suma latina de Moral, que pone un tomo en folio, la que original conserv6 en mi poder escrita de su propio pufio, digno do que se hubiese dado A la prensa. Visit6 toda la diocesis de Santa Oru-z, penetrando hasta lo mas retirado de la provincia de los Mojos, y de este obispado los curatos de los va- lles y los de las provincias de Huamachuco, Cajamarca y Caja- marquilla y el de Blasalsas de Chachapoyas. A esta Santa Iglesia cathedral di6 un tarberniculo, frontal, pfilpito y dos acheros gran- des de plata. Coste6 su altar mayor y provey6 a su sacristia de muchos ricos ornaments; promovi6 la fundacion del monasterio del Cirmen de esta ciudad, hasta haber obtenido la real licencia de S. M. para ella; A cuya consecuencia, coste6 la conducion de REVISTA PERAANA. 1' cuatro religiosas que vinieron a fundarlo del convento de Atacun- ga en el obispado de Quito; contribuy6 con mas de 20,090 pesos, para su fAbrica y la de su iglesia, y di6 ademns de esto un fron- tal de plata y un caliz, patena y vinajera y platillo de oro con mas de 9,133 pesos en moneda, y envi6 asimismo al colegio de San Vicente de su 6rden de dicha ciudad otro caliz de oro y ins- tituy6 en l1 una veca 6 colegiatura a favor del convento done habia tornado el habito, dotandola en el principal de 2,500. Pre- dicaba frecuentemonte en esta ciudad y en las misiones que anualmente solian hacer los padres de la Compafiia esplicaba siempre las doctrinas. Fun prelado que le concili6 la general ve- nevolencia y amor de sus diocesanos por sus letras, justificacion, recogemiento y pobreza de espiritu, y tan escrupuloso que solici- t6 de S. M. su Real licencia para renunciar esta mitra, y retirar- se A su convento de Zaragoza, cuya solicited no tuvo objeto. Mu- ri6 en esta ciudad en 4 de Junio de 739, y esta sepultado su cuerpo en esta Santa Iglesia. y su corazon en dicho monasterio del Carmen. Su religion en el capitulo general celebrado en Bo- lofia, hizo el siguiente colegio: Ilustrisimus ac Revmus D. Prater Jacobus a numbela Cgraragurta vi conventus alumnu fis fdes propagan- dce, studio ad insulaz Philipinas transgresus multis sibis Apostolisis funetus saboribus. Episcopus Sanctce Crucis de la Sierra, in Regno peruano, designates pastors vigilanti.ssii parties ones naviter a deo implevit, ut maqnumn cumapiedtus. Regularis vice observantiara ad mortem usque a curatinima tenuit atque eximiati sixerat pietate obdor- mivit in domino amao nites suique detiderio post se relieto. XXIV. El Iltmo. Sr. Dr. D. Gregorio Molleda de Clerque, hijo de D. Juan de Molleda, del 6rden de Santiago y de Da. Maria de Cler- que. Naci6 en la ciudad de Lima, y estudi6 la gramitica en esta de Trujillo, con la ocacion de haber ido su padre de corregidor de ella. Fue colegial de San Martin de Lima, prevendado de aquella iglesia motropolitana y su postulador en la corte de Roma para la canonizacion de Santo Toribio. A los treinta y un afios de edad e nombr6 el Santo Benedicto XIII obispo de Isauria, in partibus, 18 REVISTA PERUANA. y lo consagr6 en su capilla del palacio Quirinal en 7 de Octubre de'1,725, y lo hizo asi mismo uno de los cuatro asistentes al So- lio Pontificio. Posteriormente fu6 electo obispo de la di6cesis de Cartagena de Indias, de donde fu6 promovido a esta de Trujillo, en 17 de Agosto de 741, y trasladado despues al arzobispado de la Plata en 29 de Abril de 747. Tom6 posesion personal de este obispado en 29 de Enero de 743. Visit6 los curatos de los Valles al paso para esta ciudad desde Paita, en donde desembarc6, y despues los de las provincias de Huamachuco y Cajamarca; en cuya capital tuvo la noticia de su promocion a dicho arzobispado. Dot6 en esta iglesia una misa con sermon el dia de Santo Tori- bio con el principal de 3,000 pesos y 150 de reditos. Muri6 en Cochabamba, de su arzobispado, y su cadaver fue trasladado a su Santa Iglesia Metropolitana. XXV. El Iltino. Sr. D. Fray Jos6 Cayetano Palavicino, de la regu- lar observancia de San Francisco, natural de Arequipa; tom6 el hibito, estudi6 filosofia y teologia en el convento de la ciudad del Cuzco, y se graduo de Dr. por aquella Universidad de San Anto- nio; fu calificador del Santo Oficio, Guardian de dicho convento del Cuzco, predicador general de su 6rden, Definidor, Pro-minis- tro Provincial y Procurador a la corte de Madrid de su provincia de las Charcas, obispo del Paraguay, cuya di6cesis gobern6 seis afios, y despues de esta de Trujillo, de la que tom6 posesion per- sonal en 17 de Junio de 749, habi6ndola antes torado a su nom- bre, en virtud de su poder, el Santo arcediano de esta Santa Iglesia Dr. D. Pedro Bustillos de la Concha. Al mes y algunos dias de su ingreso en esta dicha ciudad sali6 a visitar a fines de Julio de dicho afio de 49, y habiendo visitado los curatos de los valles has- ta Piura, y los cuatro de los valles de las serranias de aquella provincia, regres6 a esta capital en la que se mantuvo hasta Mayo del afio de 50, en la que volvi6 ~ salir A la visit de la Sier- ra por la provincia de Huamachuco, y habiendo enfermado gra- vemente en el pueblo de Otuzco, regres6 desde e1 a esta ciudad, conducido en hombros de indios, en la que muri6 en 2 de Octubre de 1,750, y se enterr6 en la iglesia del convento de San Francis- REVISTA PERUANA. 19 co dejando dispuesto que de las rentas devengadas de su mitra se sacasen 6,000 pesos, y que impuestos A censo, sus r6ditos sirvie- sen para la dotacion y manutencion de los maestros de filosofia y teologia, con cargo de hacer la ensefianza en el seminario con- ciliar de San Carlos de esta dicha ciudad. XXVI. El Iltmo. Sr. Dr. D. Bernardo de Arbisa y Ugarte, natural de la ciudad del Cuzco, colegial del de San Martin y del mayor de San Felipe de Lima,CatedrAtico de Bigesto viejo de aquella Univer- sidad, abogado de la Real Audiencia y de press de aquel Santo Ofi- cio por la Inquisicion Suprema, Oidor de la Real Audiencia de Pa- nami, y por su extension, noinbrado de la de Santa Fe, con la misma prerogative del Decano, cuya plaza renunci6. Obispo de la di6cesis de Cartagena de Indias y presentado despues a esta de Trujillo en 4 de Setiembre de 751, y fltimamente proveido al ar- zobispado de Chuquisaca. Esplicaba con much frecuencia y fer- vor la doctrine cristiana y el Santo Evangelio, y fu4 de tanto des- interes y caridad, que habiendo lieredado un pingie patrimonio de sus padres, despues de su muerte se suscit6 pleito que aunque se hallaba pendiente entire sus acreedores y esta Santa Iglesia so- bre su pontifical en que se colnprendi6 un pectoral y esposa de diamantes de considerable valor. Don6 A esta Santa Iglesia mu- chos y muy ricos ornaments, y al sagrario de ella una colgadu- ra bordada, muy preciosa. Muri6 en esta ciudad en 20 de Octubre de 756, y hechos en dicha cathedral los oficios de su funeral, se coloc6 su corazon en la iglesia del Sagrario en la parte del lado del Evangelio, del altar de San Bernardo, y su cadaver fil tras- ladado A la b6veda de las religiosas del monasterio dcl Ciihen, donde yace sepultado. XXVII. El Iltmo Sr Dr. D. Cayetano Marcellano de Agramonte, hijo de Don (aqui esta en blanco el original) y Agramonte, (Da. Isa_ bel). Natural de la ciudad de la Paz. Fue colegial de San Ber- 20 REVISTA PERUANA. nardo del Cuzco, cura de Chuquito en el obispado de la Paz, Ca- n6nigo de la Merced, Chantre, Arcedeano y Dean de su Santa iglesia cathedral, con la circunstancia que presentado por el senior Felipe V a dicho canonicato de merced, y propuesto, cuando ain no se tenia noticia de esta gracia que aquel V. D. y C. para la magistral de aquella iglesia mereci6 que S. M. dejase a su advi- trio el elegir de dichos dos canonicatos el que gustase, Comisario de Cruzada y del santo oficio de aquella di6cesis, provisor de tres Iltmos. sefiores obispos y de otras tres Sede vacant de ella, Obis- po de la di6cesis de Buenos-Aires. Reedific6 su cathedral que era de una sola nave, arruinada por un huracan, haciendola de tres naves y dandole mayor extension y amplitud de la que tenia para lo que don6 parte de su palacio. Fue prelado ejemplar por su virtud, zelo y discrecion, y tan cristiano que hubo occasion en que di6 de limosna el colchon de su cama, pasando la noche sobre una frasa- da. Muri6 en Chuquisaca, y esta enterrado en su Santa iglesia. XXVIII. El Iltmo. Sr. D. Francisco Javier de Luna-Victoria, hijo de D. Jose de Luna-Victoria y de Da. Rufina de Castro, naci6 en la ciu- dad de Panama; fu4 collector general de aquel obispado, visitador de su provincia del Darien, tesorero de la Santa iglesia de Carta- gena de Indias, electo obispo de Panama en Enero de 1751, y promovido a esta di6cesis en 26 de Enero de 758. Tom6 posesion personal de este obispado en 27 de Junio de 759, habiendolo an- tes gobernado a su nombre desde 22 de Abril del pr6ximo afo el Sefior dean Don Carlos de Lozada, en virtud de los reales despa- chos de S. M. para ello. En su ingreso a la mitra de Panama, hizo capital de 80,000 pesos. Promovi6 con su caudal.y sus ofi- cios el reedificio de aquella cathedral, y el de su colegio semina- rio. Fund6 la Real Universidad de San Francisco Javier, en el colegio de la Compafiia, en la que instituyo tres catedras, una de filosofia, y dos de prima y otra de visperas de teologia, y las dot6 con la renta de 500 pesos anuales cada una. Visit todo aquel obispado y de este los curatos de los valles de Cajamarca y algu- nos de su provincia y todos los de la de Huamachuco, dejando en REVISTA PERUANA. 21 las iglesias visitadas providencias, que manifestaban el zelo del ser- vio de Dios que los animaba. Instituy6 a esta Santa iglesia. cate- dral por su heredera universal, habiendose antes donado muchos y muy ricos ornamentos. Reedific6 casi del todo las iglesias de Sta. Ana y Santa Rosa, y la media naranja de la de San Lorenzo de esta ciudad, y en esta ultima coste6 los materials, techo y dora- do de dos retablos, Ambos preciosos, y especialmente el mayor y su pilpito, y cajoneria de su sacristia. Distribuy6 muchos orna- mentos para las iglesias de la di6cesis. Muri6 en esta ciudad en 11 de Marzo de 1,777, y fue sepultado en esta Santa Iglesia ca- tedral. XXIX. El Iltmo. Sr. Dr. D. Baltazar Jayme Martinez de Compafion, hijo de D. Martin Martinez Compafion y de Da. Maria Martinez de Bujanda, naci6 en la villa de Cabredo vecindad de Pamplona, di6cesis de Calahorra en el reino de Navarra. Fu colegial del mayor de Ofiate, rector tres veces de 61, y de su Universidad, y su catedrAtico de primera de leyes. Colegial del Viejo de San Bar- tolomi mayor de Salamanca, doctoral de Santa iglesia de Santan- der, y su diputado a la corte de Madrid, consultor de la Suprema, chantre de Lima, rector de su seminario conciliar de Santo Tori- bio, visitador general de obras pias y juez de diezmos y cofradias de aquel arzobispado, comisario de Cruzada de los reinos del Pe- ril y Chile, consultor canonista y primer secretario del concilio Provincial del afo de 772 de aquella Metr6poli. Nombrado obis- po de esta ciudad de Trujillo en 25 de Febrero de 778, y confir- mado en 2 de Junio del propio afio, tom6 posesion personal de esta di6cesis en 13 de Mayo de 779), sin haber hecho antes uso de los reales despachos de gobierno, que recibi6 en 15 de Setiem- bre de 78. Visit6 personalmente su Santa Iglesia cathedral y las demas de su jurisdiccion de esta ciudad y de la provincia y cura- tos de sus di6cesis y casi todos sus anexos predicando en todas par- tes la doctrine cristiana y el evangelio, administrando la confirma- cion a sanos y enfermos hasta el nfimero de 162,700 personas, y proveeyendo lo que pedian las necesidades de cada uno de los lu- gares y sufrian sus particulares circunstancias; y A exception del z2 BEVISTA PERUANA. tiempo que estuvo en la visit, antes y despues de ella, despach6 por si mismo el Provisorato, procurando transigir amistosamente A las parties, antes de dar curso A sus demands, y dandoles, cuan- do en el principio no podia concordarlos, treguas bastantes para que antes de empefiar la accion se concordasen y relevandolas de todos los derechos correspondientes A dicho oficio. En todo el tiempo de su gobierno procur6 mantener y declarar la paz, disci- plina y buen 6rden de su obispado, y su mayor prosperidad y es- plendor empleando con entrafias de padre cuantos medios esti- m6 conducentes a tan importantes fines, como acreditan y demues- tran las obras y establecimientos siguientes, ejecutadas unas y delineadas otras, algunas costeadas en todo, y otras en parties de las rentas de su mitra: 1." La conclusion del reedificio de esta Santa Iglesia cate- dral, su Sagrario y su sacristia, y el de sus dos torres arruinadas en afio de 59; la composicion de sus 6rganos; construcciones de la B6veda para sepultar los cadaveres que antes se enterraban en la iglesia y la de la sala capitular, y la traslacion del tribunal de diezmos al lugar donde hoy se hall; 2." El reedificio desde sus cimientos de la mayor parte del real seminario conciliar de San Carlos, y la construction de su patio con las oficinas necesarias, aumento de sus vecas desde 12 que eran por la fundacion hasta el de 24, aplicacion de 18,800 pesos de principles de capellanias de la libre presentation de su dignidad; extension del 3 por ciento de la cuarta decimal de la mitra al de la funeral y de el de los Sinodos de los curatos a sus obenciones fijas; institution de citedras de latinidad y ret6rica, artes, teologia, derechos, institution de concilios, historic y dis- ciplina eclesiastica, todo observada la forma prescrita por el tri- dentino, paga del salario del primer Vice-Rector, y de cuatro ca- tedraticos, uno de latinidad v ret6rica, dos de teologia y filosofia el cuarto de filosofia, traidos el 1.0 de Chile, los 3 siguientes de Lima y el !ltimo de Chuquisaca, suplementos de todo lo que ne- cesit6 el Seminario para su marntecncion ademis de lo que ren- dian sus rentas hasta el afio de b7, y su personal residencia en 61 por nas tres meses y su frecuente asistencia a los examenes de todas las facultades y su continue vigilancia y cuidado sobre su mejor direction, y gobierno con la satisfaction de dejar semi- naristas de Merced, y supernumerarios 6 de paga, y que hasta 6 REVISTA PERUANA. Z5 ensefien ya las mismas facultades que desde su principio han es- tudiado en el seminario, asaber: 2 gramitica y latinidad, 3 filo- sofia y 1 teologia, y el que uno de ellos sea su Vice-Rector, y que sus rentas alcancen a cubrir sin gastos por hallarse ya en pose- sion de las capellanias que se le aplicaron; 3. La delineacion de cuatro seminaries eclesiasticos segun la Bula Militantis eclesice, del Sefior Clemente XII, el primero en es- ta ciudad que se hall aprobado por S. M. con uno de ordenados, y una casa correctional de eclesiasticos; otro en la ciudad de Piu- ra, otro en el pueblo de Lambayeque y el cuarto en la villa de Cajamarca, con cargs de recoger sus operarios, misionando a los pueblos de su respective distrito en los tiempos y forma que se les sefialase, y cumplir las demias funciones particula- res que se les prescribiesen; la personal residencia del Prelado por mas de tres meses continues en dicho seminario de ordenan- dos, desde el mismo dia en que se abri6, tomando y esplicando diariamente las lecciones de gramitica, moral, ritos y canto llano A sus seminaristas, hasta que dej6 establecida su discipline bajo de aquellas leyes que estim6 por mas ajustadas para su mejor education, de las que una fu6 su permanencia en el seminario por el tiempo que a cada uno se sefialase, media ora de medita- cion por la mariana y otra media por la noche, en el examen de las obras del dia, el medio canto de las obras can6nicas, a mafia- na y tarde, el solemne juramento sobre el libro de los Evangelios en manos del prelado al mismo tiempo de recibir sobre el subdia- cono de los que se ordenasen a titulo de ayudant es maestros de nifios 6 ministros del seminario, de que no se separian del lugar ii oficio de su asignacion, mi6ntras no logr aren beneficio eclesias- tico de congrua sustrnciacion; el ejercicio y actuacion diaria de las 6rdenes en el Altar segun se fuesen recibiendo unos ejer- cicios espirituales de diez dias p ara recibir cada una de las 6rde- nes y otros generals cada afio; la asistencia de cuatro seminaris- tas al hospital de hombres, todos los viernes la Via-Cruzis, y vi- sita de altares en los mismos dias por la noche, su confession y communion el domingo 1.0 de todos los meses, el trisagio y rosario cantado por las calls la tarde del propio dia, con cargo de espli- car un punto de doctrine, 6 hacer una plAtica moral exatartoria a direction de su president A los press de la cArcel en su capi- Ila y otra en el seminario al regreso del rosario; las cuales leyeS Z4 REVISTA PERUANA. con todas las demis que se prescriben se ha observado exacta- mente hasta este dia con notorio aprovechamiento de los ordena- dos y general edificacion de esta ciudad, habiendo sufragado el prelado lo necesario para la manutencion de los seminaristas po- bres, que seguramente han exedido de la mitad, y para la del cul- to de su iglesia y la de todos los pobres que han querido recoger 4 hacer ejercicios cerrados en dicho seminario, como tambien pa- ra la de las mugeres que los han hecho en la capilla de Santa Rosa los iltimos cinco afios. 4. La ascripcion de todos los eclesidsticos de toda la di6ce- sis, al servicio de una particular iglesia 6 lugar pio, arreglo de su trage y la instruction de conferencias de casos de conciencia y de ritos en los lugares de tres sacerdotes y la de la presidencia de esta ciudad, antes y despues de la visit con la asistencia de los sefiores de su V. D. y C. 5.0 La ereccion de 42 nuevos curatos, y desmembracion de 17 anexos de sus matrices; los site pueblos y las demas estan- cias y haciendas, y la mission a otras de donde pueden ser mejor servidor la supresion de estos matrices consentidas por parte de su jurisdiccion. 6.0 La fundacion y dotacion de 52 escuelas de primeras le- tras y estatutos formados para su mejor direction y gobierno, aprobado por los seiiores del Real acuerdo de la Real audiencia de Lima, y Exemo. Senior Virrey. 7.0 El ex4men de todos los ordenaudos, actuado por su pro- pia persona, y los primeros de celebrar y confesar; erogaciones hechas A iglesias, hospitals, pueblos y seminario de Piura, orna- mentos. vasos, efijies de Santos, relicarios y camlpanas, dados a su cathedral y k otras muchas iglesias. Un calendario perpetuo para el uso de la Diocesis formado de su 6rden por el M. R. P. F. Vicente Jose de San Miguel, ex-vice-general de los Belefmitas y prefecto de esta ciudad, su frecuente asistencia al coro de su cathedral, sus platicas y sermones predicadas en ella y en las de- mas sujetas a su jurisdiction d' i:,ta ciudad, especialmente en ]a del seminario de ordenandos. 8. La total condonacion de derechos de today suerte que en cualquiera manera le pudiesen p6rtenecer por sus actuaciones den- tro y fuera.de su visit, la rebaja de la mitad y algo mas de los derechos de su secretaria de cimara, desde su mismo ingreso al REVISTA PERUANA. 25 obispado, y de cuartas hecha a aquellos curas que la han pedido en la cantidad sefialada por ellos, y la paga mensual a los intere- sados en el ramo de diezmos, que antes se hacia por tercios, y es- to A las veces con no poco trabajo y dificultad. 9. La declaracion de Santo Toribio Alfonso de Mogrobejo, por patrono general de esta di6cesis, con fiesta de primer clase, y obligacion de oir misa y no trabajar, hecha a pedimento del senior intendente y sefiores de este V. C. y del V. clero secular y regular Iltmo. ayuntamientos y comunes de los pueblos del obispado. 10.0 La coleccion de retratos de los treinta Iltmos. sefiores obispos de esta Santa Iglesia colocada en su nueva sala capitular y el compendio que antecede de sus vidas, y el que esta puesto en cada uno de sus retratos. La formacion de un mapa general de la di6cesis y otro particular de cada uno de sus provincias, con un plano de sus capitals y un estado de su poblacion y el acopio de los materials necesarios para former la historic del obispado, 6 mas memories para ellas. 11.0 La transplantacion de 13 pueblos A parajes mas sanos, y tratables de aquellos en que se hallaban, y la fundacion de dos pueblos nuevos, de los que el uno coste6 enteramente de las ren- tas de su mitra, y para el otro compr6 una hacienda con bastante extension para montes y pastos comunes, y tierras de labor para sus indios; la delineacion de nueve pueblos mas en que se reco- jian a vivir socialmente cerca de 14,000 personas, derramadas por los campos, la avertura de algunas acequias de agua y cami- nos de comunicacion de nuos lugares a otros, y delineacion de otras; la construction de algunos puentes, y la institution de diferentes dotes para indias solteras y la de algunas suertes de bueyes y mulas, entire indios labradores y arrieros, el fomento de minerales, especialmente del de Gualgayoc, y el de la siembra de cacao y algodon, y tentativas hechas en valleys y sierras para la de cascarilla, todo lo cual se ha obrado y delineado propuesto y pedido que se ejecute con el fin de desterrar la ignorancia, la mendicidad y la miseria y de mejorar las costumbres. Fu6 presen- tado lor S. M. al arzobispado de Santa Fe de Bogota. . Setiembre del afio pasado de 88, y hoy 24 de Marz 0 ya pr6ximo para pasar a servirlo, con el sentiments haber podido expedir Sinodo Diocesana, que habia lleg lb convocar 26 REVISTA PERUANA, para esta cindad para el 2 de Julio del afio pr6ximo pasado, aun- que con la mas viva confianza de que su dignisimo s,ucesor no tardari en proporcionar a esta di6cesis este tan important bene- ficio y la gloria de tener un Sinodo propio y con el con-snelo asimismo de que adelantara t su mayor perfection aquellas obras y establecimientos que quedan efectuados y que promoveerA su ejemplar caridad y virtud. XXX. El Iltmo. Sr. Dr. D. Jos6 Andres de Achurra, hijo de D. Mar- tin de Achurra, y de Da. Maria Nufiez del Arco. Naci6 en la ciu- dad de Panama, fue magistral, tesorero, maestre escuela, arce- deano y dean de aquella Santa Iglesia, dos veces provisor de aquel obispado, y nombrado obispo de este Trujillo por el Sr. D. Carlos III, en 25 de Octubre de 1788, cuyos reales despachos de ruego y encargo para su gobierno, interin pase personalmente A servirlo, tiene remitidos al actual prelado, juntamente con su poder para gobernarlo a su nombre, otorgado en 9 de Febrero de este present afio, en primer lugar a su favor, y por su aucencia al de este V. cabildo. Cuando S. M. le hizo la merced de la ma- gistral, solo estaba ordenado de menores, y se hallaba vacant aquella silla episcopal, por cuya razon pas6 a 6sta a ordenarse, y el Iltmo. Sr. Dr. D. Francisco Javier de Luna-Victoria le confi- ri6 las tres 6rdenes mayores, en los dias 1.0, 2.0 y 4. de Febrero del ailo de 762: las cuales uniforms noticias de su virtud, pru- dencia y letras estan anunciando desde ahora A toda la di6cesis un amoroso Padre y Prelado que nada la deje que desear en el ejercicio de su pastoral minesterio, etc. Yo el infrascrito en cumplimiento de lo mandado y dispuesto por su Sefioria Iltma. el obispo mi Sefior Dr. D. Baltazar Jaime Jartinez de Compaiion, dignisimo obispo de esta Di6cesis y Se- fidc'ep u V. D. y C. en el punto tercero del extraordinario ce- "* lebladao-.a sabado de 30 de Enero del present afio 1790, que -' empieza. as 146 de este libro octavo, como es de ver en e1,- puseA su c tinuacion la antecedente copia ia a ctia del corn S1 ^- REVISTA PERUANA. 27 pendio 6 Synopsis de las vidas de los treinta Iltmos. Sefiores obispos, que ha tenido esta Santa Iglesia, desde su ereccion hasta esta fecha, que para este efecto me entreg6 su Sefioria Iltma., di- cho obispo mi senior, aquien se lo devolvi. Y para que conste lo firmo en esta ciudad de Trujillo del Perl, A los 15 dias del mes de Febrero de dicho present afio 1790. Jose Antonio Narbona, Secretario de Cabildo. Dr. Torres, Secretario. Es copia.--Trujillo, Agosto 12 de 1868. REPARTO Y COMPOSITION DE TIERRAS EN EL PERU. Los Reyes de Castilla, considerAndose duefios del territorio ame- ricano, sujeto A su domination, porque la propiedad era ganada por respect de la conquista que hicieron (1), antorizaron a los Vireyes para conceder determinada cantidad de tierras, en remuneracion de sus servicios, A' los conquistadores que lo solicitasen, y A aque- llos que, no si6ndolo, quisieran fundar poblaciones, atendi6ndose para el reparto no solo al m6rito de los pretendientes, sino a que de 61 no resultA ra perjuicio alguno a los naturales, cuyos dere- chos de posesion debian respetarse (2); las tierras asi adquiridas eran de propiedad de los agraciados, despues de cuatro afios de posesion continuada, si habian introducido en ellas las mejoras y capitals especificados en las c6dulas con arreglo a las cuales se mandaron hacer las adjudicaciones. Fundados los pueblos, correspondia A sus cabildos, .con aproba- bacion del Virey, conceder tierras en su jurisdiction A los nuevos pobladores, pero tanto para esto como para la venta, para la que estaban autorizados, era necesario que se probase que no estaban, ni habian estado anteriormente poseidas por persona alguna, que & los indios no les eran necesarias por ent6nces, ni podian series litiles mas tarde y que no se les causaba peijuicio en darlas al que las pedia. Siguiendo este 6rden en los repartos, se cometieron tan gra- ves abusos en el Peri, que el Virey D. Francisco de Toledo, en (1) Sol6rzano.-Politica Indiana, Lib. 6?, cap. XII, pA1r. 2 y 4. (2) Id. id. id. id. id. 5 y 13, y Real cedula de 1535. RLEVISTA PERUANA 29 su memorial de 1582, manifest al Rey los inconvenientes que para el buen gobierno de las colonies presentaba, indicandole, al mismo tiempo, las repetidas quejas de los indios por los despojos que se les infirieron con la adjudicacion de sus propiedades A los espanoles. (3) Felipe II, por real c6dula de 10 de Enero de 1589, dispuso que los vireyes pudierani revocar las gracias que de tierras hubie- sen hecho los CABILDOS, sino fueron confirmadas por ellos, devol- vi'ndose 4 los indios las que les pertenecian y admitiendo a com- posicion A los que obtuvieron las demas, pagando por ellas la cantidad que fuere just (4); pero no s6lo no tuvo cumplimiento esta c6dula, sino que muchos espaioles continuaron en posesion de grau cantidad de tierras, de las que se habian apropiado sin mas titulo ni otro derecho que su voluntad, lo que motiv6 una cedula de 19 de Diciembre de 1591, cuyo obedecimiento fu6 enco- mendado al Virey D. Garcia Hurtado de Mendoza, marquis de Cafiete. (5) En esta cedula se ordenaba el otorgamiento de titulo a los que poseian sin ninguno, mediante la erogacion de la cantidad que determinara el Virey; que a los poseedores con titulo se les expi- diese uno nuevo, si lo solicitaban, pagando ciertos derechos; y ultimamente, para que los terrenos no poseidos se dieran al que los quisiese, previo abono del valor, que se considerase just, segun la extension y calidad del que se adquiria; vendiendose tambien los ocupados ilegalmente, si los poseedores se negaban a entrar en composicion, nombre que se di6 A los actos determinados en la c6dula, que no debian ejecutarse sin reservar pr6viamente las tier- ras suficientes para los indios y para los propios de los pueblos ya fundados 6 que pudieran fundarse; asimismo se orden6 que fuesen restituidos los indios en las tierras que anteriormente les hubie- ran correspondido. El Virey nombr6 comisionados para todas las provincias, y aun cuando al entregar el mando A su sucesor D. Luis de Velaz- (3) Lorente-Memorias de los Virreyes, tom. 1?, pag. 22. cap. XXII, y Coleccion de Mendoza tom. 6, pig. 542. (4) Ley 20, tit. 12. lib. 8 de la Rec. de Indias. (5) Ley 13, tit. 12, lib. 8 Reo. de Indias y coleccion de c~dullas en el archivo national. jU REVISTA PERUANA. co, marquis de Salinas en 1596, no se habia terminado la com- posicion, saco de ella much cantidad la hacienda, pues habia suerte de tierras por la que daban sesenta mil ducados y produjo en todo, hasta ent6nces, setecientos setenta y site mil doscientos setenta y site ducados y un real, (6) cuya cantidad debi6 emplearse enfundar y poner en la mar una gruesa armada para asegurar estos reinos y esos y las flotas que van y vienen no reciban dagio de los enemigos como lo procuraban (7), pues los pirates ya habian pretendido apoderarse de algunas. Tan favorable resultado en la composition se debi6 6 la activi- dad de los encargados de ejecutarla, que fueron: en Lima, el Li- cenciado Francisco Cuello, alcalde del crime de la audiencia, ase- sor de Hurtado de Mendoza y despues del marquis de Salinas; en el Cuzco, el Licenciado D. Alonso Maldonado; en Arica, el Maes- tre de Campo (Coronel) D. Alonso Garcia Remon, jefe de muy honrosos antecedentes que habia militado en las guerras de Flan- des y despues en las de Chile; en la Paz, el Corregidor de ella D. Alonso Vazquez de Avila; en Charcas, Fr. Luis Lopez, A quien sucedi6 el General D. Pedro Zorres de Ulloa, por habersele nombra- do obispo del Paraguay (1592), de donde pas6 A serlo de Quito (1593); en Huamanga, el Licenciado D. Gabriel Solano, capellan mayor del Virey; en Trujillo y Chancay, el dominico Fr. Domingo de Valderrama, al que se le reemplaz6 con el General D. Bartolo- mB de Villavicencio, porque, habi6ndosele elegido Provincial de su 6rden, tuvo que regresar A su convent; en Chachapoyas, el Capi- tan D. Juan de Zapata, uinico que no sac6 much provecho de su comision, porque siendo de indios la mayoria de los vecinos de esa provincia, se les concedieron gratuitamen te los terrenos de que tenian necesidad, segun lo dispuesto en la real cedula de la composicion. En 6sta se oblig6 a todos los poseedores de tierras A la presen- tacion de sus titulos, como el uinico medio de venir en conocimien- to de los legales; y para comprobar que no se tenia mayor canti- dad que la que en aquellos se determinaba, se hicieron remensurar los terrenos, cobrAndose los derechos seiialados por el Virey, que expidi6 nuevos titulos, sin embargo de haberse ordenado que a los que poseian con buenos, se les otorgara otros, finicamente si lo so- (6) Fuentes-Mm. de los Vireyes, tom. 1?, pgg. 136; Coleccion de Mendoza tom. 8, p&g. 376; Lorente, Hist. del Perfi, tom. 3, pfig. 368, (7) Real ced. de 1691. REVISTA PERUANA. 31 licitaban; 6 los que no presentaron titulo alguno se les exijio el valor de los terrenos, mas los derechos de mensura y otorgamiento de aquellos. Para la compra de los baldios se presentaba a los comisionados una solicitud, declarando cuales se deseaban adquirir, y despues do medidos y producida information de no perjudicar a los indios, si estos no se oponian a la enagenacion, durante el termino de edictos que se fijaban citandoles, se hacia la venta, que se aproba- ba por el Virey, expidiendo la confirmation y titulo correspon- dientes. En esta composition empez6 a usarse en el Peru para medir los funds rusticos de la fanegada comun de a ciento cuarenta y cua- tro varas de latitud por doscientas ochenta y ocho de longitud, y para los urbanos de los solares, llamado asi el espacio de terreno constant de veinte varas de frente por cuarenta de fondo. Anteriormente se media por peonias y caballerias, (dlamabase peonias el espacio de tierra en que cabian cien mil montones, y ca- balleria en el que podian colocarse doscientos mil, de suerte que dos peonias hacian una caballeria.s Para determinar los montones se formaban de tierra de a media vara de ancho y de ocho 6 diez pies de'circunferencia y tan juntos que se tocaban unos con otros; esta media la indica asi Gonzalo Fer- nandez de Oviedo, aunque el Padre de Las Casas dice que cada monton tcnia cuatro palmos de alto y doce pies en cuadro. En 1573 por las ordenanzas de poblaciones se declar6, Ord. 104, que una peonta contiene un solar de cincuenta pids de ancho y cien- to de largo, cien faneqas de tierra de labor de trio o cebada; diez de maiz; dos huebras de tierras para huertas, ocho para plants, y drbo- les de secadal; tierras de past para diez lechonas de vientre, veinte va- cas, cinco yeguas, cien ovejas y veinte cabras: la caballerla segun la Ord. 105, un solar para casa de cien pies de ancho por doscientos de largo, y de todo lo demas como cinco peonims. Al Virey Salinas se le orden6 que continuase.en la comision conferida a su antecesor, y este mandate fuB bastante para que sus sucesores siguieran la composition, fundandose en que por el acrecentamiento de las poblaciones habia quien quisiese comprar las tierras baldias- (8) (8) Fuentes-Memoria de los Vireyes, tor. 1?, pig. 185. 32 REVISTA PERUANA. La situation de los indios no mejor6 en nada con las composi- ciones, sin que bastaran a impedir las arbitrariedades de los co- misionados las repetidas c6dulas que se mandaban de la metr6- poli, habiendose dirijido al marquis de Mancera las de 16 de Marzo de 1642 y 30 de Junio de 1646, en las cuales se le orde- naba que solo se aprobaran los titulos de los que acreditasen te- ner diez afios de posesion adquirida legalmente y sin perjuicio de los indios, observando para las nuevas ventas lo dispuesto en la c6dula de 1591, pues durante su gobierno (1639-1648), no solo se cometieron escandalosos abusos en la reparticion de tierras, sino que ann se defraudaron los derechos del tesoro, por lo que, al nombrarse Virey al Conde de Salvatierra, se le ordeou A 6ste por c6dula de 30 de Octubre de 1648 que revistase todas las com- posiciones del tiempo de su anteccsor, restituyendo 4 los indios y des- haciendo los fraudes que se hubiesen cometido contra la hacienda (9). Al mismo Virey se le despacharon las cedulas de 20 de Mayo de 1651 y 26 de Mayo de 1654, por las cuales se cre6 en Lima una junta denominada de ((Tierras y desagravio de indios,) for- mada de dos Oidores, nombrados por el Virey, del Fiscal General y del Protector de los naturales; junta encargada de resolver las consultas que se le hicieran por los comisionados y las quejas y apelaciones de los indios contra los procedimientos de aque- llos. (10) Establecida la junta, reemplaz6 Salvatierra a los comisionados en ejercicio, con eclesiasticos distinguidos, cuya honorabilidad garantizaba suficientemente el flel desempefio de su cometido; se nombr6 a Fr. Pedro Velasco de la 6rden de la Merced para el correjimiento de la Paz; a Fr. Domingo Cabrera, de la de Predi- cadores, para el del Cuzco; A Fr. Francisco Huerta, de la misma 6rden, para los de Valles y Cajamarca, y a Fr. Juan Altamirano, de la de San Agustin, para el de Arequipa. (10) En los site afios de su gobierno, no le fu6 possible concluir la revisit al Conle de Salvatierra (1648-1655), que sigui6 el de Alva de Aliste (1655-1661), aprobando las disposiciones de su (9) Leyes 17, 18 y 19, tit. 12, lib. 3? de la Rec. de ind; y Lorente, Memoria de los Vire- yes, tom.. 3,'p&g. 199. (10) Obra y tomo oitados, naim. 10, p6g. 188. REVISTA PERUANA, 33 antecesor; y aun cuando por cidula de 20 de Agosto de 1656 le manifestaba el Rey su estrafieza por haberse nombrado ecle- siAsticos para una comision incompatible con su character sacer- dotal, fu6 contestada en 21 de Agosto de 1658, esponiendo las razones que obligaron 4 hacer dichos nombrainieutos al referido Salvatierra; por otra cedula del mismo 20 de Agosto de 1656, se recordaba lo dispuesto en las de 1642 v 1646, que se insertaron en ella. Durante la revisita, fallecieron los PP. Yelazco v Altamirano, y se nombraron por Alva de Aliste, respectivamente en las va- cantes al can6nigo del Cuzco D. Juan de Segura DIvalos y Aya- la y al P. Fr. Francisco de Loyola, agustino, provincial que ha- bia sido de su 6rden en Lima; y lo fieron ignalnente para el Tucuman el general D. Luis de Cabrera, y para el partido de Chancay el mercedario Fr. Diego Miguel de Salazar. (11) Al conde de Santiestevan, sucesor del de Alva de Aliste, se le mand6, por real cedula de 9 de Enero de 1662, sobreseer en la composition y revisit que podia reabrir despnes de cuatro ailos (12), terminando asi aquellas, sin que los indios hubiesen recibi- do beneficio alguno ni restitnidoseles sus propiedades en los se- tenta aiios de su duracion (1591-1662.) Practic6se otra composition en 1665, probablemente por 6rden real, pues no estaba vencido ann el tthiino despues del cual po- dian los vireves ordenarla; en esta vez se limitaron los comisio- nados a justificar los linderos de los ftndos, cou titulos aproba- dos de 1648 A 1662, cobrando derechos'por esa nueva aproba- cion; con respect A las otras propiedades se observaron los tri- mites acostumbrados. En 1720 se estableci6 en Lima nn juzgado privativo para la remensura, venta i composition de tierras, i cargo de un conse- jero de la corona, autorizado para nombrar delegados en las pro- vincias, siemlpre que these necesario; este iuzgado existi6 ho;to la creacion de las Intendencias, en 1782; ftu(' el primer juez el Fis- cal de la Audiencia de Lima, Consejero D. Jose Cevallos Guer- ra, Conde de Santa Ana de las Torres, nombrado por real cedu- (11) La misma obra y tomo, pag. 145. (12) VWase la notn 10. 84 REVISTA PERUTANA. la de 20 Enero de 1721, y de su 6rden se hizo una revisita gene- ral y nueva composition desde 1722 a 25, en las que se exiji6 a los propietarios la presentation de sus titulos, y se aprobaron, inicamente, los referentes a terrenos a los que no alegaban de- recho los indios, que se citaron por pregones, y cuando de la re- mensura, que se hizo, resultaba que no se poseian mas tierras que aquellas a las cuales se habia acreditado el derecho; prooe- diendo en lo demas, conforme a la real cedula de 1591. Los sub-delegados volvieron A practicarlas, por 6rden de los intendentes en 1786, y fueron las iltimas que tuvieron lugar en el pais durante la epoca del coloniaje, y en las que se observ6 la misma tramitacion que en 1665 respect a los titulos aprobados de 1722 a 25. Tales composiciones son los primitivos titulos de dominio so- bre la propiedad adquirida antes de la emancipacion de la Repd- -blica. ENRIQUE TORRES SALDAMANDO. Lima, Agosto 28 de 1879. EL CANTO A JUNIN JUZGADO POR SU MISMO HEROE. Don Aristides Rojas, como una digna ofrenda al 5 de Jlio, aniversario de la independencia de Colombia, ha publicado en c(La Opinion Nacionabl de Caracas dos cartas del Libertador Bo- livar, dirijidas al autor del Canto c Junin, en la que el inmortal guerrero, heroe del poeta, espresa su juicio literario sobre aque- la brillante oda, que 61 califica de poema y al que juzga, no solo con la mas ilustrada y several imparcialidad, sino con la mas ad- mirable y humilde modestia. Ese juicio, digno de la obra, nos present, como dice Rojas, a Bolivar bajo una nueva faz, la de critic literario, en la que revela sus altas dotes intelectuales, la cultural de su espiritw y esa pro- funda mirada del j6nio. Por una coincideucia feliz, Bolivar recibi6 y ley6 el canto de Olmedo, cuando acabado de llegar t la Metr6poli del antigno im- perio de los Incas, su alma se encontraba pasmada de admiration asf de las obras de la naturaleza que le rodeaban, como de las de la antigua civilizacion del Peri, cuyos misterios se afananaba por descifrar. Hay en las pocas palabras de la primera carta de Bolivwr, que publicamos, consagradas a espresar sus impresiones en presencia de la Metr6poli Imperial y su juicio sobre el origen de la civiliza- cion incasica toda una leccion de filosofia de la Historia del Pe- rin. El resuelve con una palabra los mas impenetrable proble- mas, que hasta hoy se escapan a las elucubraciones de los mas profundos historiadores. Mientras estos disputan sobre cuAl fu6 la procedencia de la civilizacion incasica, e1 afirma audazmente su 36 REVISTA PERUANA. originalidad, desdefiando con la altivez de su jenio, asi las leyen- das fantasticas de la fibula, como las alambicadas y eruditas teo- rias de la ciencia. Para Bolivar nuestra civilization se desarroll6 por si misma. Manco Capac, Adan de los indios, como 11o llama tan pintorezca- mente, form6 una sociedad hist6rica, sin mezcla de fabula sagra- da 6 profana. El Peri, segun 61, es original en los fastos de los hombres; porque sus monuments de piedra, sus vias grandes y rectas, sus costumbres inocentes, y la tradition genuine nos ha- cen testigos de una creacion social, de que no tenemos ni mode- lo, ni c6pia. Esa independencia de juicio con que el h6roe de Junin juzga los origenes de nuestra civilizacion, no la emplea, sin embargo, al ejercer su critical sobre la inmortal oda de Olmedo. Ora por ser parte interesada, haciendo en ella la primer figu- ra; ora por no haber podido sacudir su gusto literario el yugo de los preceptos de su ilustracion clasica; ora, en fin, por manifes- tarse tan severe para con sus amigos como para si mismo, Boli- var, sin rebajar el m6rito extraordinario de la forma, pretend em- pequefiecer el argument del .Canto d Junin, llevando su rigor hasta temer que la Literatura espafiola pueda mirarlo como una parodia. No obstante esa severidad, nadie ha hecho mayor justicia, ni en mas sublimes y po6ticos terminos al merito de ese monu- mento de nuestra Literatura que Bolivar, en sus dos indicadas cartas. No se puede pintar mejor la inspiration -del poeta que como lo hace Bolivar, cuando dice: ctodos los climas de la zona t6rrida, todos los fuegos de Junin y Ayacucho; todos los rayos del Padre de Manco Capac no han producido jams una inflamacion mas in- tensa en la mente de un mortal.)) Y es lo mismo, cuando aprecian do la versificacion del Canto le dice a Olmedo: < gunas de las inspiraciones son originales; los pensamientos no- bles y hermosos. 4De d6nde sac6 U. tanto estro para mantener un canto tan bien sostenido, desde su principio hasta el fin?) En cuanto A la justicia de las censuras, Olmedo, en la respues- REVISTA PERUANA. 67 ta que tambien publicamos, la reconoce en general, si bien recla- ma en su favor la libertad de la poesia lirica y su derecho a la emancipacion del clasicismo, a cuyo yugo queria someterlo Bo- livar. Sin embargo, tal fuerza encontr6 el cantor de Junin en las observaciones de sn h6roe, que la principal, relative 6 la alegorfa del Inca y su vaticinio, que forman la mayor parte del canto, le mereci6 en su reimpresion de L6ndres, en 1826, una larga nota justificandola, asi come las contradicciones de que le acusaban Bolivar y otros. De la exactitud en las faltas de versificacion que le anot6 Bo- livar, testimonio de su versacion con los poetas, responded las correcciones hechas por el author eni esa misma reimpresion, de donde desaparecieron aquellos dos versos prosaicos, el 720 y el 750, que Olmedo corriji6, apelando en el primero a una sincope: diciendo: Que el iagdalen y el Rimac bullicioso. Y el segundo: Del triunfo que magnwfco prepare. Las censuras de Bolivar al Canto a Junin hacen, pues, tanto honor al critic como al poeta y eran dignas de ser consignadas en la Historia literaria de Hispano-America. Creemos haber hecho un servicio a las letras peruanas, reco- ji4ndolas de la prensa de Venezuela para darles un lugar en esta Revista. Lima, Agosto 31 de 1879. JosE CASIMIRO ULLOA. Senior Jos6 Joaquin Olmedo. Ouzco, d 27 de Junio de 1825. Querido amigo: Hace muy pocos dias que recibi en el camino dos cartas de U. y un poema; las cartas son de un politico y de un poeta, pero el poema es de un Apolo. Todos los colors de la zona t6rrida, to- dos los fuegos de Junin y Ayacucho: todos los rayos del padre de Manco Capac, no han producido jamas una inflamacion mas in- 38 REVISTA PERUANA. intense en la mente de un mortal. U. dispara fulmines donde no se ha tirado un tiro: U. abrasa la tierra con las ascuas del eje y de las ruedas de un carro de Aquiles que no rod6 jams en Junin: U. se hace duefio de todos los personajes: de mi forma un Jupi- ter: de Sucre un Marte: de Lamar un Agamenon y un Menelao: de C6rdova un Aquiles: de Necochea un Patroclo y un Ayax: de Miller un Di6medes y de Lara un Ulises. Todos tenemos nuestra sombra divina 6 her6ica que nos cubre con sus alas de protection como angeles guardianes. U. nos hace 4 su modo poetico y fan- tAstico, y para continual en el pais de ]a poesia la ficcion de la fibula, U. nos eleva con su deidad mentirosa como el Aguila de Jipiter levant6 a los cielos a la tortuga para dejarla caer sobre una roca que le rompiese sus miembros rastleros. U., pues, nos ha sublimado tanto que nos ha precipitado al abismo de la nada, cubriendo con una inmensidad de luces el pilido resplandor de nuestras opacas virtudes. Asi, amigo, U. nos ha pulverizado con los rayos de su JApiter, con la espada de su Marte, con el cetro de su Agamenon, con la lanza de su Aquiles, y con ]a sabiduria de su Ulises. Si yo no fuese tan bueno y U. no fuese tan poeta, me avanzaria A career que U. habia querido hacer una parodia de la Iliada con los heroes de nuestra pobre farsa. Mas no: no lo creo, U. es poeta y sabe bien tauto como Bonaparte, que de lo heroico a lo ridicule no hay mas que un paso; y que Manolo y el Cid son hermanos, aunque hijos de distintos padres. Un americano leera el poema de U. como un canto de Homero; y un espafiol lo leerA como un canto de faciltol de Boileau. Por todo doy A U. las gracias, penetrado de una gratitud sin limits. Yo no dudo que U. lenarA dignamente su comision 4 Ingla- terra: tanto lo he creido que habiendo echado la faz sobre todo el imperio del Sol, no encontr6 un diplomatico que fuese tan capaz de representar y negociar por el Peril mas ventajosamente que U. Uni a U. un matematico, porque no fuese que llevado U. de la verdad po6tica, creyese que dos y dos formaban cuatro mil; pero nuestro Euclides ha ido a abrirle los ojos a nuestro Homero para que no yea con su imaginacion sino con sus miembros, y para que no le permit que lo encanten con armonias y metros y abra los oidos solamenta A la prosa tosca, dura y despellejadora de los politicos y de los publicanos. REVISTA PERUA.NA. 39 He llegado ayer al pais clAsico del Sol de los Incas, de la fAbu- la y de la historic. Aqui el sol verdadero es el oro. Los Incas son los vireyes 6 prefectos. La fabula es la historic de Garcilaso: la historic, la relacion de la destruction de los indios por Las Casas. Abstraccion hecha de toda poesia. Todo me recuerda altas ideas, pensamientos profundos: mi alma esta embelezada con la presen- cia de la primitive naturaleza desarrollada por si misma, dando creaciones de sus propios elements por el modelo de su s inspira- ciones intimas, sin mezcla alguna de las obras extrafias: de los consejos ajenos, de los caprichos del espiritu human, ni el con- tagio de la historic de los crimenes y de los absurdos de nuestra especie. Manco-Capac, Adan de los indios, sali6 de su paraiso Ti- ticaca y form una sociedad hist6rica sin mezcla de fAbula sagra- da 6 'profana, sin diluvio de Noe 6 de Deucalion, sin historiador de Moises 6 de Herodoto. Dios lo hizo hombre: 61 hizo su reino y la historic ha dicho la verdad; porque los monumentos de pie- dra, las vias grandes y rectas, las costumbres inocentes y la tra- dicion genuine nos hacen testigos de una creacion social de que no tenemos ni idea, ni modelo, ni c6pia. El Peru es original en los fastos de los hombres. Esto me parece porque estoy present, y me parece evidence todo lo que, con mas 6 menos poesia, acabo de decir a U. Tenga la bondad de presentar esta carta al senior Paredez, y ofrezco a U. las sinceras espresiones de mi amistad. BOLiVAR. Senior D. Jos6 Joaquin Olmedo. Cuzco, 12 de Julio de 1825. Mi querido amigo: Ante ayer recibi una carta de U. de 15 de Mayo, que no puedo m6nos que llamar extraordinaria, porque U. se toma la libertad de hacerme.poeta sin yo saberlo, ni haber pedido mi consentimien- to. Como todo poeta es temoso, U. se ha empefiado en suponer- me sus gustos y talents. Ya que U. ha hecho su gasto y torado su pena, har6 como aquel paisano a quien hicieron rey en una comedia, y decia: 40 REVISTA PERUANA. ciego por imitar al rey de la comedia, que no dejaba titere con gorra que no mandase preso. Entremos en material. He oido decir que un tal Horacio escribi6 a los Pisones una carta muy several, en la que casting aba con dureza las composicio- nes m6tricas, y sn imitador Mr. Boileau me ha ensefiado unos cuantos preceptos para que un hombre sin media pueda decidir y tronchar a cualquiera que liable muy mesuradamente, en tono melodioso v ritmico. Empezar6 usando de una falta oratoria, pues no me gusta en- trar alabando para salir mordiendo: dejar6 mis panejiricos para el fin de la obra que, en mi opinion, los.merece bien, y preparese U. para oir inmensas verdades, 6, por mejor decir, verdades pro- saicas, pues U. sabe muy bien que un poeta mide la verdad de un modo diferente de nosotros los hombres de prosa. Seguire mis maestros. Usted debia haber borrado muchos versos que yo encuentro prosaicos y vulgares: 6 yo no tengo oido musical, 6 son casos, 6 son renglones 6ratorios. PAseme U. el atrevimiento; pero U. me ha dado este poema y yo no puedo hacer de 61 cera y pabilo. Depues de esto, U. debia haber dejado este canto reposar como el vino su fermentacion para encontrarlo frio, guisarlo y apreciar- lo. La precipitation es un gran delito en en un poeta. Racine gastaba dos afios en hacer mnnos versos que U., y por eso es el mas puro versificador de los tiempos modernos. El plan del poema, aunque en realidad es bueno, tiene un de- fecto capital en su disefio. Usted ha trazado un cuadro muy pequefio para colocar dentro un coloso que ocupa todo el Ambito y cubre con su sombra A los personajes. El Inca Huaina-Capac parece que es el asunto del poema: 61 es el j6nio, 1 la sabbidura, 61 es el heroe, en fin. Por otra parte, no parece propio que alabe indirectamente 4 la reli- gion qne le destruy6: y ineos parece propio, annque no quiera el restablecimiento-de su trono., ;r dar preferencia 4 extranje- ros intr usos, que aunque vengaiorus de su sangre, siempre son descendientes de los que aniquilaron su imp erio: este desprendi- miefto no se lo pasa A U. nadie. La naturaleza debe presidir a todas las reglas, y esto esta en la naturaleza. Tambien me per- mitirA U. que le observe que este j6nio inca, que debia ser mas le- REVISTA PERUANA. 41 ve que el 6ter, pues que viene del cielo, se muestra un poco ha- blador y embrollon, lo que no le han perdonado los poetas al buen Enrique en su arenga ~ la reina Isabel: y ya sabe U. que Voltaire tenia sus titulos a la.indulgencia, y sin embargo, no es- cap6 a la critical. La introduction del canto es rimbombant e: es el rayo de Jipi- ter que part A la tierra, atronar A los Andes que deben sufrir la sin igual fazafia de Junin: aqui de un precepto de Boileau que alaba la modestia con que empieza Homero su divina Iliada. Promete poco y da much. Los valles y la sierra proclaman A la tierra: el sonsonete no es lindo: y los soldados proclaman al general, pues que los valles y la sierra son los muy humildes ser- vidores de la tierra. La estrofa 360 tiene visos de prosa: yo no se si me equivoco; y si tengo la culpa i.para que me ha hecho U. reir? Citemos para que no haya dispuesta, por ejemplo, el verso 720: parecer rigoroso e ingrato con quien me canta. La torre de San Pablo serA el Pindo de U., y el caudaloso Ta- mesis se convertiro en Helicona: alli encontrarA U. sus cantos lle- nos de spleen, y consultando las obras de Milton, hara una bella aplicacion de sus diablos a nosotros. Con las sombras de otros muchos inclitos poetas, U. se hallara mejor inspirado que por el Inca, que A la verdad no sabria can tar mas que yarabies. Pope el poeta del culto de U. le darA algunas le ccioncitas para que cor- rija ciertas caidas de que no pudo escaparse ni el mis mo Home- ro. U. me perdonari que me meta tras de Horacio para dar mis oraculos: este criticon se indignaba de que durmiese el autor de la Iliada, y U. sabe muy bien que Virgilio estaba arrepentido de haber hecho una hija tan divina como la Eneida, despues de nue- ve afios de estarla'engendrando: asi, amigo: lima y mas lima, pa- ra pulir las obras de los hombres. Ya veo tierra: termino mi cri- tica, 6 mejor dire mis palos de ciego. Confieso A U. humildemente que la versificacion de su poema me parece sublime: un j6nio lo arrebat6 4 U. A los cielos. U. con- serva en la mayor parte del canto un calor vivificante y continue: algunas de las inspiraciones sou originals: los pensamientos son 6 42 REVISTA PERUANA. nobles y hermosos: el rayo que el heroe de U. presta A Sucre es superior a la cesion de las armas que hizo Aquiles 4 Patroclo. La estrofa 130 es bellisima: oigo rodar los torbellinos y ver arder los ejes: aquello es griego, es hombrico. En la presentation de Boli- var en Junin se ve aunque de perfil el moment antes de acome- terse Turno y Eneas. La part que U. da A Sucre es generosa y grande. Y cuando habla de Lamar me acuerdo de Homero can- tando A su amigo Mentor, aunque los caracteres son diferentes, el caso es semejante: y por otra part jno serd Lamar un Mentor guerrero? Permitame U., querido amigo, le pregunte: ,y de donde sac6 U. tanto estro para manteuer un cauto tan bieu sostenido desde su principio hasta el flu? El t6rmino de la batalla da la victoria, y U. la ha ganado, porque ha finalizado su poema con dulces ver- sos, altas ideas y pensamientos filos6ficos. Su vuelta de U. al campo es pindArica, y a mi me ha gustado tanto que la llamaria divina. Siga U., mi querido poeta, la hermosa carrera que le han abierto las Musas con la traducion de Pope y con el canto A Bo- livar. Perdon, perdon, amigo; la culpa es de U. que me meti6 a poeta. Su amigo de corazon. BOLiVAR. Londres, 19 de Abril de 1826. (Todas las observaciones de U. sobre el canto de Junin tienen, poco mas 6 m6nos, algun grado de justicia. U. habrA visto que en la fea impression que remiti a U. se han corregido algunas mI- culas que no me dej6 limpiar en el manuscrito el deseo de enviar a U. cuanto antes una cantinela compuesta mas con el corazon que con la imagination. Despues se ha corregido mas y se han hecho adiciones considerable; pero como se ha variado el plan, en caso de ser imperfecto, imperfecto se queda. Ni tiempo, ni hu- mor ha habido para hacer una variacion que debia trasformarlo todo. Lejos de mi patria y familiar, rodeado de sinsabores y aten- ciones graves y molestisimas, no, sniior, no era la occasion de tem- plar la lira. REVISTA PERUANA. 43 ((El canto se esta imprimiendo con gran lujo, y se publicara la semana que entra; lleva el retrato del heroe al frente, mediana- mente parecido; lleva la medalla que le decret6 el Congreso de Colombia y una ilmina que represeuta la aparicion y oraculo del Inca en las nubes. Todas estas exterioridades necesita el canto para aparecer con decencia entire genes extrafias. "Una de las razones que he tenido A mas de las indicadas para no hacer un trastorno general en el poemni, es que asi como vino ha tenido la fortune de agradar a paladares delicadas y dificiles (sera sin duda por su objeto). Rocafuerte, por una double razon, lo aplaude en t6rminos que me lisonjearian much, si 61 amase me- nos al h6roe y al autor. Otros que se tienen y han tenido por co- nocedores, han hecho y publicado analisis sobre esa composition; y yo me complazco, no por ser alabado, sino por haber cumplido (no muy indignamente), un antiguo y vehemente deseo de mi co- razon, y por haber satisfecho esa antigua deuda en que mi Musa estaba con mi patria. ( Todos los capitulos de los cartas de U. merecian una s6ria con- testacion; pero no puede ser ahora. Sin embargo, ya que U. me da tanto con Horacio y con su Boileau, que quieren y mandan que los principios de los poemas sean modestos, le responder6 que esto de reglas y de pautas es para los que escriben diddcticamente, 6 para la exposicion del argument en un poema epico. 4 Pero qui6n es el osado que pretend encadenar el g6nio y dirijir los rap- tos de un poeta lirico ? Toda la naturaleza es suya; 4 qu6 hablo yo de naturaleza? Toda la esfera del bello ideal es suya. El bello des6rden es el alma de la oda, como dice su mismo Boileau de U. -Si el poeta se remonta, dejarlo; no se exije de 61 sino que no caiga. Si se sostiene, llen6 su papel, y los critics mas severos se quedan at6nitos con tanta boca abierta, y se les cae la pluma de la mano. Por otra parte, confieso que si cae de su altura, es ignominiosa su caida, asi como es vergonzosisima la derrota de un balandron.-El exabrupto de las odas de Pindaro, al empezar, es lo mas admirable de su canto. La imitacion de estos exabruptos es lo que muchas veces pindarizaba 6 Horacio. a ( Queria U. tambien que yo buscase un modelo en el cantor de Enrique. Z Que tiene Enrique con U? Aquel triunf6 de una fac- cion, y U. ha libertado naciones. Bien conozco que las iltimas ac- 44 REVISTA PERUANA. ciones merecian una epopeya; pero yo no soy mujer de esas; y aunque lo fuera, ya me guardaria de tratar un asunto en que la menor exornacion pasaria por una infidelidad 6 lisonja, la menor ficcion por una mentira mal trovata, y el menor extravio me aver- gonzaria con la gaceta. Por esta razon, esas obras han de tener algo de admirable, es precise que su action, su heroe y su escena est6n siquiera A media centuria de distancia. jQuien sabe si mi humilde canto de Junin despierte en algun tiempo la fantasia de algun nieto mio ! J. J. OLMEDO. INEDITOS. CARTA DE DIEGO CENTENO A GONZALO PIZARRO EN RESPUESTA DE LA QUE LE ESCRIBI6. (Conclusion.) En lo que dice que cofioce que S. M. debe dar crddito & lo que io 6 los que dicen que me siguen hemos escrito, tiene mui gran razon, porque allen- de de no haber escrito nosotros cosa que no sea verdad, es notorio en esta tierra que han ido muchos testigos & Espania 4 firmas 6 cartas muchas de Vm., en prueba de las relaciones que se han embiado. A lo que io A S. M. he escrito, pues io no pretend otra cosa sino hacer en esta jornada lo que A cristiano 6 buen vasallo 6 criado de S. M. deba 6 sola obligacion que & estas dos cosas tengo, me compelo & venir al Peril con deseo de habiendo cumplido con ellas, bolverme 6 vivir ese poco de vida que me queda en mi naturaleza 4 morir en ella, que es lo que entire todas cosas desta vida oi mas deseo, i ansi mismo, 6 los que dize que me siguen, que podria decir mejor que se concuerden conmigo en seguir el servicio de S. M., ai razon de dar cr6dito, pues tienen por si tan gran abono como es la muestra que de files i leales A su Rei han dado, que solo por hacer lo que en esto como como buenos vasallos 4 hijos dalgos deben, han dexado a Vm. i no por fal- ta de amor que le tubiesen, que cierto en muchos dellos conoci tanto este que lo tube por falta, i pues A la persona de Vm. amaban, i solo 4 sus obras i rebellion aborrecian, de career es que lo que escriviesen seria sola- mente quanto las obras de Vm. en deservicio de S. M. pidiesen i no mas. De lo que Vm. me dice que no dudaria de informar la verdad & S. M- restituia su estimacion en su acatamiento real en lo que se debe tener un vasallo obediente i fidelisimo que segun Vm. dice para otro fin no lo pre tende ni lo quiere, me maravillo much que crea Vm. ni el que su carta not6 que ai sola su rebellion 6 inobediencia 6 lo que en deservicio de su Rei i en daiio de sus ministros 6 vasallos, 6 tierra asi que piense con palabr.as ocultar fechos tan notoriamente i persuadir A que se crea lo contrario. Suplicole que vuelva sobre si i Qonsidere quan notorio es en Espala que 46 REVISTA PERUANA; debi4ndose publicar las ordenanzas con el acatamiento que & S. M. se de- bia, como se habia en la Nueva Espaila sin armas ni alborotos, no se con- tent6 con serlo asi, sino que como quien no se acordaba de quien era su Rei ni del acatamiento que 4 sus mandamientos i ministros se debia tener, habidndole hecho procurador, para solo suplicar de las ordenanzas la ciu- dad del Cuzco Vm. junt6 gente 4 vino A Lima con ella contra el Visorrei que S. M. habia embiado, como quien no pretendia pedir justicia, sino to- marla por fuerza 4 usurpar la jurisdiction de S. M., como lo hizo. Ni crea que ai alguno en estos reinos ni los de Espafia que no entienda que fu6 cosa de ningun moment el color que quiso dar para ocupar la governacion con la provision que dice que le di6 la audiencia, asi porque fu6 mui notorio quan por part de S. M. se procura aquella provision i la necesidad i aprieto en que se puso el Licenciado Zarate, porque no la que- ria firmar, el qual ante quatro escrivanos que fueron Z&rate que al pre- sente existe en Espaiia 4 Pedro Lopez 4 Simon de Alzate 6 Baltazar Vaz- quez que resident en Lima, pidi6 por testimonio que la firmaba de mie- do de Vm.; porque no osaba hacer otra cosa, como tambien porque esta cla- ro que no alcanzaba Vm. tan poco, ni los que le aconsejaban que no enten- diese que el audiencia no tenia poder para poderle hacer gobernador, por- que embiando S. M. visorreies a quien habia de pasar por pensamiento que S. M. tuviese intent que ack hubiese nadie de hacer governador, tam- bien porque embiando audiencia como se comprendia que hubiese de haber governador, i asi mostr6 Vm. que lo entendia, pues metido en la governa- cion deshizo el audiencia i bolvi6 las cosas al estado que tenian quando la tierra se rejia solo por governacion. Y que Vm. mostrase que no pretendia suplicar de las ordenanzas i la revocacion de ellas, sino usurpar la jurisdiction i governacion, i de procu- rar esto sin temor de Dios i de su Rei, luego lo manifest, pues A los que vinieron 4 Lima con deseo de acudir & S. M. i t faborecer 6 su visor. rei & todos los tubo en much estrecho, como fueron 4 Garcilaso, al Licen- ciado Carabajal, a Gomez de Leon i Luiz Leon 6 Ger6nimo Castillo 6 Ge- rdnimo Soria i Gaspar Gil i otros, i dellos mat6 & Pedro de Barco, Machi- cao de Florencia i 6 Pedro de Saavedra, solamente por conocer dellos vo- luntad que querian que el Visorroi rijiese i governase conform 4 ]a volun- tad de S. M. i que Vm. no usurpase la jurisdiccion i por amedrentar 4 otros para que no le osasen contradecir su desordenado intent, porque 4 aquello no havia por que matallos ni maltratallos, por lo que tocaba a la suplicacion que tambien ellos la deseaban i querian que se hiciese, como personas interesadas en la revocacion de las ordenanzas, come vecinos que eran i tenian repa'rtimientos. Ni tampoco havia por qu6 maltratallos i tomarles sus haciendas, como lo hizo por el miedo que del Visorri finji6 que tenia, para traer la gente que traxo, pues al tiempo que los prendi6 i mat6 que fu6 resuelto, porque Vm. REVISTA PERUANA 47 los ahorc6 antes que entrase en Lima, i no supo desde algunos dias des- pues de entrado de la vuelta del Visorrei, i ansi la muerte i maltratamiento de aquellos que como buenos i leales vasallos, acudian A servir A su Rei i a favorecer a su Visorrei hizo, por entender que le querian contradecir en lo de su governacion i por poner miedo A otros para que no hiciesen lo mismo i aun no fue poca parte este miedo para que Vm. se diese la provision de gobernador que hasta ent6nces no se le habia dado. Y tambien sabe Vm. quan notorio es, como he dicho, que sin embargo que el Visorrei suspendi6 la execution de las ordenanzas, Vm. lo sigui6 hasta la muerte, como quien no pretendia lo que tocaba A impedir la execution de las ordenanzas, sino A conseguir la governacion i quitar de en medio al Visorrei que si la podia impedir. Y asimismo sabe Vm. que despues de muerto el Visorrei i que pareci6n- dole que en esta usurpacion se podria mejor conservar, no dexando pasar A ninguno que S. M. conjurisdiccion A estas parties embiase, escrivi6 A Pa- namA a quien alli tenia el armada que si alguno embiase & S. M., procura- se de darle un bocado con que lo matase, cosa tan ajena de la fidelidad eue Vm. muestra haver en 61. Y tambien sabe que escrivia que si alli supiese que S. M. no embiaba la governacion A Vm. 6 embiaba A hacer guerra, que los que en la dicha ar. mada estaban, destruiesen i asolasen el Nombre de Dios a6 Panama i esto estando en obediencia que para con su Rei en esta carta dice haber tenido. Y tambien'sabe Vm. la carta que hizo que me escriviesen desde Lima para que io no pasase A estos reino.s cumplir lo que S. M. me mandaba, viniendo A hacer tanto bien, como a todos los que en ellos estAn, S. M fu6 servido mandarle hacer, i esto porque entendi6 que no se lo embiaba, i que Vm. aquella carta hiciese escrivir i firmar con gran priesa i miedo si encontrase A muchos dellos lo que Vm. lo sabe bien e A todos es notorio, asi como cosa que tanto A su prop6sito de Vm. parecia que importaba, es- crivi6 que se habia fecho, i que con ello iban bien guiados sus negocios, A algunos de sus tenientes, en especial al capitan Diego de Mora, i sus car. tas embien con instruction A Lorenzo de Aldana a PanamA para que me diesen un bocado con que me matasen, 6 que me embarcasen en un navio 6 en la mar quitasen una tabla por donde se anegase conmigo, i los otros que en 41 fueren se salvasen en el batel, dexAndome A mi dentro para que pu. diesen decir que acaso me habia ahogado 6 anegado, cosa tan fuera de fide- lidad que Vm. muestra haber tenido quanto Vm. podrA bien entender, pues sabe que todo lo que aqui se dice i pasa. De la justicia que Vm. en sus tiempos administer, son buenos testigos los muchos que ha muerto, solo porque respondian A la fidelidad que A su Rei debian i no favorecian la fea rebellion i tirania, que Vm. ha procurado i procura i los muchos robos que contra estos i sus ministros han hecho, i la grave persecution no solo los que conocen que tenian cuidado de ser fie- 48 REVISTA PERUANA. les vasallcs, pero nun contra los que ha sospechado podian darele ste cui dado. E de lo que dice que hizo para que no se cargasen los indios, dan testi- monio los muchos que murieron en la ida i vuelta de Quito con cargas suias i de los que le siguieron on aquella jornada, i asi le dan los muchos, 6 que en cadenas ha llevado i lleva, quando despues de haber visto las pro- visiones de S. M. sali6 de Lima contra Diego Centeno i los otros que en el Cuzco, Charcas i Arequipa tomaron la voz de S. M. en la tierra que no so. lo le han alzado los mantenimientos, pero aun con todas sus fuerzas han procurado de damnificar los que conocian quc eran de su fea opinion, Ila- mando A 41 i 6 sus sequaces Aucaes, que es lo mismo que en nuestra len_ gua levantados alevosos. El cuidado que en lo spiritual Vm. ha tenido destos naturales, he que rido saber destos seiiores prelados i de personas religious as, si ha sido como Vm. en su carta dice, i bien s6 de ello, i asi me parece que debe ser cosa de reir que trayendo 61 i los que 6 su lado andaban tan poco cuidado de sus conciencias i christiandad, le tubiesen de todo los indios. Y quan bien en su tiempo se habia guardado la autoridad de su Rei, es t6 bien entendido, pues sabe Vm. quan graves i desacatadas palabras lo, que 6 Vm. querian complacer en su presencia han dicho 6 Vm. ha dicho tan desacatadas contra su Rei, que por ser tales, no las osaria io aqui de- cir, porque aun en referirlas me parece cometeria delitos, pues la rebellion 6 inobediencia ha sido i aun e es en obras tan grades i tan desacatadas, quan- to a todos es notorio no es de maravillar que lo haia sido en palabras. Lo que Vm. dice que no ha consentido que se toque en la caxa de S. M. debe entender para hablar con verdad que no ha consentido que otro alguno toque en ella ni se aproveche de la hacienda do S. M., sino Vm. 6 sus ministros pues que solo de ellos despues que ocup6 la governacion se han aprovechado de ella i gastadola, i asi en las Charcas i en el Cuz- co, i en Arequipa es notorio que todo lo que habia de S. M. lo coji6 su maestre de campo i lo traxo & Lima i asi aquello cor o todo lo que tenia en Lima sin dexar un maravedi en el area, ni en poder de los oficiales, lo ha ocupado i gastado, defendiendo su rebellion contra S, M. i lo mismo ha hecho de lo de Quito i de toda la tierra, i asi para su allanamiento i de los que le siguen, no he hallado un maravedi de S. M. en todo el Peru con que poder socorrer 6 la gente, sino que ha habido necesidad de tomar prestado, i asi Vm. persuadidndolc Paniagua quo embiase a S. M. sus quintos i hacienda, respondi6 que no queria sino tendrsela para defender- se del si le quisiese hacer guerra. En lo que Vm. dice de Bachicao no hago caso, en lo que se alarga del niimero de la gente i navios, porque aquello es pecado venial i con que ficilmente se puede pasar, i por la misma causa paso con lo que dice de gran belicoso i field era Bachicao, pues el fin que Vm. le di6, es buen tes- REVISTA PERUANA. 49 tigo ahorcindole, porque en lo que agora hard con Centeno, antes do ve- nir 6 romper huia, pero algo cara cost 5 Vm. la causa para quitar & Bachicao de Panama, que como Vin. sabe no fu6 otra sino tomer que Ba. chicao se le alzaria con el armada i asi al general Pedro de Hinojosa ha- b16, para que si no la quisiere dexar lo matase, i la buena intention con que embid al general, parecia bien por la amonest-cion que el Licenciado Cepeda le hizo, dici6ndole que miirase no era tiompo aquel de ser christia. no, sine meter cl anima i aun el cuerpo, si fuere menester en el inferno, i que el negocio que trataban no era para ir al ciclo, cosa que en su bon- dad i christiandad much escandaliz6. Quan engailado se muestra Vm. en su carta en decir que le impede los procuradores i tom6 los deopachos in lo ha dicho arriba, i 01 mismit desen- gaiio recibi en lo que dice que me aprovechU de los dineros que ellos lleva- ban, porque aunque Vm. en su carta que al general escribi6 a Panama le deciaque si no mepudiese contentar para que me bolviese a Espaila 6 infor. maseA S. M. en favor del idesu intent que me diese los que para su herma. no llevaba, i si no que hiciese lo que tenia escrito, que era matarme con bocado, 6 dar 6rden como me ahogarai ea la mar, ia me rei much de aquel cohecho, 6 de que Vm. pensase quo S. M. embiaba hombres que con nin- gun dinero se pudiese corromper, pero informado como aquellos dineros 1h, habia Vm.,hice a los oficiales reales de tierrafirme que lo echlrsen en la ca. xa de las tres laves i los asentasen en el libro que en ella esta haciendo cargo de tesorero i asi se hizo. Lo que Vm. dice que le pongo por delito que embi6d pedir justicia 6 S. M. 6 informal de la verdad sin duda ninguna, ninguno dir qcue no ha oido imputar a Vm. tal delito, sine que se alza con lo de su Rei, asi con la hacienda como con la jurisdiction, por ser tan notorio i manifesto 6 que atrevi6ndose A que su Rei esta mui lejos, piensa poder persuadirle lo con- trario. El interest que io preteado en esta negociacion que sc trata, puedo io de cir sin perjure delante de Dies que no es otro sine efectuarla come convie. ne al servicio de Dies i de nuestro Roi, 6 bien 6 sosiego de los desta tierra i aun de Vm., si 61 quisiere ser capaz de ella, i no estuviese tan ciego para no conocer quan peligrosa vida vive en lo que hace para con Dies i con su Rei i su propia alma i honra i aun la passion que los que dice quo mc siguen tienen, puedo bien certificar que no es otra sine zelo do servir a U,. i ha- cer lo que deben a buenos i leales i deseo que Vm. licgoe a halzer en esto lo que debe. La pena que Vm. jura quo tiene poniendo a Dios por testigo de que piensen que falta un punto del servicio de S. M., podria bien escusar de- xando de faltar tantos puntos come falta del servicio de su Rei, pero en fin puede S. M. decir bien de lo que Dies dice del pueblo de Israel que con la 50 REViSTA PERUANA. boca le honraba i el corazon tenia 16xos de 41, i es cosa de much dolor que un hombre que esti en la figure de Vm. i con juramento i hablando con su Rei, hable cosa tan contraria de lo que (i todos es notorio. Biencreo que de una criatura tan estraila i pequeiia comoio soi no habria razon que Vm. temiese, si no tubiese de mi parte Dios i el Rei i lajusticia i fidelidad i tantos buenos vasallos i servidores de S. M. como estan, pero pe- leando Vm. contra todas estas cosas, m.i gran razon tiene que temer sino se reduce al servicio de las magestades divina i humana, que perderg el cner- po i el alma, como en breve lo vera. La condition que Vm, dice tiene la gente de esta tierra, no me maravi- 1lo que algunos la tengan, pero al fin como sean esparioles, los mas ban de seguir la fidelidad i poner por la defense de ella la vida, con el animo que nuestra nacion lo suele hacer. E lo que dice de la justicia que defiende, debe Ilamar justicia su injusti- cia, la usurpacion que procura hacer de la jurisdiccion i tierra de S. M., porque io no se qu6 otra justicia pueda pretender ni pretend, i asi parece, que quiere decir, que como cosa que defiende lo suio defendi6ndose en su rebellion i tirania se le hace de parte de S. M. injustamente guerra. Y en lo que dice defiende la justicia deste reino, io no lo entiendo, pues todo el reino estA de parte de S. M. contra Vm. si estan los vecinos, salvo si no se liamasen vecinos d los que agora ha dado c6dula de indios, Muchas otras cosas mui notorias que Vm. ciego con esta ambicion desta negra governacion ha consentido contra la fidelidad i obediencia que & su Rei debia asi de muchas muertes, malos tratamientos i despojos de hacien- das que ha hecho en muchos, porque apellidaban la voz de S. M. i alzaban bandera por 61, i se decia que habian de acudir 6 su real voz, dejo de rela- tar aqui porque seria nunca acabar esto, i finalmente, sabe Vm. que su re-- belion e inobediencia ha venido & tanto estremo, que no solo holgaba de que en pfiblico le dixesen que le habian de coronar por Rei desta tierra, pe- ro ha consentido i tenido por bueno, que en sus banderas se pusiese corona encima de una P. i una R., dando a entender que se le debia coronar. Son todas cosas tan notorias 6 fuera de lo que Vm. en su carta quiere justificar que parece falta de entendimiento pensar que se puede persuadir sombra de injustificacion, i por esto Vm. no debe confiiar en la justicia de nuestro Rei sino en la gran clemencia i misericordia, que ha sido servido usar, i abrazarla con entero reconocimiento de que es digno de su santo i cath6lico Animo i no de lo que Vm, tiene merecido. He dicho todo lo arriba contenido, no solo por lo que con la occasion de lo que escrive en su carta me ha dado, pero aun por advertirle quan cono- cido se tiene i es notorio lo que Vm. ha heche i hace, i lo poco que deben confiar en la contestura i colors que en su carta procura dar, 6 para que no confien pensar que S. M. por estar 16xos entendera las cosas tan obscura- mente, que con persuasions tan flacas se le pueda hacer career otra cosa REVISTA PERUANA. 51 de lo que pasa, Vm. describe siempre en hacer lo quo debe, 4 penalle de ha- ber desviado de ello, i hard lo que A vasallo i christiano debe, i lo que es menester para su remedio i so arrime en todo at la verdad, porque esta es la que le vale i lo contrario es tan flaco, que ninguno en ello confia que ia que algun poco de tiempo se tubiese al fin no caiese, i de lo que se dice de mi ha habido no tenga mucho caso, pues aquello ia que io fuese contra 41 dafiaria, mas no haria informed la guerra, quanto mas que lo que io en ella tengo, aunque no tubiese comision de S. M. i dispensacion de nuestro Santo Padre, como la tengo dada i suplicacion de S. M. para en- tender sin nota de irregularidad en todo lo que S. M. me cometiere, io pue- do no solo sin pecado, pero aun sin esta nota hacer lo que en esta nego- ciacion hago. Nuestro Seifor alumbre 4t Vm. i d4 gracia, para que haga lo que mas a su servicio convenga como desea i aun que sin duda como prdjimo se lo desea. De Xauxa, a 16 de Diciembre de 1547. Tambien sabe Vm. quan poco bien cabe, con la fidelidad que Vm. en su carta quiere dar & entender & S. M. que ha tenido para su real servicio, la investidura que Vm. entendia en procurar aun ante.s de mi venida que Su Santidad le hiciese de estos reinos, cosa fuera de tino i de conocer quien cs nuestro Rei en Roma i fuera de ella. Quien de verdad desea el bien i buen servicio de Vm., que es otro que el que so procura. EL LICENCIADO GASCA. CARTA DEL PRINCIPLE AL LICENCIADO GASCA. EL PRirCIPE (*). ticenciado Gasca del Consejo de la Santa i General Inquisicion i Pre- sidente de la Audiencia i Chancilleria Real de las provincias del Peril, vi una letra que escrivisteis al Consejo de Indias en 18 i 26 de Octubre del (*) Felipe II. REVISTA PERUANA. OZ aho pasado de mil i quinientos cuarenta i seis, i antes se habian recibido todas las que hasta alli habeis escrito asi S. M., como al Comendador Maior de Leon, en que particularnente hazeis de todo lo sucedido on vues- tro viage i llegada, i el estado en quo quedaban las cosas al tiempo de vnestra postrera carta i las diligencias i cumplimientos que habeis hecho, asi en la embiada de Pedro Hernandez Paniagua, i carta que con 61 escri- bisteis 4 Gonzalo Pizarro, como la quo escrivisteis con vuestro criado i el fraile 4 los pueblos i otras personas particulares i todo lo demas que en vuestras cartas decis que en todo habeis mostrado i mostrais prudencia i cordura i la voluntad que tennis al servicio de S. M. i teniendo entendido esto i la causa tan just que levais, esperamos en nuestro sefor que lo guiara todo de manera que aquella tierra se pacifique i se reduzga & obediencia i servicio de S. M. por el camino de clemencia de que ha sido servilo usar con aquellos alterados, sin que sea menester el del rigor i cas- tigo i como quiera que esto se eutendia asi por las palabras de vuestras cartas en una caravela de que es maestre Pedro Carrasco que sali6 del Nombre de Dios en el mes de Diciembre, por cartas de mercaderes que es- crivieron a sus compafiias & Sevilla i havemos entendido lo que vereis por el traslado de los capitulos que con esta se os embiaran, en que dan & en- tender que el capitan Pedro de Hinojosa, Lorenzo de Aldana i otros capi- tanes, como fieles vasallos de S. M. i entendida por ver su intention i vo- luntad real, que es usar con todos de clemencia, i el mal camino que Ileva- ban, so reduxeron i pusieron la armada i gente que tenian 4 nuestra dis- posicion i voluntad, habemos mandado con gran diligencia entender en proveros de las armas i cosas que en vuestra carta i memoriales, que con ella vienen pedis i embiar con ello una armada con la gente i provision que parecer6 suficiente para el castigo de los alterados i paz i sosiego de aque- lla tierra i pues os han puesto en necesidad de usar de la fuerza, somos ciertos que habreis hecho las diligencias necesarias en avisar & D. Antonio de Mendoza Visorei de la Nueva Espafla, i 4 los presidents i governadores i oficiales de S. M., i puesto el recado que en todo convenga, como la con- fianza que S. M. haze de vuestra persona i prudencia lo require, i que quando vaia la provision de ac4 vos lo tendreis allanada con el socorro i aiuda que los ministros i files servidores de S. M. os habrin dado, i para que esteis advertido de lo que ac& se provee, i tambien pasa esta caravela, i tras ella ira otra con lo que mas se ofreciere, much os encargo i mando que'd la hora, lo mas presto que pudieredes, le despacheis con aviso largo i particular de todo lo que alli hai. Por una carta del governador de Cuba habemos entendido que le embias- to 4 pedir socorro de gente, arms i bastimentos, i por esto se entiende que lo mismo habeis hecho con todos los otros governadores, i aunque somos ciertos que vos habreis cumplido lo que de part de S. M. le. ha- breis mandado, nos ha parecido embiaros cartas nuestras sobre ello que 53 RESVITA PERUANA. irAn con esta i por otra parte tambien que les mandaremos embiar des- pachos. La cedula que pedis para poder gastar en esa provincia de la hacienda de S. M. lo que fuere menester para la jornada, va con esta, i de la mane- ra que la pedis para que solo A vuestro parecer se haga, sin tomar para ello parecer de oidores, i asimismo se embi6 a mandar A los oficiales de esa tierra que no embien oro ni plata, sino que lo retengan en si para el di- cho efecto. Mucho lie holgado de la gran conflanza que tennis del mariscal Alonso do Alvarado, i lo much que aprovecha i sirve, i esa confianza tubo S. M. siempre del, asi lo honr6, io le escrivi la carta, i io le hablard6 este pro- p6sito lo que com enga, i lo mismo al Alelantado Pascual de Andagoia. Asimismno vos made embiar cartas mias, para el capital Pedro de Hi- nojosa i Lorenzo de Aldana, en caso que sea verdad, lo que aied se ha di. cho que han hecho en servicio de S. M. dlardiselas i hablareis por virtud de la creencia de ellas lo que os parociere segun el tiempo lo permitiere, i en las cartas que van on blanco para este prop6sito vereis las personas que os pareciore que han servido, usando dellas como i en el tiempo que con- vemga. De la muerte del Licenciado Reinteira nos ha dolido, porque se- gun la confianza que vos teniades del, parece que os fuera provechoso en la jornada, acd se moverA con today la mas brevelad que ser pueda otro oi- dor en su lugar, entire tanto vos all con los que tuvierades, hareis i prove- reis lo que convenga, entire tanto que vos ai estuvieredes hecho, nombra- reis una persona suficiente qual a vos os pareciere que conviene para que sirva ese oficio entire tanto que S. M. otra cosa provee, De Madrid, 4 tres dias del mes de Maio de 1547. Y porque somos informados que en Nicaragua i otras parties hai algunas personas que so han declarado por S. M. i han servido en lo que ha podi- do, a alguna destos tales, hallando ser ansi seria bien que se les diese de las cartas que van on blanco, echando su nombre en ella, para que mas se animara A servir 6 S. M.; hareis en ollo lo que os pareciere que todo se re- mite ( vuestra prudencia. YO EL PRINCIPLE. Por mandado de su Alteza.-Juan de S'dmano. MEMORANDUM DE LA GUERRA DECLARADA POR CHILE A BOLIVIA Y EL PERU. Aunque en nuestras venas corre sangre peruana, y nuestro co- razon arde en patriotism, no por ello hemos faltado ni faltare- mos jams a la verdad, consignando para la historic hechos fal- sos 6 adulterados, porque tenemos la conviction de que quien asi procede y se le sorprende en alguna inexactitud ya no es creido. No queremos ni debemos imitar al Gobierno de Chile y su prensa que han olvidado todas las reglas y principios de la digni- dad y decoro, publicando en su pais y en el extranjero noticias absolutamente falsas las mas, y vergonzosamente adulteradas to- das : esa Nacion y sus escritores, consiguieron alucinar por poco tiempo 4 los que incautamente creian verdades las que daban en sus telegramas y en sus parties y documents oficiales. Hoy su- fre esa desventurada Repuiblica el castigo de sus mentiras. En casi todos los peri6dicos de Europa y America se ha dicho que las publicaciones de Chile en asuntos de la actual guerra ya no merecen ningun credito, al estremo que hoy se reproduce en aquellos diaries muy raras noticias tomadas de su prensa. Baste recorder que aun antes de que Chile declarara la guerra al Peril, anunciaron en la prensa europea qae el Peri la habia declarado: se dijo que Bolivia rechazaba la mediacion, y con documents se prob6 lo contrario: la declaracion de guerra 4 Bolivia la funda- ron primero en el impuesto de diez "centavos por quintal al sa- litre que esportara la compaiiia de Antofagasta, y en el Manifiesto REVISTA PERUANA. 00 dirijido a las naciones, esponiendo las causes de esa guerra se alegan como fundamentals otras razones no aducidas antes. El combat de Iquique en el que pereci6 la ((Esmeralda) y fug6 la a ((Covadonga)) encallandose la fragata (dndependencian, lo anun- ciaron, asegurando que la primer fuh volada prendiendo su San- ta Barbara Antes que rendirse, y que la segunda ech6 a pique a la filtima. Altamirano, el Intendente de Valparaiso y otros, en documen- tos oficiales decian:.... (La ((Esmeralda) incendiando su Santa B6rbara y volando en pedazos con su noble estandarte y sus he- hoicos defensores, deja de ser un buque y se convierte en simbo- lo de uuestra gloria.... (Ciento veiute chilenos agrupados al pie de la bandera de su patria y embarcados en una goleta (La ((o- vadouga)), poco mas poderosa que una lancha, han bastado para destruir, incendiary y sepultar en el mar el poderoso blindado pe- ruano ((La Independencian) y con l la fuerza maritima del Perf.)) Aseguraron que la (Magallanes) se bati6 con la (Union) y ((Pilcomayo,) obligandolas A huir malamente averiadas y con muchos muertos y heridos, cuando la (Magallanes) fu6 la que huy6 algo averiada y los otros se retiraron sin haber recibido un solo proyectil del enemigo. En el curso de este Memorandum pa- tentizaremos otras falsedades semejantes A las anteriores. Es ya un echo comprobado con el testimonio de los mismos escritores y politicos de Chile que la verdadera causa de la actual guerra, es y ha sido una especulacion mercantil de los actuales mandatarios y otros hombres pfiblicos que dirijen la political de aquella descarriada y engafiada Nacion. Todos ellos eran y con- tinUan siendo accionistas de la Compafiia Salitrera de Antofagasta y sus ferrocarriles; les convenia asegurar la propiedad absolute de ellas y no tener la competencia de los salitres peruanos, A la vez necesitaban continual gobernando; y como se acercaba el pe- riodo de nuevas elecciones, querian llamar la atencion de los opo- sitores con una guerra national. El bloqueo de Iquique y los ele- mentos acumulados en Antofagasta no tuvieron otro objeto que impedir la esportacion de salitres peruanos y aumentar los de Antofagasta, consiguiendo asi la escasez del articulo en los mer- cados de Europa y la subida del precio; y por cierto que consi- O6 REVISTA PERUANA. guieron su fin, porque lograron los s6cios Ministros y otros un excelente dividend de utilidades. El combat de Iquique en que Chile perdi6 una de sus naves, otra sali6 averiada y en el que perecieron en el fondo del mar mas de ciento setenta hombres, fue sin embargo cantado como triunfo, y glorificados los derrotados. En ese combat se vi6 al Coman- dante de la WCovadonga) fusilar a los nafifragos de la cIndepen- dencia) en los misnios moments en que el ((Huascar)) salvaba 4 los pocos que no se hundieron con la c(Esmeralda). Pretendieron hacer career que algunos que, como Prat y otros, por salvar sus vidas saltaron A refugiarse en la cubierta del ((Huascar,) tuvieron por objeto el abordarlo, siendo asi que el segundo Comandante de la ((Esmeralda)) con toda su tripulacion permanecieron en su buque hasta que fue hundido, en cuyos moments en vez de pre- pararse al abordaje, solo se ocuparon en desnudarse para nadar y ponerse a salvo con mas facilidad. El Gobierno de Chile fascina- ba con mentiras 4 su pueblo porque sabia que en silencio se preparaba A pedirle cuenta de tantas victims cruelmente sacrifi- cadas. Los diaristas que conocian el peligro ayudaron 4 su Go- bierno a hacer career al pueblo que el combat de Iquique es un glorioso triunfo para Chile. i OjalA para honra y bien del Peril obtenga Chile muchos triunfos iguales al de Iquique. La consecuencia inmnediata de este combat fu6 la suspension del bloque de Iquiqueo desde el 21 de Mayo. La escuadra chilena que como hemos dicho regres6 del Callao (Mayo 22), en el instant que no vi6 en su bahia 4 los blindados ((Huascar)) 6 ((Independeucia)), navegaba rumbo al sur con la tran- quilidad del just, sin sospechar siquiera. que sus compafieros que quedaron desamparados en Iquique yacian, la mayor parte de ellos, en el fondo del mar, y los otros hnian despues de asesinar a nauifragos. Cuarenta y ocho horas bastan para ir del Callao A Mollendo, y sin embargo solo se aparecieron frente a ese puerto el 28 de Mayo; perdieron varias horas rastreando el cable subma- rino telegrafico, y llegaron 4 Iqu'que el 2 de Junio. El trasporte peruano ((Chalaco)) que se dirigi6 al sur de Iquique (el 24 de Mayo), despues de haber desembarcado en este puerto tropas y otros elements de guerra, lleg6 a Tocopilla y apres6 una barca mercante (((La Anita)), chilena, cargada de metals. REVISTA PERUANA. 57 El (Huascarn zarp6 de Iquique en la mariana del 24 (Mayo) rumbo al sur; en su viaje reapres6 al pailebot Recuperado y lo in- cendi6, salvando antes a su tripulacion; toc6 en Mejillones (el 25) de Bolivia y pr4via notification A las autoridades chilenas de tierra, destruy6 todas las lanchas del puerfo y la goleta f(Clorin- da) apresada Antes por el enemigo; todo se practice A vista de los bravos enemigos que con santa paciencia y cristiana humildad no hicieron la mas lijera reiistencia. Pas6 en seguida al puerto de Antofagasta, centro de las operaciones militares del enemigo y su Sebastopol segun ellos: alli se trab6 un combat (Mayo 26), en- tre las baterias de tierra y el agonizante XCovadonga) con el ((Huascar)), por mas de dos horas, hasta las 7 de la noche en que fueron apagados los fuegos de tierra. (Hubiera podido con- tinuar bombardeando ]a poblacion (dice el Comandante Grau en su part del 31 de Mayo), desde que ello habia sido provocado; pero la consideration de lastimar intereses neu- trales y de que este ataque se dirijia contra los pobladores indefensos, aunque no le correspondia la responsabilidad de los resultados, lo decidieroin a no emprenderlo;) y se retir6 de la bahia. En la mafiana siguiente (27), regres6 al fondeadero; a 600 metros de las baterias, arri6 sus embarcaciones, y a vista de las tropas que estaban en la playa y de su artilleria, rastre6 el cable telegrafico, lo cort6, sin ser molestado en lo absolute por los siem- pre bravos enemigos: durante esta operation, hasta las nueve de esa mafiafa, todos enmudecian en Antofagasta. Creyendo el Co- mandante del (Huascar) terminada su mission, se diriji6 al vecino puerto de Cobija, en donde, con igual paz y tranquilidad, y pr6- via notification A losjefes enemigos, destruy6 seis lanchas, y apre- s6 cerca del puerto a los buques chilenos (Emilia,) y ,Coqueta.) Terminada su escursion venia con direction al norte (el 30) y se encontr6 cou la escuadra enemiga cerca de Ilo que lo persigui6 durante siete horas sin darle alcauce. Dias despues (Junio 3), uavegaba el IaHuascar) de Pisagua con direction al sur, y entire Huanillos y Punta de Lobos se encontr6 con el blindado ((Blanco Encalada) y la O(Magallanes); estos diri- jieron sus pros al ((Huascar)) que no se encontraba en condicio- nes ventajosas para pelear con el ((Blauco)) por la p6sima calidad de su carbon, la falta de balas s6lidas y otras desventajas: sin 58 REVISTA PERUANA. embargo, como desde poco Antes de las seis de la mariana princi- pi6 la caza, cada hora se estrechaba la distancia; A las 7 h. 30' de ese dia se encontraron 4 distaucia de combat, le dispararon dos cafionazos. El alHuascar,, a pesar de su desventajosa situa- cion, acept6 el desigual combat; Grau arena A su gente y afian- za el hermoso bicolor con un caiionazo y principia el combat; des- de ese instant, el ((Blanco) disminuy6 su andar en vez de ir ade- lante: el ((Huascar) se alej6 mas y mas de su enemigo; pero en- cendiendo luces, como para indicar el rumbo que seguia, hasta que logr6 burlarse del enemigo, que en 18 horas de persecu- cion nada consigui6. ((El caHuascar) regres6 a] Callao el 7 de Ju- nio. Los 23 dias desde su salida le han bastado para echar A pi- que A uno de los buques enemigos, que si no era el mas fuerte, estaba por lo menos bien artillado, con numerosa glarnicion y que les servia de dep6sito 6 arsenal. a(Levant6 el bloqueo de Iquique y ech6 alli A pique doce lanchas de carbon pertene- ciente a los enemigos, lo mismo que un ponton que les ser- via de dep6sito y done existia un magnifico condensador; proteji6 el desembarco, en el mismo puerto, del parque ge- neral del ej6rcito, especialmente de la artilleria; ech6 a pi- que en Mejillones y Cobija catorce lanchas; apres6 una falia y dos lanchas mas, una con viveres y otra con treinta y ocho rolls de alambre para establecer el tel6grafo entire Mejillones y Antofa- gasta; quem6 en alta mar y Mejillones dos bergantines y una goleta, enviando otra de estas dltimas a Arica como buena pre- sa, y una barca cargada de cobre al Callao: bombarded Autofa- gasta ocasionando alli un inceudio y apagando el fuego de sus baterias, para regresar al signieute dia y cortar el cable entre ese puerto y Caldera; avanz6 hasta Bahia de Cobre, puerto chileno, en busca de trasportes enemigos, y, finahneute, sostuvo combat con uno de los blindados chilenos.), Al llegar la escuadra chilena a Iquique, vi6 los espantosos efec- tos de su necia espedicion sobre el Callao, y en su desesperacion se conform con restablecer el iniXtil bloqueo de Iquique (Junio 6). Conviene recorder que la corbeta ((Unions sali6 4 su primera campaia teniendo sus calderos en pesimo estado y solo se hicie- ron lijeras reparaciones. En el encuentro con la AMiaga.llanes, forz6 la maquina para darle caza v los viejos calderos se reven- REVISTA PERUANA. 59 taron en parte, por esto regres6 al Callao A repararlos de un mo- do formal. Los vanidosos enemigos aseguraron que sus balas causaron la averia, cuando no le toc6 ni uno solo de sus proyec- tiles. El (Huascar) sali6 del Callao el 16 de Mayo, sin tener limpia su maquina, ni sa torre; le faltaban balas s61idas de acero y care- cia de muchos otros elements indispensables para ejecutar una campafia con todas las probabilidades de buen 6xito: A pesar de todo hemos visto sus hazafias; cuando las consider terminadas, volvi6 A su antiguo puerto y alli principi6 A alistarse de un modo mas complete para sus futures proezas. Los enemigos, dijeron como de costumbre, que el (Huascar, habia recibido grades ave- rias, y que las estaba reparando. Veamos lo que pasaba en Chile y lo que alli decian. Despues de pocos dias de esa finjida alegria que aparentaba la prensa y el Gobierno de Chile, como el que para olvidar sus des- gracias se embriaga, pero pasado el artificial fuego del alcohol vuelve la reflexion, la melancolia y la desesperacion; asi aconte- cia a Chile. A doce dias de cantar la victoria de la ((Esmeralda, y ((Covadongan; al saber las nuevas h azafias del ((Huascar) se calificaba de trajedia la de Iquique y decia uno de los mas acredi- tados diarios de Santiago: ID6nde estA la escuadra de Chile? ,Qu6 hace? QQuB ha hecho? Que empresa ha acometido capaz de hacer olvidar engrande- ci6ndolo, el her6ico sacrificio de la Esmeralda? He aii las interrogaciones que ayer se oian en todos los grupos que llenaban nuestras calls, al saber, primero, que el Huascar habia regresado A Iquique; al saber, en seguida, qie habiareca- lado en Mejillones; al saber, despues, que estaba al frente de An- tofagasta, dispuesto a bombardearlo; al saber, en fin, que esa na- ve corria el mar siu encontrar quien la detuviera, lo corria como senior y como dominador. No pertenecemos a los grandes capitanes ni A los grandes al- mirantes que organizan campafias, libran batallas y las ganan l1jos del fuego, ahnorzaudo 6 comiendo, 6 entretenidos en sabro- sa platica. 60 REVISTA PERUANA. No pertenecemos a esos genios de la guerra, que eran asom- bro y condenacion, porque no se enviaban legiones de veterans que formasen un cordon de bayonetas y almas de acero, de Cala- ma 4 Tocopilla, en ]a linea del Loa. Pertenecemos A ese grupo de gentes inferiores, que no siendo dotadas por Dios de g6uio, se han esforzado por alcanzar alguna cordura. Ahora bien, no nos explicamos c6mo sucede que teniendo una escuadra superior 4 la escuadra peruana, si no como astucia, in- dudablemente como corazones y como fuerza, ie Huascar pasee nuestra costa y haya bombardeado 4 estas horas Antofagasta. (Es invisible cuando le viene en aitojo? jEra invisible, como l6, la Indep'endencia, su compafiera de em- presas, aunque no de fortune? Nuestras capitanas no encuentran jams A las naves peruanas; pero las capitanas del Peri encueutran A los barquichuelos de Chi- le, y han podido infligirnos horas de mortificacion y hasta horas de vergiienza, sin el heroismo individual de los comrdan1ites y de los tripulantes de la Esmeralda y la Co-, ii.-. Sin su heroismo, esos buques estarian prisioneros, y es possible que hubierau hecho 4 estas horas su entrada en el Callao, a remolque del Huascar y de la Independencia. Bizancio habria triunfado de Roma, Lo decimos con nuestra habitual firnqueza, que hoy es since- ramente amistosa. No es possible qe el Huascar pasee impune- mente el mar y la costa que son nuestros. Si lo hace, la responsabilidad no est4 en la Moneda; est6i, bor- do de nuestras naves.) Otro escritor mas s6rio forma el process contra el Gobier- no de Chile y sus primeros jefes de mar y tierra; los acusa por su ineptitude y hasta por faltas graves que mereceu otros califica- tivos: comentandoo o que habia pasado en los primeros cuaren- ta y dos dias (desde 5 de Abril hasta el 17 de Mayo en que su es- cuadra lleg6 al Callao), dice literalmente en el curso de su escri- to lo siguiente: (Cuando Chile se apresur6 a declarar la guerra a al Peri, justific6 la esperariza de que se hiciera rapidamente < agresiva, aprovechando el desarme del enemig o y Ia sorplresa que ( le causara el desarrollo violent de los sucesos: se dieron ins- REVISTA PERUANA 61 , trucciones A la escuadra para que siguiera con rumbo al Norte a A fin de que tan luego como se declarase la guerra se encontra- a ra a 15 horas del Callao, tiempo suficiente para que la egacion a de Lima abandonase el pais, pues la 6rden se le comunic6 por < telegrafo.... sin embargo el almirante Rebolledo no cumpli6 la a 6rden y se establecio definitivanente en Iquique.)) Con este mo- tivo pregunta el escritor: a ,que plan formaba el Gobierno de Santiago y que medidas tomaba para aprovechar el tiemplo y ob- tener las ventajas quc la rapidez de action debia darnos sobre un enemigo que recien upercibido del peligro no habia podido acu- mulmr todalia bastantes.' elemelto.s de defense en la f.rodnera del Sur?: el Gobierno cuatro dias Antes de declarar la guerra ya sabia A que atenerse: en Iquique solo existian 2,500 hombres del ejercito peruano cuando Chile podia disponer el 14 de Abril de 7.000 sol- dados veterans en Antofagasta, y sin embargo nada se em- prendi6.n Respecto al combat de la ,Magallanes) confiesa que esta fnu sorprendida por la JTUnion) y (Pilcomayo)) y su sencilla tabla de salvation se debi6 al valor del comandante y a su andar veloz: no hubo pues fuga de los buques peruanos sino veloz carrera de la ((Magallanes.))--Pasado este gravisimo suceso de la (Magalla- nes,) (que hizo toda la escuadra reunida en Iquique durante los 42 largos dias?: todo lo que sabemos es que cort6 el cable en Iquique y Arica, destruy6 los elements de embarque y desem- barque en Guanillos, Pabellon de Pica, Mejillones, Pisagua y Mo- llendo, bombardeaudo al mismo tiemipo estos tres illtimos puer- tos)): agregaremos, que estas filtiles ventajas se consiguieron a cos- ta de alguna sangre chilena y llenindola de ignominia ante el mundo entero que ha condenado como inicuo el incendio de pobla- clones completamente indefensas. La consecuencia de la impre- vision y errors del Gobierno de Chile las tiene aqui el pais. La escuadra enemiga llega a Arica y alli desembarca soldados, ca- fiones, armas, municiones, vestuario, dinero y cuantos recursos necesita.) El a Huascarn y la' (nddependencia ))legan Arica des- pues de un ligerb combat (1) de un espolonazo es sumergida la (1) El escritor chileno pinta con vivos y exactos colors lo que pudo hacer el *'Huas- car" y la "Independencia" a no haberse perdido dsta: nosotros recapitulamos lo que en verdad aconteci6. 62 REVISTA PERUANA. cEsmeralda,)) huye la ((Covadonga casi destrozada, y 4 no ser por la extraordinaria e inconcebible perdida de la blindada cInde- pendencia)l hubieran caido en poder de esas dos naves peruanas cuatro trasportes enemigos que acababan de llegar i Antofagasta conduciendo 4,000 hombres; ese puerto se hubiera rendido 6 quedaba reducido 4 cenizas y sus pobladores sin agua ni viveres. Con la misma facilidad se pudo destruir 6 posesionarse de los otros puertos de Chile hasta cerca de Valparaiso, El absurdo y fallido plan de atacar al Callao saliendo de Iqui- que al Norte 24 horas ,ntes que la escuadra peruana lo verificara del Callao A Arica, lo explicaba el Gobierno yjefes chilenos ase- gurando que aquella noticia la recibi6 el Gobierno de Lima por el cable submarine que habia sido reanudado; echo notoriamen- te falso, porque el cable continue cortado hasta el 18 de Junio en que se reanud6 entire Arica y Mollendo. El escritor que dibujaba con espantosos y verdaderos colors lo que debiera suceder si por un fatal destino no se encallara el blindado Independencia, ensarta un tejido de injuries y desver- giienzas contra el Peril: pretend glorificar 4 los derrotados en Iquique, pero involuntariamente confiesa el no haber realizado que la complete destruction de los preparativos belicos de Chile no se debe 4 su gobierno ni 4 su almirante sino a su buena estrella, al Dios acaso; prosigue diciendo ((el pais toleraporque debe tolerar, esprzudente porque debe prudenciar, pero todo ello nada mas que en los limits que la situation exige: ay si el platillo se inclina al lado de las adversidades que no puedan justificarse,) esto es que no puedan presentarse disfrazadas con el engahio y la mentira; porque al fin un gran buque perdido como la Independencia, pue- de aunque fallando a la verdad asegurarse que fui echado 4 pique por ellos. Comentando el viaje de su escuadra para el Callao, se pregun- ta (aque ha ido hacer la escuadra al Norte?.... no lo sabemos.... ( pudo obtener el almirante Rebolledo un gran triunfo si hubiera querido combatir.... Cuando lleg6 al Callao la noche del 22 de Mayo supo que el Huascar, la Independencia y el Oroya habian salido, sin embargo el almirante chileno no lo quiso career y es- per6 la luz del dia 23 )) con ella vi6 claramente que esos buques no fondeaban en la bahia. En cambio vi6 que uno de los moni- REVISTA PERUANA. 63 stores estaba en la d1rsena y el otro junto con la Union y Pilcoma- yo.... con estos datos el ahnirante en vez de ordenar el ataque diri- ge la proa de sus buques al Sur y empieza la via crucis.... Si habia ido a combatir contando con los dos poderosos blindados Indepen- dencia y Huascar, ausentes 6stos el combate era mas ventajoso contra la Union y Pilcomayo, y por consiguiente la victoria tan fAcil como ripida.) a Y si no se habia ido a combatir 4que fun A hacer ent6nces la escuadra al Callao? Suponemos que bajo la bandera chilena no esta embarcado D. Quijote para audar asustando las costas y en- sefiorefndose de los mares donde ni aun existen molinos de vien- to ni manadas de carneros que atacar. c(Y no se diga que el combat del Callao habria sido un acto he- r6ico del almirante Williams y un peligro para nuestra escuadra. a Cualquiera de nuestros bravos marines lo habria librado sin temor, sacando ilesos los blindados y volviendo a Iquiqne con la Union y Pilcomayo para colocarlas delante del enemigo, ahi, en el mismo lugar donde fhu undida la Esmeralda sirviendo de guar- dia de honor i aquella gloriosa tumba. < El 2 de Mayo del 66 la escuadra espafiola con buques de ma- dera mial artillados y con uno solo de delgado blindaje, atac6 du- rante seis horas las fortificaciones del Callao sin que ninguno de sus buques fuera echado a pique. Los cafiones de esas fortifica- ciones, eran ent6nces, como hoy, de grueso calibre. Cien, ciento cincuenta, trescientas, quinientas, y hasta uno de mil libras que se llam6 el cation del pueblo. Y si ninguno de los buques de esa escuadra de madera fue echado a pique durante seis horas de combat por que lo habria sido el Cochrane, el Blanco Encalada con su grueso blindaje de nueve pulgadas, su poderosa artilleria de trescientas libras en un combat de media hora que cuando mas habria durado la capture de la Union y Pilcomayo tripuladas por peruanos? a Notemos ademas, que en los combates tanto terrestres como maritimos los proyectiles que se aprovechan estan en relacion tan pequefia con los que se disparan que si apreciamos desde luego esa relacion, creemos no exajerar calculindola de uno a dos porciento. a Solo nosotros hemos tenido miedo de entrar al Callao para- petados en laminas de fierro que tienen nueve pulgadas de espe- sor. Los peruanos mismos a quieues consideramos tan cobardes, REV1STA PERUANA. no tuvieron miedo de acercar el Huascar con su blindaje de cuatro pulgadas y media a tiro de pistol de los tres fuertes de Antofagasta que montan cafiones de a ciento cincuenta. < Todavia una illtimal collsideracion para justificar mas nuestro asombro de que la escuadra chilena volviera la espalda al ligero combat del Callao. Si el almirante Williams, por un exceso de precaucion, temi6 aventurar un combat de dia, Ip)or qu6 no espe- r6 la noche, bajo cuyas sombras debian quedar neutralizados los cafiones de las baterias que tanto respoto infunden? Es que toda; via se teme a los gigantes dormidos 6 encadenados? < Las reflexiones anteriores, hartnu pues, former al pais el jui- cio que de ellas puede desprenderse. El nuestro es: que la retira- da del Callao no hace honor a nuestra bandera. ((Desaciertos e imprevisiones son estas que si bien afectan co- mo direction al jefe de nuestra escuadra, la responsabilidad, sin embargo, pesa directamente sobre el gobierno.) La razon de tanto absurdo y desconcierto la da el escritor chi- leno que, muy al cabo de cuanto pasa en el interior del gabinete de su patria, dice: c( Desde que se inici6 la present guerra todo el mundo cuchi- chea y dice en voz baja: Los intereses salitreros dominant la si- tuacion; los accionistas de la Compailia de Antofagasta estin en la escuadra, en el ejbrcito, en el ministerio, y los que no tienen accion direct viven en palacio como constantes y autorizados consejeros. Por eso las operaciones de la guerra no salen del blo- queo de Iquique, que impide la exportacion de los salitres perna- nos, y de la permanencia del ej6rcito en Antofagasta, que garanti- za la explotacion, y exportacion sin competencia, del salitre de la Coinpafiia. Por eso el gobierno no les impone ninguna contribu- cion y deja que el pais haga los gastos de la guerra pesar de que por la guerra esten ganando ingentes sumas, teniendo desde lue- go, para seguir produciendo los mismos resultados, un horizonte de dos afios que cuando menos demorarA la reorganization de la industrial salitrera de Tarapaca, por las graves perturbaciones que ya ha sufrido. Por eso todavia se hace propaganda por la guerra defensive y se va dando tiempo al tiempo para que las difibultades se hagan reales y al fin sea esa la iinica guerra que podamos hacer. HISTORIC DE LIMA POR EL P. BERNABE COBO. LIBRO PRIMERO FUNDACION DE LIMA. CAPITULO XI. Del Rio, Puente y Alameda. Entre las cosas que pertenecen A la provision y sustento de una Replblica es tenida por una de las mas necesarias el agua; de esta goza Lima en tanta abundancia, que no se hall otra ciudad en el reino mas proveida de ella, asi por las fuentes pfiblicas y de casas particulares en que se reparte un gran golpe do agua que le entra por secrets conductos, de que trata el capitulo siguiente, como por el caudaloso rio que corre por dentro de ella, el cual te- niendo su nacimiento en la cumbre de la cordillera general de este reino, en los t4rminos de la provincial de Huarochiri, veinticinco leguas de aqui, hace su curso hasta desembocar en la mar, a dos le- guas de esta ciudad, de oriented a poniente, y site Autes de bu fin se le junta otro poco menor que 4 llanmtdo rio de Santa Olaya, por un pueblo de este nombre que esta casi en la junta de los dos. El agua de este segundo estAc en opinion de mial delgada y sana y A esta causa no pocas veces se le ha puesto en plAtica meterla en esta ciudad Antes que se mezcle con la de este otro rio, cuya agua ha mostrado la experiencia ser m6nos saludable. 66 REVISTA PERUANA. Asi por bajar este rio de Lima de tierras altisimas y tender today la tierra por donde pasa much declinacion hasta la mar, como por ser la madre de 61 de piedra y cascajo y poco recogida y honda es muy impetuosa la corriente y ruido que trae, mayormente en el verano, cuando son sus corrientes. Con el mismo raudal y furia, atraviesa la ciudad, y en el silencio de la noche se percibe en today ella el murmullo de sus aguas; ha destruido y robado con sus aveni- das gran cantidad de tierra de babor de esta campiFia y ha causado A la ciudad no pocos dailos, costa y temores, porque desde que se fund hasta el tiempo present, le ha comido el espacio que se le di6 para egida en sus riberas, y en p:rtes entrindosele por su traza, IlevAndose algunas casas y destruido y asolado de ella mas de cien pass on ancho, como vemos A las espaldas del convento de San Francisco; con que ha tenido A los ciudadanos en perp6tuo cuidado y oblig6doles A hacer excesivos gastos de cimientos y taja- mares de canteria que resistan el impetu y faria con que embiste y rompe sus mArgenes, particularmente la Barranca de lo principa- de la ciudad, que es la de la bandera del sur. El ario de 1578, sali6 de madre tan desazonadamente, que exten didndose y derramAndose por el barrio de San LAzaro se llev6 to- das las casas que habia en 41, con la hacienda y muebles que tenian, si bien no fue muy grande la p6rdida, por ser ent6nces pocas y sus habitadores no de la gente rica de la ciudad. Pasando aquella pri- mera inundacion fueron con el tiempo echando en olvido aquel dafio y perdida, y sin tefer seguro que no asegundaria el rio por alli, han ido poblando aquel barrio, tan A prisa, que siendo tenido Antes por humilde arrabal, es ahora muy principal parte de esta Repufblica. De pocos afios A esta parte se han labrado en ambas orillas del rio mas fuertes reparos de canteria, en que he visto gastar mas de cien mil ducados, porque se habia arrimado su corriente tan A prisa al convento de San Francisco, que no quedaba ya entire la pared y la huerta y la Barranca del rio mas que un estrecho de dos 6 tres pasos. Cobr6se con este reparo tanto lugar de la madre del rio, que en 61 se ha edificado una hilera de casas, entire la cual y el sobre- dicho convento ha quedado una calle tan ancha como las demas. Tambien se ha asegurado el convento de Santo Domingo, en cuya cerca bate el rio, con otro fuerte tajamar, y es necesario recorrer y REVISTA PERUANA. 67 repasar cada anio estos tajamares y otros que se han hecho por am- bas riberas, porque no hay verano que no los dejen las corrientes y avenidas sentidos y desportillados, con que vienen A costar estos daos much dinero y ain las vidas A muchos, porque ap6nas hay afio que no se deje de ahogar alguna gente. Ya que habemos publicado los dafios de este rio, fixera hacerle oprobio el callar los biones que acarrea de esta ciudad, que son tan grandes y conocidos cuanto es la sequedad y esterilidad de toda esta region maritim:i, del Perui, por cuanto carece de lluvias y riego del cielo, por lo cual donde no alcanza el de los rios es yerma y de- saprovechada. Y asi, dejado aparte este principal beneficio de hacer f4rtily fructuosa coa sus aguas la comarca y la campifa de esta ciudad, la provee tambien abundantemeneto de agua, entrandose por medio de ella y con las mnuchas acequias que la sangran, y corren con tal 6rden repartidas por las casas, que no hay cuadra ni solar que no alcance A participar de ellas. Valen much estas acequias, para el servicio y limpieza de la ciudad y para el riego de las huertas y jardines que hay dentro de ella y le causan no poca ame- nidad y hernosura. La antigiiedad de estas acequias es mayor que la de la misma ciudad, porque antes que ella fuera fundada corrian por su sitio, y los indios regaban con ellas sus chacAras y hereda- des, lo cual consta de la primera ordenanza que hizo el cabildo so. bre las acequias, que fue el mismo afio de la fundacion de este pueblo, y es de esta manera: En once de Mayo de 1535, estando en cabildo, dijeron que era necesario para servicio de la ciudad que anduviese el agua por calls y solares por sus acequias, como solia Antes que la ciudad se fundase, y que para esto cada vecino tenga cargo de hacer y dar lugar para que pase por su solar y le de salida para que sirva A los otros solares, y que aquel por cuya pertenencia pasase por la calle sea obligado A cubrirla. Poco despues, se orden6 en otro cabildo, que cada vecino tuviese en su acequia una redecilla 6 rejimwi de hierro, como hasta ahora se guard, y la ejecucion de esto y cargo de repartir y distribuir el agua so cometid ent6nces el alarife, mas al present toca al juez de Aguas. Como ha ido creciendo la poblacion se han hecho de nuevo otras muchas acequias por dar agua A todas las casas, y las antiguas se han sacado derechas; es- tUn casi todas labradas de cal y ladrillo y al cruzar las calls van 68 REVISTA PERUANA. cubiertas con portezuelas y alcantarillas de lo mismo 6 de madera, mas por los patios, huertas y corrales de las casas van descubiertas- La mayor parte de estas acequias se derriba de una muy gran- de, que por entrar en la ciudad por frente al Monasterio de Santa Clara, la llamamos de este nombre; la cual, no embargante que cuando se fund esta ciudad caia fuera de su traza, con todo eso, por lo much que por encima de ella se ha poblado, viene ahora A estar de la otra parte de ella today la parroquia de Santa Ana. Trae A todos tiempos tan grande golpe de agua, que muelen juntas tres 6 cuatro ruedas de molinos de pan, y hay en su curso de la ciudad cinco molinos de a tres y cuatro piedras cada uno, y hay piedras que muelen A mas de cien fanegas de trigo entire dia y noche. Sin esta acequia, sacan del rio en el espacio que corre por la ciudad otras dos menores: la una por el molino de Aliaga, que esta pegado al puente, y molino y acequia tienen poco menos antigiiedad que la misma ciudad. Al principio di6 esta acequia niucho que entender al Regimiento, porque iba poco 4 poco robando la barranca del rio, y muchas veces orden6 el cabildo se le hiciesen reparos, hasta que se labr6 de canteria, como esta hoy, y sirve de resistir al rio tanto cuanto Antes era de perjuicio y dailo a la ciudad. Por la tercera acequia se encamina tambien A otras tres paradas de molinos y para el servicio de las casas de la parte mas baja de la ciudad: con ellas muelen dos molinos de pan de A tres piedras cada uno, y un ingenio 6 molino de p6lvora de dos piedras, y despues de sali- das estas acequias del pueblo riegan muchas heredades y sem- brados. For el otro lado del rio y barrio de San LAzaro corre otra ace- quia de igual grandeza, con que muele otro molino de pan de tres piedras y los molinos de p6lvora, y se riegan muchas huertas y chicaras, por manera que los molinos de pan que hay entire la ciu- dad son nueve, sin otros muchos que hay por la comarca. Tuvieron principio estos molinos poco despues de poblada la ciudad, en cu- yos pobladores se repartian los egidos y sitios para ellos, por el mismo tenor que los solares; y la primer licencia que hallo haber concedido el cabildo para edificar molinos es la que di6 a Francisco de Ampuero, A veintiseis de Julio de 1540. La cual hubo con condition, que si lo vendiese 6 denagenase, la persona a cuyo poder viniese quedase obligada A pagar de censo perp6tuo dooe pares de REVISTA PERUANA. 69 gallinas negras en cada un ailo, aplicadas para que las gastase el cabildo eu los dias de los Reyes 6 en otras fiestas que le pareciese. La primer puente que se le hizo al rio de esta ciudad por sus pobladores fu4 de madera y estaba fuera de poblacion, enfrente de done ahora es la Iglesia de Nuestra Seniora de Monserrat, la cual sirvi6 hasta el Vireinato del Marques de Cainete; el primer edificio de este Virey, otra de piedra y ladrillo en el propio lugar que esta la que hoy permanece, y dur6 hasta el afio 1567 en que por el mes de Febrero viniendo el rio muy crecido, derrib6 un es- tribo de ella, tras del cual cayeron los dos arcos que en 61 eran sustentados, de seis 6 site que tenia. Tratando la ciudad de repa- rarla, vino en aquella sazon por Virey el Marqu4s de Montes Cla- ros, el cual con el parecer de los arquitectos y maestros de la fac- tura, juzg6 que era mas convenient hacer otra puente de nuevo que aderezar lo arruinado de la vieja, y en conformidad de esta resolution se comenzase desde luego la obra, derribando la vieja y en su mismo sitio se sac6 de cimientos y labr6 la que hoy sirve. Se hizo todo de piedra except la arqueria que es de lairillo con muy fuertes estribos y seguros y galanos pretiles, con sus Angulos 6 re- codos sobre los estribos, donde se pone la gente a ver el rio, sin es- torbar a los que pasan por la parte de San Lza'ro. Tienepor rema- te dos galanos torreoncillos, y por esta otra de la ciudad se entra por ellapor un muy suntuoso arco, y puerta como de ciudad, de pie- dra labrada que se descubre por la plaza. Acab6se esta puente el ailo de 1616, y lleg6 su gasto a doscientos iuil pesos. S:tlid mas ancha, hermosa y mejor que la primera y con seis ojos mayores que los de ella. El mismo afio de 1610, y por mandado del mismo Virey Mar- qu6s de Montes Claros, se plant la alameda al pi6 del barrio de San Lazaro, desde adonde llega hasta el convento de los frailes Descalzos de San Francisco, que sera de largo mas de doscientos pass; tiene tres muy anchas calls, con ocho hileras de Arboles de varies generous, y en la calle de enmedio,', iguales trechos, tres fuen- tes de pila, labradas de piedra, con agua de pie, para que se hizo su cafieria sacada el agua del rio. Tuivose atencion a que saliese el modelo de la alameda de Sevilla en su traza y grandezas; y fudra- lo sin duda si le ayudara el suelo, pero est4 muy desmedrada res- pecto de abono, puesto en un seco pedregal, sin migajon de tierra, 70 REVISTA PERUANA. de lo que el rio en arios pasados ha dejado robados con sus cortien- tes: con todo eso es muy frecuentada de la ciudad, que sobre tarde salen de verano A ella A pasearse y tomar el fresco. CAPITULO XII. Del Acueducto, Fuentes y Pozos. Por muchos afios no tuvo esta ciudad otra agua para sustento que la del rio; y que los m6dicos comenzaron A desacreditarla achacandole algunas enfermedades que afligian la ciudad, como catarro, garrotillo, asma y otras semejautes, y tambien porque el cabildo deseaba ennoblecer 6 ilustrar la ciudad de fuentes de bue- na agua, orden6 se buscase en la comarca algun copioso manantial, que se pudiese encargar y conducir A ella, para que se repartiese por lugares pfiblicos, religiones y casas principles. ComenzAronse A hacer diligencias, y si bien se hallaron fuentes de buen agua, se trajo por la mas important y a propdsito la de cierto manantial y venero que esta el rio arriba, buen trecho apartado de 61 y tree cuartos de legua distant de la plaza de esta ciudad, asi por ser abundante como por la calidad de powder ser traida su agua sin much trabajo, A causa de ser todo este espacio de tierra llano y con suficiente declinacion, para darle el altura necesaria para las fuentes. Comenz6 la ciudad A costa de sus propios A hacer el acueducto de cal y ladrillo, y como la distancia es grande y los materials en aquel tiempo andaban muy cars, se hizo tan grande gasto, que fu6 necesario para llevar al cabo la obra echar una derrama y sisa, que A mi ver, fu6 la primer que se ech6 en esta ciudad; para ello di6 licencia el Gobernador de este riino por un auto de este tenor: El Licenciado Lope Garcia de Castro, del Consejo de su Mages- tad, Presidente en la Audiencia y Chancilleria Real de esta ciu- dad de los Reyes y su Gobernador en estos Reinos y Provincias del Perfi, por cuanto el Cabildo y Justicia y Regimiento de la ciu- REVISTA PERUANA. 71 dad de los Reyes me hizo relacion, que por algunas causes justas, el Conde de Nieba, Virey que fue de estos reinos, mand6 traer A esta dicha ciudad una fuente de agua lo cual se puso por obra; la cual viene comenzada y la cama de ella abierta hasta cerca de la ciudad, en la cual habian gastado mas de veinte mil pesos; y que no era just se perdiese lo gastado ni dejase de traer la dicha agua por ser muy necesaria para la salud de los vecinos y moradores de esta dicha ciudad, y que ellos habian comprado 6 costa de sus pro- pios dos hornos de ladrillo y uno de cal, para que con el material de ellos se labrase y pudiese traer, y no tenian posibilidad para gastar lo demAs que es necesario para dicha obra, por deber la di- cha ciudad mas de doce mil pesos y haber bajado la rent de las casas, que tienen de propio much, y que para semejante obra jus- tamente se puede repartir por los vecinos y moradores de esta di- cha ciudad, pues es en pr6 del comun y toda la Repfiblica, y en lo que con menos dafio 4 inconvenient de ella se puede repartir es echando un grano de sisa en cada un arrelde de las carnes que se pesan en esta ciudad y puerto de ella, y por mi visto lo susodicho y habiendo consultado en el acuerdo de justicia e informadome de todo lo demars que convenia, pareci6 ser cosa just y necesaria se traiga la dicha agua a esta ciudad. Atento lo cual y que estA ya echado con mi parecer el dicho un grano de sisa en cada un arrelde de las dichas carnes, y comenzadose a cobrar para que con ello se prosiga con la obra de la dicha puente, confir'm6 el grano de sisa que asi esta6 echado por la 6rden que el dicho Cabildo, Justicia y regimiento lo ha ordenado. Fecho en los Reyes, a veinticinco del mes de Agosto de mil quinientos y setenta y cinco ailos. El Li- cenciado Castro. Por mandado de su Senioria D. Nicolas de Pra- do, Escribano Publico y del Cabildo. Dur6 la obra de esta caiieria mas de diez ailos y vino a acabarse siendo Virey don Francisco de Toledo; para el dia que lleg6 el agua a la fuente de la plaza hubo fiestas publicas con juego de toros en la misma plaza; en las cuales lo que mas alegr6 al pueblo fu4 ver correr el agua en la fuente, la cual fud la primera que hu- bo en esta ciudad. Es muy grande y bien labrada, puesto que estA ya viejo y muygastado el pretil con la toma del agua; desde donde comienza a correr encafi~da, que es en su misma fuente, se hizo un cercado de canteria en forma de torre cuadrada, con su 7 REBVISTA PERAANA. puerta, que de ordinario estA cerrada con Have; viene el agua den- tro por debajo de la tierra, todo el sobre dicho espacio, y es una grande acIquia de targea labrada de cal y ladrillo, arqueada con sus alcantarillas y padrones A trechos hasta llegar A la ciudad: en ella entra y se reparte por arcabuces y atenores, con muchas ca- sas 6 padrones de canteria, levantados en lugares convenientes donde hay division de fuentes, que son muchas A las que se co- munica esta agua; en plazas y lugares publicos hay diez 6 doce, y en monasteries, hospitals y otros lugares, pues con las que hay en casas particulares pasan de ciento, algunas son de rico mfr'mol otras de bronce y las 6rdinarias de piedra y ladrillo. Es comun sentir de todos que despues que se meti6 esta agua en la ciudad goza de much mas salud que antes. De pocos anos a esta part han dado en abrir pozos, si bien de muy antiguo habia cuatro 6 cinco; estos son mas comunes en el barrio de San Lazaro, porque como su sitio es bajo y estA casi A un piso con el rio, a menos de dos estados se topa el agua; en la principal part de la ciudad, que es de estotra part 6 vanda del rio, a causa de ser tierra alta, esta el agua tan honda que no se dA con ella hasta cabar de diez estados para arriba, y algunos pozos tienen a quince y a veinte, conforme esta la tierra mas alta 6 mas baja del piso del rio, y cuesta hacer un pozo de canteria de mil y quinientos a dos mil pesos: el agua de todos ellos esta en opinion de mas delgada y sana que la de las fuentes. DAnla en tanta abun- dancia estos pozos que por mas que saquen nunca se agotan. La gente regalada la bebe destilada, y de verano enfriada con nie- ve que se trae de quince leguas de aqui, y hay neveria de ella, y se vende de a real la libra. Ha resultado A la c udad otra utilidad de estos pozos y es que despues que se han hecho muchos no son tan frecuentes y recios los temblores de tierra como solian, que es la mayor plaga que esta ciudad tiene estos terremotos y de que ha recibido much daio. LA GRAMATICA DE LA LENGUA DE LOS CHIMUS, LLAMADA YUNGA 6 MOCHICA POR FERNANiO DE LA CARRERA (1644). (Continuacion.) El pret6rito perfect se forma del imperfecto posponiendo A ca- da persona esta particular pin, como meterei-ca, metcereinca pin. El pret6rito pluscuamperfecto se forma del otro pluscuamper- fecto de indicativo, entrando la particular ca entire el pronombre y la particular pia, como metercedaifipiJn, metercedainFcapii, meterce- dazpiii, metercedazcapi DEL PARTIC1PIO. El participio de pasiva acabado en do queda formado del pret6- rito perfect de indicative de la voz active con solo quitarle el pronombre ii como metedoin, metedo, con advertencia que si fue- re a la que tuviere el verbo, se vuelve en o, para former el dicho participio pasivo. Primeros princll)io que tratan de Ins parties de la oracion. Las parties de la oracion son ocho, nombre, pronombre, verbo y participio, preposicion (que como dir6, son posposiciones) ad- verbio, interjecion y conjunction. De estas ocho, las cuatro primeras son declinables, nombre, pro- nombre, verbo y participio; y tienen nfimeros y personas. Los nfimeros son dos, singular y plural, aunque el plural (como queda dicho) es poco usado. Singular que habla de uno, como cisquic meteii. Plural que habla de muchos, como cis, quick, cen, aiongcen, angfel. Las personas son tres, moiii, de la primer tzhang, de la segunda aio, y los demas nominativos de la tercera. No hay qui, quace, quod que sirva a las tres personas, porque carece esta lengua de relatives. DEL NOMBRE. Nombre es el que se decline por casos y no significa tiempo, co- mo leec, fon, los casos son seis: nominativo, genitivo, dativo, acu- sativo, vocativo y ablativo. El nombre es de dos maneras, sustantivo y adjetivo; sustantivo el que se decline por sus casos y no tiene articulos por falta de ge- neros, como se dijo. Hay nombres propios como esquem, pceycemn, esio, chdngill, sdlem, pirol &c. los cuales servian en su gentilidad como ahora, Juan, Pedro, Maria, Beatriz &c. Y son sobrenombres despues de su con- version. El nombre adjetivo se decline como sustantivo con solo una ter- minacion, como Uizho, tzhuto, peio &c. Y el articulo no es mas que uno, como sio, once, ,iorne &c. DEL PRONOMBRE. Pronombre es el que se pone en lugar del nombre, como moim en lugar defanzi. DEL VERBO. Verbo es el que se conjuga por modos y tiempos, conio metei'i, fele'i, coxlleifi, y se acaba el present en ini y el preterito en daiii, 1, doJi, y el supino en et, ed, od, ced. Los modos mas comunes son tres: indicative, imperative y sub- juntivo, y en cuanto al infinitivo, vease la nota primer que queda atras. 74 * REVISTA PERUANA. REVISTA PERUANA. 75 Los tiempos son cinco: present, pret6rito imperfecto, pret6rito perfect, preterito pluscuamperfecto y future imperfecto. Y en el subjuntivo son cuatro porque no tienen future. El verbo se divide en active y en pasivo, el active es el que signifia accion, como tzha queiib, yo Ilevo, y el pasivo es el que significa passion, como tzhaccereii yo soy llevado; y aunque am- bos acaban de uua misma manera, conocerase el pasivo en te- niendo r a cualquiera de las personas, fuera de los participios de pasiva como tzhacado, que aunque no la tiene es pasivo, y tambien se conocerA teniendo m porque la r vuelve en m 6 al contrario, co- mo tzhaccereii, tzhacemeiii. Pero esto se entiende no ser regla general, porque en unos verbos se puede hablar con n y en otros no, y al contrario. NOTA SESTA.-Para mas claridad en los verbos en que hay much confusion, digo que se pueden reducir a tres 6rdenes, en la primera los simple, como meteii, finoi;, feeliii &c. El primero significa traer, el segundo comer, y el tercero sentarse; en el segundo orden se pueden poner los compuestos o, lminemoslos incoactivos, por- que todos significant soler hacer lo que los simples, como de meteir, mitapsoii, por soler traer; de funoir, fimopcoii, por soler comer; de feleii, filapcoii, los cuales no tienen ni pret6rito ni supino, ni mas tiempos que los que se forman del present. En el tercer drden pongamos los derivatives, como de meteii; por traer, se deriva mitqueii, por traerselo; de funeii, por comer se deriva funo qdemeinh, que significa, que me den de comer a mi; de feleii, por estar sentado, se deriva filemxnein, que significa que otro me siente 6 que se siente junto a mi, y asi por todos los de- mas que se sabran por el uso. DEL PARTICIPIO. El participio es un adictivo que se deriva de verbo, y significa tiempo. Los participios son dos, uno de actiua, como m'itapl)c, y es de- clinable, y otro de pasiva como m9nedo y es declinable, el de active se acabo en pcec, y el de pasiva en do. REVISTA PERUANA. DE LAS PREPOSICIONES. En esta lengua no se deben llamar preposiciones sino posposi- ciones, porque fuera de algunas muy pocas, todas se posponen, como se vera en el libro cuarto, A donde se ponen con el uso de ellas. DE LOS ADVERB1U. El adverbio es una parte de oracion que junto con otras pala- bras de esta lengua aumenta la oracion 6 la disminuye, como lochmcen, chceco, inpatzha, campiss, az y a quien de ordinario sirve es al verbo, aumentando 6 disminuyendo, como cantarrofta, mo- neckhuich, naiangta, mold, la aplicacion de los adverbios se sabrA con el uso. DE LA INTERJECCION. La interjeccion declare various afectos del Animo, anatnoii, lay de mi maii! es como decir Jesus con sobresalto, pero dicelo mu- ger que hombre, no dice main. DE LA CONJUNCTION. En esta lengua no hay conjunction que signifique, como & en latin, pero hay una que es ccen, como moiM, 1/:,,.. caen, que dice: yo, tu, tambien; otras hay, como :caii, &c. y lo mas ordinario es posponerse, porque pocas veces se anteponen. Las noticias fi oraciones. El modo de hacer oraciones en esta lengua es este. En expresando el pronombre moih, que es ego, no se puede usar de la primer persona del verbo, diciendo moil,, melei, p:orque sera disparate, sino ir a la tercera persona, de esta manera, moii, angmet, 1, moih e met, 1, moini, femet, que todo dice, yo traigo. Si no se expresa el pronombre con solo el verbo dira lo mismo, como meteii, yo traigo. Y esto corre en todos los tiempos, con solo el pronombre moii, Si se express la segunda persona, se dira tzha'ng azmet, 1, tzhanemet, 1, tzhang angmet, que dice, tu traes, porque no es REVISTA PERUANA. 77 puede decir, tzhang, metaz, y si no. se expresa con solo el verbo dira lo mismo, como metaz, fti traes. Si se express la tercera persona; se dira aic ang met I, aio fe met, aimet 1 a et, que dice:-aquel trae. Pero si no se express con -solo el verbo, divr lo misino, como .!Ielang, aquel trae. Si se express la primera persona del plural, se dira: mceich eix met, mich emet, ich et, 1, michqfmet 1, mcewch. ang met, que todo dice: nosotros traemos; y si no se express el verbo solo dice lo mismo, cono meteix; y serA disparate decir mceich meteix. Si Ia segunda persona del plural se expresa, se dira: tzhceicb az met chi 1, tzkheich, 1, met, 1, tzhceich lf met 1, tzhceiih any met, todo dice-vosotros traeis, y si no se express, el verbo dice le mismo, como metazehi, vosotros traeis, y sera disparate decir tzhcewch me- takchi. Si se express la tercera persona del plural, se dira: aiongen ang met, I aiongcen fe met. I aiongcen, 6met, que todo dice: aquellos traen. Pero si no express la dicha tercera persona, el verbo solo dice lo mismo mdtcen, ang:-aquellos traen, y serA disparate decir aiongen metcen ang. Esto supuesto, digo que esta lengua tiene dos modos de oracio- nes de active y dos de pasiva. La primera de active trade nominative de persona, que hace ver- bo, y acusativo de persona que padece, como meteiii xllac, yo traigo pescado : 1 moiii ang met xllac 1, moi i fe met xllac, I moil e' met xllac, que cada oracion dice: yo traigo pescado. La segunda de active trae nominative de persona que hace y verbo, como metang, aquel trae 1. aio ang met 1; aio femet 1, aio 6 met.. Las dos de pasiva, aunque son dificultosas de volver, y que aun los mismos indios no las saben volver, son de esta manera. Aqui importa much estar en los nominativos y genitivos de los nombres y pronombres, porque para las oraciones de pasiva sirven los segundos, advirtiendo de quitarles la filtima o, que con solo eso quedan formados. Item, importa tener de memorial los nombres de parentezco 6 afinidad que estan en la tercera declinacion, porque estos en estas oraciones de pasiva hacen los genitivos en en. 78 REVISTA PERUANA La persona que hace por active se pone por pasiva en genitivo, y al acusativo que era por active se pone en nominativo, y se con- cuerda con el verbo, teniendo advertencia de empezar siempre por el genitivo, que es el que en la lengua latina habia de estar en ablativo con preposicion. EJEMPLo.-Meteiii xllac yo traigo pescado, que es primer de ac- tiva. Y vuelta por pasiva dira: mceiii ang mercer xllac, que dice: de mi es traido el pescado. De otra manera:--Moi, e met xllac, 1, mnoiifemet xllae. Pero el volverla es de la misma manera que la otra. Mcei 4 metcer xllac, 1 ang metcer xllac. Advibrtase que silo que estA en acusativo es de plural, se vuel- ve mal por el poco uso de los plurales. La segunda oracion de active es mas fAcil de volver, y mas usa- da entire los indios, como metang aiung ang metcer metein mcei &4 metcer etc. Poniendo en genitivo lo que habia de estar en ablativo con pre- posicion en latin, y lo mas ordinario entire los indios, es hablar por el verbo pasivo por impersonal, como metceraz traente, metce- razchi traenos. NOTA SmTIMA.-La causa porque son dificultosas de volver las oraciones por pasiva, es sin duda el no haber en toda esta lengua mas verbo, que el sustantivo, moiieiii, tzhang az, que en latin es, sum, es, fui, como se puede ver en los que estAn conjugados, y se verA en todos los de esta lengua, pues no hay persona en tiempo ninguno, asi active como pasivo, adonde no est6n inclusas estas particular, ei6, I ii as ang eix azchi aoeng, que son parte del verbo sustantivo, y asi como en latin no se pueden volver por pasiva las oraciones de sum, es, fai, asi tienen las de esta lengua tan gran dificultad, que el que las volviere serA gran lenguaraz. Para con- firmacion de lo dicho. digo, que se atienda A lo siguiente, fcep, es el sueiio, y es nombre sustantivo, yjunto con la particular eiii, que es parte del verbo sustantivo, dice fepein, que en rigor dice, yo soy sueio, y entienden los indios este romance, como de verbo, yo suefio call, significa los orines, yjunto con el verbo, cez dirA caxllcez, que dice en rigor, tfi eres orines, y entienden el romance, como de verbo, tuf orinas, meut, no dice cosa, y junto con el verbo, any, dira metany, aquel trae, &c. REVISTA PERUANA. 79 Yo estuve deterniinado, de no poner en esta lengua mas verbo que el sustantivo, pero dejelo de poner, por no afadir confusion A la que lai misma, lengua tienc, que cierto es bArbara, e irreducible A t6rminos, en la cual el que mas sabe ignore much. Pero si yo fuera cl que la leyese, por este arte, 6 por otro, si lo hubiera, yo diria el inodo como gobernarse, con el verbo sustantivo, platican- dole, y dandolo A entender; y esto no es possible poder escrivir, si no es llenando de confusion, lo que quisiera hacer ficil, y asi no hay que reparar en esto, sino seguir los preceptos que se ponen, que algun dia el que la llegare A saber, conocera que no voy yo descaminado, Para hacer oraciones, sigase el 6rden puesto, y con ese modo se hablarA la lengua, que en llegando A platicar con los indios, se perfeccionara lo defectuoso de este arte, que yo no aseguro el sa- lir consumados lenguaraces por 41, y mas no siendo yo el que la leyere, porque son tantos los modos irregulares de hablar de los indios, que no hay medio c6mo reducirlos aunque me han costado harto trabajo y cuidado, y supuesto que no hay cosa dificultosa al hombre, y mas si le tiene aficion, no hay que desanimarse, pues import tanto al servicio de Dios y al sosiego y reposo de los cu- ras, entendiendose con los indios, para ilevar con buena concien- cia el salario que su Magestad da por la ensefanza de la doctrine. Reglas para hacer oraciones de activa en pasiva. ACTIVA.-Yo traigo palos para hacer mi casa. Pupein met mcei- nan aincem. PASIVA.-Mceiiang metcer pup mneti an ciepncem. AOTIVA.-Aquel traia caulas para su techo. Aio ang metpin cumnd cyap neiopcen. PASIVA.-Aiulng emetcer pi cu cu[n6 capneiopen. AcTIVA.-Aquellos trajeron sal para salar su pescado. Aionq enemetedo (e), xllacad puitim concem. PASIVA.-Ailng scene nmelerdo vep xllacad pului concern. AcTIVA.-Nosotros habiamos traido maiz de la chacara. Mceich eix metedopiiz mang vizquiquich. PLURAL.--cleiche metercedopiri mang vizquiquich. ACTvA.-Vosotros traereis agua para remojar maiz. Tzhceich angmet chcem, la, mangxIlih concern. 80 REVISTA PERUANA. PASIVA--Tzshce, hang metcerchaem la, mang xllich concern. IMPERAT.-Trae huevos. Metan mullt. PASIVA.-Traed yerba. Metanchi pei. OPTATIVO. ACTIVA.-Traiga aquel una gallina. Aio mang metoncec nai~. PASIVA.-Aiung mang metcer once Aaii. ACTIVA.-Yo trajera de buena gana a mi mujer conmigo. Peiit polerein metca lenassonceng. PASIVA.-Mceiii emceter ealena peii poler mceiissonceng. ACTIVA.-Mira, no hayas traido algo hurtado. Acan az metedca llopedo ech. ACTIVA.-Yo hubiera traido lu6mas de Trujillo, si mi caabllo fuera fuerte. Metedoi~a capir fcess, cyimorrich, cie mainipaca ca octoeco edlced. ACTIVA-Vengo de traer lefia. GER.-Fachca metez ccefoilita. Para traer pescado llevo esta lapa. DATIVO-Xllac mitncemoin tzhac molapd. PASIVA.--MLin xllac meternce moii tzhac, molapd. ABLAT-Vente por mi chAcara tray6ndome mi cavallo. M.ei~ viz nanta mceiicoled metcelcec. SUPINo-Vengo A traer de comer para ti. Xllon quic eil tatet tzhceng pcen. PARTIC.-Llama al que trae la plata. Xllipcon, aio xlla xll mita- pcec. REGLA~ PARA LAS SEGUNDAS ORACIONES. PRESENTE. Meterang. Aquel es traido. RRETER. IMP.-Moeiecheme terpiii. Nosotros dramos traidos. FRET. PER.- Vosotros flisteis traidos. Tzhoeiche metersdo. PRET. PLUS. -Aquel habia sido traido. Meteraedang p ifi. FUTURO.-- Vosotros fuisteis traidos. Metserazchica. SUBJUNT.-T4 seas traido. Tzhangmangmeter. PRET. IMPER.-N-osoItr fitarainos traidos. Metoereixca. PRET. PERF.-Yo hzabia sido traido. Metsereiri capii. PRET. PLUS.-Aquelleos hbieran sido traidos. Metersedse nang capifi. GERUNDIO.-Para que tengo de ir d zaia si me an de traer. Exllem ifi tseca gaiap meternem? 1, metem nam? PARTICIP.-Este palo es traido de mi, 6 trdjelo yo. Mefil metedo pupangmo. EL AJEDREZ OREGANO DEL CLUB DE AJEDREZ DE LIMA.) Nilm. 8 [ LIMA, 15 DE SETIEMBRE. Afio 1879. CRONICA. Despues de muchos dias de agitacion ha encontrado por fin el ComitY, 6 mas bien dicho, su digno Presidente, unas habitaciones donde trasladar el Club do Ajedrez. Tales son los altos de la fotografia del veieor Courret, calle de Mercaderes. La comodidad que ellas ofrecen, lo equitativo del precio del contrato, la position central del lugar, scrian motives suficicntes para que el Club agradeciCra al soefor Duclos los pasos que ha dado para conseguirlo, si no obligara mas nuestro reconoci- mIionto, la circunstanuia de que par su medio hemos salido al fin de una fatigo- sa tutela. El Comit6 so ha ocupado de verificar los dltimos arreglos, y en breve el nuevo local estar, A disposicion de los socios. CONOURSO INTERNATIONAL DE PROBLEMS DE AJEDREZ.- PARIS---1878. Los sefiores miembros de la Comision han presentado un dict6men notabilisimo, en el que con tanto taleuto poco comun, han apreciado las numerosas composieiones quo se les remitieron de todas parties. En la "Strategie" dejulio, hallamos consignados los nombres de los vcncedoresi y si bien es verdad que no nos proponemos rebajar sus m6ritos y derechos, con todo, ciimplenos decir, como redactores de un diario que trata de la material, quo es de sentirse que tres de los opositores hallan sido declarados fuera del concurso por fal- tas al reglamento, y much nas cauando uno de los rechazados lo fu4 por una cues- tion que no habia sido estableoida claramente en el program. Despues de la clasificacion do los prcmios, y de la apertura de los pliegos sellados que contenian los nombres de los compo.itores, result ser el soilor Pradignat author de los trees remitidos que fueron premiado el ndmero 4 "Aliquando dormitat bonus .Homerus" [1 F pr6mio] n9 10 "Look on this hill" [1a menoion honorffica] n9 16 "Conrez du nord giants' [P8 mention honorifi:a.] Nada habia en cl program quo indicate csta prohibicion, ii no ser que s- dedu- jera de la siguiente frase. "El concurso se verifiiiri con arreglo a las condiciones generalmente adoptadas." La Comision se vi6 obiigada A rotardar la proclamacion de los premios por once dias, 5 fin de emitir un informed 6 este respect. Despues de haber esplicado las numorosas investigaciones que se han hecho en los concursos anteriores, tanto en Europa como en los Estados Unidos, la comision se espresa asi: "En resume, en los numerosos antecedentes que han sido objeto de nuestras investigaciones, hemos visto quo on Am6rica se ha permitido dos veces remitir vB. 58 EL AJEDREZ rios problems, en Europa, jams. lHay tradition mejor establocida quo 6sta, y pue. de Ilegarse (t debatir sobre las condtciones generalmmeate tadwptadas, quo cs el punto que nos ocupa? Sentado esto, no puede ponerse en duda la infracion cometida por el senior Pra. dignat. El, es el inico de treinta y tries opositores quo ha desconocido cl precepto impuesto & todos, y aunque procedi6 de buena fu6 puesto que firm sus true's remi- tidos, a nosotros incumbo la penosa tarea de imponerle la finfca pena de que dis- ponemos: la separacion del concurso." Las infracciones comotidas por los otros dos opositores, fueron claramente espro- sadas en el program. Las victims son: el seofor Lamouroux, de Paris, remitido-18 -"Mea cidpa" clasificado antes del escrutinio para cl 49 premio; y el seflor Coates, de Chettenham [Inglaterra] remitido 33--Rdspice jinemn clasificado para la 4. mention. En definitive, la Francia ha perdido un gran triunfo, y su inico consuelo es ha- ber aleanzado uns victoria moral. H6 aqui los vencedores:- Primer premio.--Sefior Johaan Berger, Graz [Austria] devisa Vertrauen." Segundo premio.-Sefnor Fritz Geijersstam, A Ackkam [Sueda] devisa "Non cuivis homini contingit admire corinthum." Tercer premio.-Sefior Samuel Loyd, a Elisabeth [ E. U. ] devisa "L'homme qui rit." Cuarto premio.-exacquo-Sefior Conrad Bayer, a Olmutz [Austria] devisa Vive Louise" y el senior Finlinson d Huddersfield [Inglaterra] devisa "Amat Victoria cnram." PREMIO PARA EL MAS HERMOSO PROBLEMA. Sefior W. Nielsen, a Copenhague (Danemark) para su problema en cinco juga- gadas devisa "Baldur." PREMIO PARA EL PROBLEMA QUE T1ENE EL MAYOR NUMERO DE VARIANTES. Sefior Dr. Moore, a New York (E. U.) para su problema en cineo jugada, de- visa Toejours pret." * El senior M. N. Vargas que hace poco fu6 vencido por el senior 0. Pardo segun lo participamos en el i!timo ndmero, aeaba de tomar la revanoha sobre su habil adversario. De las cinco partidas convenidas las dos primeras fueron tablas, la terce ra y cuarta ganadas por el senior Vargas y la iiltima por su oponente. Por error hemos dicho en la dltima cr6nica, que St. Petersburgo venci6 56 Moscou en su desafio por correspondencia. Pues, es Misco. c iquien gyn(id lis dos partidas. :s: El seflor M. Pastor Sevilla tiene pendiente un desafio de cinco partidas con el senior M. N. Vargas. Deseariamos que nos remitiesen los juegos escritos para cono- eer el aproveohamiento de los contendientes. EL AJEDREZ. PARTIDAS CORRIENTES. VIGESIMA-PRIMERA PARTTDA. PARTIDA LOPEZ. (.nuqada pen el Club, rl 1 de fMaiyo de /1879.) BI, t uAo. Sr. Ev. P. Duclos. 1--P. 1 R 2-C. 3 AR 3--A. 5 CD 4t-P. 4 D (2) 5 -C : P 6i-P. 4 A R (4) 7-Enrocan. 8-A. 4 T 9-A. 3 C 10-C : C 11-D. 5 D (5) 12-P. 5 AR 13-P :PC 14-P : PA jq. 15-D. 5 TR 16--C. 3 AD N IEGR.A Sr. Van Ronzelen. 1-P. 4 It 2-C 3 AlD 3--R. 2 R (1 4-P : P 5-P. 3 CR (3: 6-P. 3 D 7-P. 3 TD 8-P. 4 CD 9-A. 2 R 10--C : C 11--D. 2 D 12-A. 2 C(I 13--C. 1 D 14-R. 1 A 15-A : PEP 16-A. 3 0 B LANUAS. Sr. Ev. P. Duclos. 17-1, 3 A 18--A. 5 C (6) 19--A : C 20-TD. 1 R 21--A. (G Tjq. 22-- : PAD 23-D. 7 Cjq. 24-D : T jq. 25--T : A jq. 26--D. 7 C jq. 27-D. 5 D jq. 28--A. 5 C jq. 29-D. 8 T jq. 30--D. 7 C jq. 31-D. 5 D jq. NEGRAS Sr. Van Ronzelen. 17-P. 3 A 18-C. 3 R (6) 19-D : A 20-A. 4 R (7) 21-R. 2 R 22-A : PAR (9) 23-11 1 R 24-R. 2 D 25-D : T 26-R. 3 R (10) 27-R. 2 R 28--R. 1 R 29-R. 2 D 30-R. 3 R 31-Las negras se rin len. (1) V6aVse la nota 2 Ie lit s6ptiimt partida. (2) Aiiterioriintti el enroque era aco iseju.jadu en sta j.alita, iper la opinion II i illlilncdich, dte 4c. 'ok, \Worimald. tc., detuniestratn qfile i--P. I D es miiejor. Blackbiure contrai Stoinila, in iunia partida |itli tuvo lliiar oi l con- greso de Vieli:, adloptG esa flltima jugada. Si 5 10 Enl. lDs blntcas tiet, C vAentaj 1e posi- C : (' C. 3 AI) A. 2 I A. 3i A Enrucani cioil (Trrneo de Vitea 1%, ", Blacli-btrnic (bbticast) SSinilz (ntfqtst). (4) Debiaunjugar nmejr: 0 ( 7 D tc.,)7 A_ c PI) PC : C : I) I R poslcioulln tis ventnjosa. (5) Por 11-A : P jq. seguida ti- 1--1U. 3 1 jq. se cultsl(guia t l desenroii0 e 3 un P de ventaja. Per, las blnlcas prefieren cinlseirr el A I para scguir Umna combination t do done tesperan racalr mIlia vcntltja. (6) (Cr'eems Iqul 18-C : P eCiL mas oficaz. (71 Li fmnicijillgada partl salvar Ih Dalta. (A) JuLgandU t22-P. 8 A hace D, jq., las blanicus gallll unlllt T, lie'o ells anmlicillnan lo mllnos !a tomlada de la D y cs: jugada de lpreparacion, lieva i uni final que ijrueb la iijstesa do lti comblinacion. (9) No vemos dlefensa i esa situation critical: La Dami cstf furzosanmente pIrdida 6 cl R mate. (10) Si 26--,. 1 R so piorde Ia D en 3jugatdas. (Ui EL AJEDREZ. VIGESIMA-SEGUNDA PARTIDA. DEFENSE FHILIDOR. (Partida del lMatch,.jugadt el Club el 29 de Agosto de 1879.) BLANCAS. Sr. G. T. Alty. 1-P. 4 R 2-C. 8 AR 3-P. 4 D 4-D : P (1) 5-A. 5 CD 6--Enrocan. 7-A :C 8-D. 3 AD 9--P. 5 10-P. 3 TD 1--C. 4 D 12--C : C 13-P. 4 AR 14--1. 2 D 15-C. 3 ARl NEGRAS. BLANCAS. NEGRAS. Sr. G. Salcedo. Sr. G. T. Alty. Sr. G. Salcedo. 1-P. 4 R 16-C. 4 D 16-A. 2 D 2-P. 3 D 17-D. 5 T 17-P. 3 TD 3-P : P 18--T. 3 AR (4) 18-P. 3 AR 4--C. 3 AD I19-P : P (5) 19-P : P 5-C. 2 R (2) 20.-D. 1 R (6) 20--TD. 1 R 6--A. 2 D 21-A. 3 R 21-P. 4 AD 7--C : A 22-C. 3 CD 22-A. 3 AD 8-P. 3 TR (3) 23-T. 3 C 23-D. 4 AR 9--P. 4 D 24--. 2 AR 24-P. 5 D 10-D, 2 R 25-A. : P 25-P : A 11-D. 5 T 26-C : P 26-D. 2 D 12--A : C 27-C : AD 27-P : C 13--A. 2 R 28-T. 3 D 28-D. 4 AR 14-Enrocan TD 29-D. 7 TD 29-A. 4 AD jq. 15-D. 5 CR 30-Las blancas se rinden. (1) 4-C : P es igualnlente buenajugada que da lugar 1 inumcrosas 6 iiterelsantes variantes, (2) La jugada generalinente aconesejada: era 5-A. 2 I. (3) Prudencia prematurada. (4) Es evidence que las blancas no pueden tomar el PD 1 in peter eljuego por la respuesta de las negras 18- A. 3 AD. (5) Mejor nos parece P. 3G R, obligando il la retirada diel A, iiterlrumiiiendoi la comunicacion de las TT, y llevan- do adelaite un P pasado que podia ser sostenido. Si 19 __ 2. P. 3 TR gaauduo el A. A:P (6) Hubi6ramos preferidu iiiucho m;is, dejar la D :i, sU in plcs algo alliciazante y jugar 21 i-A. 2 D pouiendo en juego 1i TD, y seguir el alaque ccu T. :3 AD. Talnbien las negras oudian tomar aliora l PD sin 1eligr., Ejeniplo: 20 D : ID ,1 6 Rq C 23 T I blalils no tienen desventaja de position y Ilevan un A. 3 A D:D T. Dj P ie nlas. EL AJEDREZ. 61 VIGESIMA-TERCERA PARTIDA. PARTIDA PONZIANI 0 ATAQUE STAUNTON. (Partida del AMatchjutgada en el Club.) BLANCAS. Sr. N. Vargas. 1-P. 4 R 2-C. 3 AR 3--P. 3 AD (1) 4-P. 4 D 5-P. 5 R 6-P : P 7-A. 2 D 8-A. 4 AD 9-P. 3 CD 10-C : A 11-A 2 D 12-D. 2 A 13-Enrocan TR 14-P. 3 TD 15-P. 4 CD 16-P. 3 T 17-P :D 18-A : C 19-C. 5 C 20-P. 6 R NEGRAS. BLANCAS. Sr. O. Pardo. Sr. N. Vargas. 1-P. 4 R 21-P. 7 R 2-C. 3 AD 22-TD. 1 It 3-C. 3 AR (2) 23-T. 5 R 4--P : P (3) 24-T : PC 5 -C. 4 D 25-T. 1 D 6-A. 5 CD jq. 26-A. 3 D 7-Enrocan. 27-R. 1 A 8-C. 3 CD 28-C. 3 C 9--A : A 29-C. 6 Cjq. 10-P. 4 D 30-A : T 11-P. 3 A 31-T :Pjq. 12-P. 4 A 32--A : C 13-D. 1 R 33-T. 5 ADl 14--D. 4 T 34-C. 4 D 15-D. 5 C 35-R. 1 C 16-C : P (4) 36-C. 2 A 17-C : D 37--C. 3 R 18-P : P 38-C. 4 Cjq. 19-P. 3 TR 20--P : C (5) NEGRAS. Sr. 0. Pardo. 21-T. 1 R 22-R. 2 A 23-T : P 24-T. 7 R 25-A. 2 D 26-T. 2 R 27-TD. 1 R 28-C. 5 T 29-R. 3 A 30-R : T 31-A. 4 A (6) 32-P. 3 A 33-R. 3 A 34-A. 6 Djq. 35-T. 5 R 36-T. 7 R 37-P. 6 C 38-Las negras se rin den. (1) Jugada que dai noilbre i esea comitnzo. Aializada por primer vt z por Pon-zii i lha sido rccoimeni dat por StINittonyLoentlhal. 4-P. 3 AD tiene pur objeto establecer un ataqul inidiato al tro y a bl ce rir A la D una sa- lida A la iziluierdia. En resfimen, buen culoienzu, atacmant y slido. (2) Lo iwnithl ililic; esa jugala de\ S'sjr'ir lin: ,/'iluiy. T;niiiiein lts negras ti-ni A si diispt icioii 3-P. 4 D! 3-P. 3 D y 3-P. 4 Ali. (uilnbito illgeiiioso proliiesto por Pni. ziani. (3) Un error. Dibian jugar las i igriu -1- 1. D 6 4-Ci : P en d conforlmiidad ian todos lo., I Uri'kus. (4) Un descuido grande. (5) Parece qiue un asalto de geuenrsitd-d. Las Ilegras hlicieron siiu regalo, aliora lalis bmlaire hiagan el 11uo. (G) El senior Pardioi n partidas ie i ialtio, deberia tciitclici'e un 111 pol:o, y niojugar tnt ligero coillo Ie costumbllr No podemlnu esplicar pur utra ra izoni L'ue srcgmlnd descuide iicalificabli'. EL AJEDREZ. VIGESIMA-CUARTA PARTIDA. GAMBITO DEL CABALLO DEL REY. (Partidla dcl M,1tch, jutgwI rc ,/ (lhih cel / / I Julio de /8, .) BLANtLAS. Sr. Juan J. Cortes. 1--1'. 4 R 2--P. 4 ARl 3--C. 3 AIt 4--A. 4 AD (2) 5--P. 4 D 6-A : PAR 7--C. 3 AD 8-Enrocan. 9--C :P 10-A : C 11-C. 5 R, 12-A : C 13-A. 8 CD 14- 3 AD 15-D. 5 Ti (I) 16 -P. 5 I) 17--P : P 18--T. 1 D 19-A. 4 1) 20--T : A NEUI RAS. Sr. 0. Salcedo. 1-P. 4 R 2--P : P 8-C. 3 AD (1) 4-P 3 D (3) 5--P. 2 TR 6--C. 8 AlR 7--A. 2 R 8--P. 4 D 0-C : C 10-Enrocan. 11-C : C 12-P. 3 AD 13-P. 4 TD 14-A. 3 R 15-P. 4 CD 16-P : P 17--A : P 18--A. 1 AD jq. (5) 19--AR : A jq. 20-D. 3 CD SLA.\ N .\S. Sr'. .Juant .1. (orlds. 21--A : A 22--'. 1 Tit S23-T. 4 CR 24 -A. 4 IR j. 25--T. 4 TR 26--D. 5 1) 27--A. 3 A R 28-P : P 29-T. 4 AD 30-P. 3 TR 31-D : P1 32--T. 7 AD 33-T : Tjq. 34-T. 1 R 35-A. 5 1) 36-T. 6 R 37--D. 3 ADjq. 88-D. 7 ADjq. 39-D. 5 Rjq. NEGBAS. Sr. G. Salcedo. 21 .--T. 2 TD 22-- -. 5 CD 23-1. 2 TR 24-P. 3 C(1 25-D. (i R 26-P. 4 A R 27-P : P 28--D : P 29--D. 6 R 10-T. 2 R 31--1. 4 CI, 32-1I. 2 CHJ 33-D : T 34-1D. 3 AR 85-R. 1 TR 36--D. 4 CIt 37-R. 2 TR 38--R. 1 TR 39-Las ncgras se rinden. (1) Sil dudla para desconceritar at sI adverslrio, pu si, ejugadia cs nimil; la (ulica ilicaz 1a la conOsrvar el P dI' ngambito, cs 3--P. 4 (TR. (2) D)rand' indica tn su oclrat I-PI. 4 TR, comni I Illenjor para reicuperoiir lttogo cl P deil gamlbilo. (:) Por Ii juigadia aiiterior de lus ir ilancas, qute iii' aprovcrho de la IcLfen'si dticil dtie Ias niegira, cs'li teniitii tod(l- vijl tiempol atlui, ipari'ajugar 1-P. 4 CIR on ituenlljiteg,). (4) Lits bltcl(s lpoilian ganir ni P y tonitir Imtclil position juplliligil 15-A : A y (Isplue-' 16-D. I CR. (.5) 18-1). :i Cl), jq. era (il modo di n,o eiirder la piean. EL AJEDREZ. 63 SOLUCIONES De los problems de "El Ajedrez" del 15 de Agosto de 1M79. N? 24 De Chas-Mohle. BLANCAS NEGnAS 1--A. 5 D 1-R Gr R (A) 2--C. 3 A 2-Cualquiera. 3-D. 2 T 3--Id......... 4-D. 6 A mate. (A) 1-.................. 1-R. 4 A 64C 2-C. 7 A 2-Cualquiera. 3-D. 8 C 3-11...... 4-D. mate. Las otras variantes son fAciles. N? 25-De H. D. Morwood. 1--D. 8 D 2-T. 3 R 3-D. 5 C mate. 1-R. 4 R 6 4A (A) 2-Cualquiera (A) BLANCAS NEORAS 1--............... 1--R. 5 A 2-1D. 5D 2-- 5 C 3--1. 5 C mate. NO 26-De W. Brace. 1-P. 4 AR 2-D. 6 T mate. 1-Cualquiera. N? 27- De J. C. Ninde. 1-D. 8 A 1-Cualquiera. 2--D. 6 C : PA mate Han remitido soluciones exactas: De todos- Circulo italiano de Ajedrez; A. v. R.;T. Normandin. De los n6meros 25, 26 y 27-A. Bechet; G. Alty; J. Rechou; G. Mason; P. Chalon; Huascar; Giwdul. De los nfimeros 26 y 27 Un Peon; A. Dubreuil; E. Courret; A. Gaillour; P. Bourg. Del nimero 27 F. Cantenat; un an6nimo. Otras soluciones exactas de los nAmeros 20, 21, 22 y 23- J. Bishop. CORRESPONDENCIA. Sr. P. Bourg. Con el mayor placer contestamos 6a sus preguntas: Dama da mate en 10jugadas; Torre en 17 jugadas, Dos Torres en jugadas: I)os Aljiles en 18 jgadas; Alfil y Cuaballo en 35 jugadas. Todos esos nfmer)s de jugadas son el miximun. El mate de Dos Calballos puede ser dispuesto & prop6sito, pero no puede ser efec- tuado jugando con defense correct de las negras. Dama, contra Torre debe ganar al ecepcion de ciertos casos donde el empate es inevitable Damia contra Dos Torres. Es menester no olvidar que sobre el tablero libre, la Da- ma estk consideradti un poco inferior 'i la fuerza colectiva de Dos Torres; pero la infe- rioridad de esas iltimas es Hjos de ser decisive para ganar la parlida.. Pues, aqui, es la position que Lace ley. DamaI contra Torre y Al/il] i, dos cliles Debe ganar, pero hay position de nnlidad. ( dos caballos I 1 fl til y cba/llo J. Torre contra Al/il I S ) Caballlo i Tablas, pero hay situation de victorias. I a Torre y Alfil La posibilidad del mate, es cosa de position. a a1 Torre y caballo J EL AJEDREZ. PROBLEMS. Concurso international de problems del Congreso de AJedrez Paris 1878. 1"'. PREMIO-SENOR JOHANN BERGER DE GRAZ. (AUSTRIA) NEGRAS. .^ _ M .- ^sAl AL *A- BLANCAS. Las blancas dan mate en nosjugadas. BLANCAS. Las blanca8 dan mate en CATRo jugadas. NEGRAS. I 'I Kim --_ __ BLANCAS. Las blancas dan mate en TREs jugadas. NEGRAS. A 1 BLANCAS. Las blancas dann mate en lNcofugadat* Aviso important. Se suplica & los sefiores aficionados, manden las soluciones al Sr. D. Ev. P. Duclos, calle de Espaderos No 239, antes del 10 del mes entrante & fin de hacer mencion de sus nombres en el pr6ximo nfimero. I GOBIERNO DE LOS INCAS. (Continuacion.) Las comunidades. Aunque habia en el imperio provincias mui di- latadas y pueblos considerable, ni estos, ni aquellas tenian reconobida im- portancia political, por carecer de representation legal y de todo derecho para influir directamente en la administration pfiblica; las parties integran- tes del estado, la base permanent de la constitution social eran las comu- nidades, en que venian & resolverse pueblos y provincias, en cuyo seno quedaban absorvidas las families, y de que los individuos formaban simples fragments 6 nimeros sin verdadero valor personal. Esas colecciones, que pueden considerarse como la personificacion de la parentela; que tienen asociaciones analogas en muchos pueblos primitives, y a las que se adap- taba mui bien la indole de los primeros peruanos, no solo florecieron en el gobierno de los Incas, sino que subsistieron en much parte despues de su destruction, durante el coloniage y ain en la Repiblica peruana. Cuando se trata de poblaciones habitadas esclusivamente por indigenas, 6 de que estos forman barrios determinados, sea para la administration, sea para sus diversiones y tareas especiales, la autoridad 6 las personas influyentes se dirigen & la comunidad, llambndola con el nombre de su residencia, 6 con los de los respectivos aillos 6 parcialidades. En la comunidad incasica so distribuian los bienes y trabajos, sea por casas, sea por individuos segun las circunstancias; la corporation provela de domicilio al recien casado, venia en auxilio del desvalido y prestaba su poderosa cooperation al que necesitaba de esfuerzos agenos; en 1.alidad, como los matrimonios debian verificarse entire individuos de un mismo lina- ge, que reconocian un tronco comun y seguian los mismos usos, la comu- nidad era una familiar ensanchada y robustecida por la reciprocidad de afec- tos y por la solidaridad de destines. La concentration de esfuerzos, que el ciego egoismo, y las rivalidades entire las families no debilitaban, ni expo- nian A destructores extravios, fud uno de los medios mas eficaces, para lle- Tom. III-Ent. 2* 82 REVISTA PERUANA. var 6 cabo las grandiosas obr.as de los Incas; al mismo tiempo que previno los des6rdenes y miserias, de que en las naciones mas adelantadas suelen ser victims las classes desfavorecidas por la fortune. Para espiritus indepen- dientes y celosos de la dignidad humana habria sido insoportable la situa- cion personal, en que el c6nyuge era impuesto por la autoridad, no se po- dia cambiar de residencia, ni de vestido, estaba determinado el empleo del tiempo y casi se desconocia la espontaneidad para el trabajo y para la diversion; pero la falta de libertad no podia afectar much a los que nacieron y vivieron en la servidumbre, desnudos de ambicion y sin la menor inquietud para el porvenir. El gran vacio de la comunidad, vacio en verdad de las mas trascendentales consecuencias, era la imperfect organi- zacion de la familiar, de la que estau pendientes el destino de los individuos y el de las naciones: los tiernos afectos y la providencial solicitud, que en las sociedades bien constituidas deben unir entire si a esposos, padres, hi- jos y hermanos, perdian en intensidad y dulzura, cuanto los lazos de la pa- rentela habian ganado en expansion; debilitados los afectos de la sangre por los sentimientos comunistas, y prevaleciendo los instintos de la fuerza so- bre las delicadas consideraciones, que la cultural superior presta A la debi- lidad, los series flacos por el sexo 6 por la edad tenian much que sufrir. La muger, mas que la compaiiera, era la sierva del marido; los nifios se consideraban como elements del bienestar domestico en vez de ser objeto de entraiaable y abnegado cariio; A su vez los ancianos y cualquier indivi- duo de la familiar, que por sus achaques habria necesitado de la mas cari- fiosa solicitud, solian ser vistos con indolente indiferencia, cuando no eran dejados en el mas lamentable abandon. Tales serdn siempre los efectos del socialismo, que, violentando el corazon human, sacrifice A la fraterni- dad official los sentimientos mas intimos, mas dulces y mas generosos, fuen- te inagotable y pura de la mas deliciosa abnegacion. Si su glacial influen- cia no se dej6 sentir de lleno en las comunidades del imperio, debi6se en parte a otras instituciones mas humanitarian, y en parte & la inalterable ternura del caracter national. La division de los bienes. El interns, que siempre inspir6 el bien- estar de la familiar; el amor, que en cualquier grado de la civilizacion tiene el hombre a lo suyo; el respeto 6 la posesion inmemorial de los curacas; la hacienda senalada A los linages reales para sostener su rango y el culto de los monarchs difuntos; las mercedes otorgadas al favor 6 al m6rito; y otras causes mas 6 m6nos influyentes, moderando la rigorosa aplicacion del socialismo, hicieron, que junto con la propiedad de un carActer social exis- tiera la propiedad privada, que en verdad solo formaba una peligrosa es- cepcion de las leyes destinadas A impedir la desigual reparticion de ri- quezas, espantoso contrast de opulencia y de miseria. Los curacas con- servaron sus patrimonios mas 6 m6nos considerable segun la extension de us seoorios, y el resto de la nobleza tuvo tambien po.esiones particulares ; REVISTA PERUANA. 83 de unos y otras han dado testimonies mas 6 m6nos explicitos los historia- dores, que solo admiten las de caricter social, fueron una prueba los plei- tos suscitados despues de la conquista, y las donaciones hechas por los propietarios a santuarios y conventos; todavia quedan algunas en poder de los herederos legitimos. Por otra parte, rindiendo homenage la ley inca- sica 6 los derechos del individuo y de la family, tom6 bajo su protection el peculio del indio m6nos acaudalado: el padre podia dejar sus bienes muebles A cualquiera de los hijos; si 61 no habia tornado ninguna dispo- sicion acerca de la herencia, quedaba esta para la familiar en comun, y solo por falta de descendientes pertenecia al gobierno. Las tierras de labor 6 de past, que no eran del dominio privado, se di- vidian en tres classes: tierras destinadas especialmente al culto, que Garci- laso llama del sol y con mas propiedad llaman Ondegardo y Acosta de las huacas; tierras del Inca, cuyo product se invertia en la satisfaction de las necesidades politics, y tierras de comunidad, que se distribuian entire las families dando una media 6 topo por cada gefe de casa, otro topo por cada hijo varon y medio topo por cada hija; estos lotes no se heredaban, ni se vendian, sino que, faltando el agraciado, volvian A la comunidad; solo el hijo, y no la hija, que se casaba, llevaba el suyo al matrimonio en cali- dad de cabeza de una nueva familiar. Segun Ondegardo no existia una pro- porcion fija entire las tres classes de tierras, sino que, como debia ser, va- riaba segun el numero de indios y la cantidad de terreno disponible; difi- cilmente habria podido hacerse una distribution igual 4 invariable en la costa, donde el vecindario se hallaba & veces aglomerado en estrechas que- bradas, 6 el cultivo se limitaba a simples hoyas; los nuevos andenes y las tierras mejores, recien roturadas en la sierra, solian apiicarse al Inca y al sol, salvo el conceder parte de ellas & la comunidad, cuando llegaba 6 exi- girlo el aumento del pueblo. En cuanto 6 la cabida de los topos, Garcilaso la hace equivalent & una hanega de tierra para sembrar maiz, pero que tiene hanega y media de la de Espana. Don Juan Josd Lesero, contador general de tributes a fines del siglo XVII dice en un libro de repartimien- tos citado por C6rdoba Urrutia: a un topo de tierra tiene 96 varas de lon- gitud y 48 de latitud, que hacen 4,608 varas. A cada indio tributario se le aplic6 (en tiempo del Virey Palata) cuatro topos de tierra, que componen 18,432 varas plans, y admiten de sembradura diez y seis almudes de se- milla que es una fanega y tercio, y A las indias viudas un topo, ctuaroi las tierras son f6rtiles; cada almud se compone de dos celemines...... En unos autos de 1,647 el licenciado Alonso Maldonado, oidor de Lima y visitador de tierras de la provincia del Cuzco reparti5 645 topos y express, que ca- da topo tiene 96 varas de largo y 48 de ancho...... A fojas 73 del libro primero del senior Toledo, se ordena, que al cacique se le siembre una fa- negada y media de sembradura (tres fanegas) y en las ordenanzas del Du- que de la Palata, se previene sean seis topos....., Es manifiesto, que la de- 4 REVISTA PERUANA. signal fertilidad de las tierras en valles calie.tes 6 templados, y en punas, junto con la diversidad de cultivos y de necesidades hacian inevitable la desigualdad de medidas, si es que habian de ofrecer la convenient subsis- tencia & los indios de las diversas regions. El riego de los campos cultivados y de las dehesas, cuando el agua era escasa, se sujetaba A medidas de tiempo, tocnrdole a cada poseedor su tur- no y duracion, segun se sucedian las posesiones y habia mayor 6 menor superficie, que regar. El huano, con que solian fertilizarse los pr6ximos campos de la costa, se distribuia tambien con cierta media: A cada pro- vincia correspondia un dep6sito del literal 6 de las islas, y si el deposito era grande, se dividia con linderos entire dos 6 mas provincias; a su vez la parte de cada una de ellas se dividia entire sus pueblos, y la de cada pue- blo entire sus vecinos. Garcilaso cree, que las minas pertenecian a los curacas y A los indios de comunidad, quienes obsequiaban al Inca el oro y la plata, cuando venian A visitarle; pero la Audiencia, Ondegardo y otros cscritores, que hacen au- toridad en materials fiscales, aseguran, que las minas pertenecian al estado; afn se dice, que todo poseedor de metales preciosos estaba obligado a ma- nifestar su procedencia, a fin de que el gobierno pudiera explotar el mine- ral, de donde habian sido extraidos. Sin embargo, es probable, que el oro recogido en los lavaderos quedara muchas veces A disposicion de los par- ticulares por la dificultad de vigilar la extraccion. Los reglamentos relatives 4 la distribution de los ganados variaron mu- cho y estuvieron sujetos A escepciones notables: en general pertenecian al Inca y al sol los grandes rebatos (Hatun llama) concedi6ndose a mui po- cos curacas la posesion de mil cabezas; los pueblos y particulares solo lle- garon A poseer mui pocas, siendo mui reducidos sus ganados (huacha llama). De los animals montaraces, los huanacos, vicunias, venados y otros de gran cuerpo se reservaban para las grandes cacerias imperiales; los pequefios, escepto los que vivian en los sotos reales, estaban a disposition de cual- quier cazador. Asi mismo eran de libre adquisicion los frutos espontAneos, los peces y demAs animals acuaticos, el agua, que no se consumia en el riego, la sal y otros minerales tiles. El comunismo primitive no podia m6nos de prevalecer tocante A riquezas indefinidas 6 de dificil apropia- cion. La lana recogida en la sierra, y el algodon producido en las yungas se distribuian, fuera de la pequefia cantidad manufacturada por nobles donce- Ilas, en las diversas comunidades, ya para que sus individuos se proveye- ran de vestidos, ya para que trabajasen los pedidos por el gobierno. Las de- mks cosechas conseguidas en las tierras del Inca y del sol se depositaban en tres species de positos 6 almacenes, establecidos sea en las ciudades, sea en los tambos, los del soberano, los del culto y los comunes; las provisio- nes de los iltimos se repartian en las comunidades, si el afio era de carestia, REVISTA PERUANA. 85 y en todo tiempo entire los desvalidos, y cualquier escasez se suplia con las de los otros dos dep6sitos, especialmente los del sol. Por esto decia la Audiencia de Lima, atodos los dichos tributes y servicios, que el Inca llevaba, eran con color, y para efecto del gobierno y procomun de todos, asi como todo lo que se ponia en dep6sitos, todo se convertia y distribuia entire los mismos naturales.), Organizacion del trabajo. Los principios del socialismo se apli- caron con sefialado rigor en la organization del trabajo, que, con escepcion de los nobles, fu6 impuesto 6 los indios como fuente de la riqueza social y como el tribute, que se pagaba al soberano; considerada la pereza como un crime contra el estado, fu6 reprimida con la severidad de las leyes; y el tiempo, que los plebeyos no ocupaban en sus quehaceres propios, los cuales tampoco les era permitido desatender, debian emplearlo en el cultivo de los campos asignados al Inca y al sol, en las manufactures para el ej6rcito, en las obras piblicas y en otros servicios de la religion 6 del gobierno. Los h6biles en mineria se ocupaban en el beneficio de los metales, los artesa- nos peritos en sus diversas manufactures, los musicos y bailarines en di- vertir 6 la corte; los Agiles en la carrera servian de correos, hasta los ni- ifos, los viejos y los privados de algun sentido desempefiaban las tareas compatibles con su debilidad y defectuosa conformacion; las mugeres ayu- daban A sus maridos en las tareas dom6sticas y A veces en las faenas pfi- blicas; los quillacingas, tribu miserable, que vivia en la extremidad seten- trional del imperio, y otros pueblos degradados por la miseria, que no po- dian ofrecer al estado ningun product appreciable, estaban obligados 6 pre- sentar a la autoridad canutos llenos de los parasitos, que el desaseo habria multiplicado para su tormento y que alguna vez tuvieron por apetitosa golosina. Todos los trabajos estaban perfectamente reglamentados, sea consultando las conveniencias sociales, sea procurando el alivio de los trabajadores. El cultivo de las tierras principiaba por las del sol y seguia con el de las per- tenecientes a los pobres, hu6rfanos, viudas, soldados en campatia y perso- nas impedidas por la vejez 6 la enfermedad, y la preferencia de este culti- vo era exigida con tal rigor, que segun Garcilaso hizo ahorcar Huaina- Capac a un indio de Chachapoyas en el campo de su injusta prelacion, por haber antepuesto las labores de un curaca, pariente suyo, a las que re- clamaba el campo de un hudrfano. Concluidos los dos primeros cultivos, principiaba el de las dem6s tierras, y las ultimas cultivadas eran las del Inca. Especialmente al sembrar y recoger las cosechas en estas y en las del sol, las faenas campestres tomaban el car&cter de alegres fiestas: el pi- to y el tambor llamaban la comunidad al trabajo comun; todos acudian con sus mejores galas, se comia de regalo, se bebia abundante chicha, se baila- ba a placer y la fatiga desaparecia oyendo entusiastas cantares de triunfo (hailli), Aun en las labores particulars, por la ayuda quo unos 6 otros se thi REVISTA PERUANA. prestaban, por los festines con que terminaban, y por la misica, que les acompaniaba, la pena del trabajo solia convertirse en alegria. Por otra parte para aliviar las cargas mas pesadas se habian tornado todo g4nero de pre- cauciones: al que estaba encargado de una tarea, lo dispensaban de las de- mis; corria de cuenta del estado el sostenimiento de los empleados en su servicio, y se hacia con las rentas del sol el de cuantos estaban sirviendo en el temple; se habia establecido la mita 6 rotacion de servicios por provin- cias, comunidadesysecciones menores, segun la indole de las obras, cuidando de no imponer al mitayo tareas superiores a sus fuerzas, y no trasladAndole a lugares insalubres. Segun Ondegardo (cse tenia cuenta que el trabajo, que pasaban, fuese moderado y con el m6nor riesgo que fuese possible. Era tanta la drden, que tuvieron estos indios, aflade, que 4 mi parecer aunque much se piense en ello, seria dificultoso mejorarla, conocida su condition y costnmbres., Lo que hacia mas soportables los trabajos, era que con ellos se asegura- ba el bien estar comun, no pudiendo sufrir ninguna familiar los rigores do la indigencia per la pereza, la disipacion, las desgracias 6 las aventuradas especulaciones de los encargados de sostenerla. Como dice Ondegardo, eran el unico tribute, quo se exigia del pueblo para el sostenimiento del estado; y Garcilaso supone, que esa contribution era inferior & la exigida en los pueblos mejor gobernados en la antigiiedad, calculAndola en cuatro reales de su tiempo y hasta Ilegando A tenerla por cosa de burla... Por cierto no puede contarse entire las cargas livianas el triple tribute de laS tareas campestres, de los vestidos y armas para el ejdrcito y de las obras pfblicas, prescindiendo de otros servicios secundarios: la masa de trabajos que ese tribute imponia al pueblo, era enorme, estando esentos de faenas los nobles, el sacerdocio, los soldados sobre las armas, cerca de un million de empleados, los invalidos, los que no habian cumplido veinte afios y los que pasaban de cincuenta; excedia 4 lo que habria demandado el sosteni- miento de una numerosa familiar; y se agravaba, ya con las ilimitadas exi- gencias de los curacas, cnando podian sustraerse A la protector vigilancia del gobierno, ya con labors de puro lujo, como el cubrir con arena del mar la plaza mayor del Cuzco, y el llevar de la ciudad santa piedias para los region edificios de Tumibamba. El mismo Garcilaso confiesa, que, si los indios no tenian familiar, que les ayudara en sus f:ienas, muchos de ellos enfermaban por el largo tiempo, que ocupaban en el trabajo hasta cumplir con el tribute. Como ha dicho Prescott ( fia la misna tarea penosa y triste, sabiendo, que por tiles, que seai sus esfuerzos al Estado, a 61 nada le producen) Ademas, 1o que fud una cal; midad duradera para el oprimido indigena, la aversion quo en 61 debia ar- raigarse para los trabajos espontAneos con los trabajos forzados, ha hecho considerable por sus antiguos y modernos opresores como incapaz de labo- REVISTA PERUANA. 5I riosidad voluntaria; y con esta opinion, que parecia justificada por enga- fiosas apariencias, se han disculpado las explotaciones mas desmedidas y mas violentas. Gobierno interior. El pueblo anulado politicamente por la consti- tucion imperial estaba siempre dispuesto A obedecer cuanto se le mandara, y A trabajar, cuanto pudiera; la cautelosa political de los Incas lo tenia di- vidido de tal suerte, que no cayera en la tentacion de resistir 6 la autori- dad, y lo agrupaba en secciones, que facilitaran la accion administrative. Una de las divisions de los pueblos, que mejor podia impedir las tentati- vas sediciosas y secundar al mismo tiempo las grandiosas miras de la ad- ministracion, era la de originarios 6 lladtarunas y mitimaes 6 trasportados de una 6 otra region del territorio peruano: siempre, que era de recelarla menor resistencia de las provincias conquistadas a la cultural imperial; cuan- do la poblacion se hallaba escasa de recursos en region poco fertil, 6 so- breabundaba en estrechas localidades, se transportaba un gran niumero de habitantes de entire los mas fieles al pais nuevamente sometido, de este , las provincias antiguas, del pais estdril al de gran fertilidad, 6 del mui poblado al de escasa poblacion, y con esta traslacion se facilitaba la obediencia y se venia en auxilio de los necesitados. Como tan violen- ta emigracion no podia ser aceptada de buen grado; sin dejar de impo- ner graves penas al mitimae fugitive, se recompensaba a los que per- manecian en su nueva residencia, con muestras especiales de estimacion, procurando en todo caso, que ni en sus hbitos, ni en el clima sufriesen cAmbios peligrosos 6 mui desagradables. El pescador era llevado a las ori- llas del mar, de lagos, 6 de rios abundantes en peces, el cazador a montes, donde no escaseaba la caza, el ganadero a tierra de pastes, el agricultor a tierras de labor, el hijo de los yungas a otros valles calurosos, y el ser. rano a otras serranias. Esas colonies, adhiridndose con fuertes vinculos al lugar, done eran trasplantadas, subsistieron en gran parte despues de la caida del imperio; en la relacion do tributaries dada a fines del siglo XVI al Marques de Cafiete por Morales Figueroa y en listas posteriores aparecen muchos mitimaes; adn en el l6timo censo manifiestan esa proce- dencia algunos pueblos, y es mui facil descubrir la antigua traslacion de Chimus a las orillas del Marailon, de Cafiares al departamento del Cuzco, de Collas al norte y de Huancas y Huailas 5 diversas provincias. Asi los indios trasladados, como otros muchos, que de tiempo inmemorial recono- cian diversos origenes, aunque vivieran mui priximos, conservaban su ca- r6cter especial distinguiendose, cuando no por el idioma, en costumbres y peculiaridades del vestido, casas 6 sepulcros; y esta marcada distinction de aillos 6 linages, que servia de base 6 las comunidades, establecia entire los pueblos de una misma provincia y 6 veces en el seno de un mismo pueblo un antagonism favorable A las aspiraciones del gobierno imperial. Este cuidaba especialmente de que en los grandes centros se perpetuara la divi- 88 REVISTA PERUANA. sion, que desde su cuna se estableci6 en el Cuzco, entire los pobladores del barrio alto y los del barrio bajo, hanan cuezos y hurin cuzoos, no confun- di6ndose nunca los hanan suyos 6 distritos altos con los hurin suyos, 6 dis- tritos bajos, si bien esos calificativos no siempre indicaron la diverse altu- ra de la respective localidad, sino simplemente el 6rden de la parcialidad considerada como primer 6 segunda. La distribution, que mas influjo ejercia en el 6rden social, era la que agrupaba los indios en decades 6 seo- ciones de A diez, las decades en cincuentenas, las secciones de cincuenta en centenas, cinco de estas en secciones de d quinientos, dos de quinientos en una de d mil y diez de A mil en la section mayor. Algunos admiten tam- bien divisions de A cinco indios, que al parecer solo existieron de una ma- nera accidental. La march regular de la sociedad se facilitaba con la vigilancia del gobier- no, estando tan sometidos los indigenas A sus respectivas autoridades, co- mo el religioso en su convento y el soldado en su cuartel. La autoridad del padre de familiar en la casa reflejaba la del Inca en el imperio, si bien mientras el soberano era irresponsible y ain pasaba por incapaz de delinquir, los grandes excess del primero se reprimian con severidad. Cada pueblo tenia su respective Llacta-camayoc, y los curacas conservaban su jurisdiction, si bien estaban subordinados al gobernador de la provincia. Los grupos tenian A su cabeza chuncamayoc, cuidadores de cincuenta, pachacamayoo, cuida- dores de d quinientos, guaranga-cam ayos cuidadores de mily cuidadores de d dies mil lamados hunos, segun el nAmero de sus miembros. El Tucuiricue (el que lo v6 todo) vigilaba la conservation del 6rden en toda la provincia, teniendo por auxiliar a un teniente 6 michuc. Ningun grupo, ni function so- cial dejaba de estar bajo la vigilancia de empleados permanentes 6 elegidos ad hoc, teniendo todos los cuidadores la double mission de procurar el mayor 6rden, precaviendo 6 notando las faltas, y de hacerlas Ilegar al conocimiento del superior; para que su celo no decayera, no solo se les amenazaba con la pdrdida del destino por no haber cumplido fielmente su obligacion, sino que quedaban espuestos A sufrir la pena del delito, objeto de su culpable des- cuido. El legislator habia llevado su provision hasta un exceso de refinamiento, que, como dice Prescott, era ciertamente el iltimo defecto, que se hubie- ra podido esperar entire los indigenas de Amdrica: nada fue dejado al aca- so, ni & la libre election, todo fuW minuciosamente dcterminado por la ley; por eso fuera de las ordenanzas rc tivai al culto, scf'orios, matrimo- nios, herencia, juices, milicia, cuenta r'L aios, quipos, y otras innumc- rables de caracter moral 6 politico existieron las qu4 lo P. Valera com- paraba con satisfaction A las de griegos y romanos. Segun los fragments conservados por Garcilaso, y al decir del primer historiader national. (Tuvieron la ley municipal que hablaba acerca de los particulars pro- vechos que cada nacion ( pueblo tenia dentro de sujurisdiccion. Y la ley REVISTA PERUANA. ou agraria, que trataba del dividir y medir las tierras y repartirlas por los vecinos de cada pueblo, la cual so cumplia con grandisima diligencia y rec- titud; que los medidores median las tierras con sus cordeles por hanegas, que llaman Tupu, y las repartian por los vecinos, sefialando 4 cada uno su parte. Llamaban ley comun 4 la que mandaba, que los indios acudiesen en comun (sacando los viejos, muchachos y enfermos) a hacery trabajar en las cosas de la republica, como era edificar los templos, y las casas de los reyes 6 de los sefiores, y labrar sus tierras, hacer puentes, aderezar los ca- minos, y otras cosas semejantes. Llamaban ley de hermandad A la que mandaba, que todos los vecinos de cada pueblo so ayudasen unos A otros 4 barbechar y & sembrar, y a coger sus cosechas, y a labrar sus casas, y otras cosas de esta suerte, y que fuese sin llevar paga ninguna. La ley que lla- maban Mitachanacuy, que es mudarse a veces por su rueda 6 por lina- ges; la cual mandaba que en todas las obras y fabricas de trabajo, que se hacian y acababan con el trabajo comun, hubiese la misma cuenta, medi- da y repartimiento que habia en las tierras, para que cada provincia, ca- da linage, cada persona trabajase lo que le perten ecia y no mas; y aquel trabajo fuese remuddndose A voces, porque fuesen trabajando y descansan- do. Tuvieron ley sobre el gasto ordinario, que les prohibia el fausto en los vestidos ordinarios y las cosas preciosas, como el oro y la plata, y pie- dras; y totalmente quitado la superfluidad en los banquetes y comidas. Y mandaba que dos 6 tres veces al mes comiesen juntos los vecinos de cada pueblo delante de sus curacas, y se ejercitasen en juegos militares 6 popu- lares, para que se reconciliasen los Animos y guardasen perpetual paz, y para que los ganaderos y otros trabajadores del campo se alentasen y re- gocijasen. La ley en favor de los que llamaban pobres, la cual mandaba que los ciegos, mudos y cojos, los tullidos, los viejos y viejas decr6pitos, los enfermos de larga enfermedad, y otros impedidos que no podian labrar sus tierras para vestir y comer por sus manos y trabajo, los alimentasen de los p6sitos pfiblicos. Tambien tenian ley que mandaba que de los mismos p6sitos pfiblicos proveyesen los hu espedes que recibiesen, los extrangeros, peregrinos, y los caminantes, para todos los cuales tenian casas publicas, que Ilamaban Corpahuasi, que es casa de hospederia, donde les daban de gracia y de valde todo lo necesario. Demas de esto mandaba, la misma ley, que dos 6 tres veces al mes llamason a los necesitados, que arriba nombramos, & los convites y comidas )p iblicas, para que con el regocijo co- man desechason part de su miseria. Otra ley que llamaban casera, contonia dos cosas: la primer quo ningano estuviese ,cioso; por lo cual, como atras digimos, aun los nillos lc cir.co ailos so ocupaban en cosas muy livianas, conform a su edad: los uiegos, cojos y mnudos, si no tenian otras enferme- dades, tambien les hacia,, trabajar en divcrsas cos as. La demas gente, mientras tenia salud, seo o upaban cada uno en su oficio y beneficio, y era entire ellos cosa de much infaiuiail deshonra castigar en public a alguno 1U 90 REVISTA PERUANA. por ocioso. Despues de esto mandaba la misma ley, que los indios comiesen y cenasen con las puertas abiertas, para que los ministros de los jueces pu- diesen entrar mas libremente 4 visitarles. Porque habia ciertos jueces que tenian cargo de visitar los temples, los lugares y edificios piblicos, y las casas particulares: llamAbanse Llactacamayu. Estos por si 6 por sus mi- nistros, visitaban & menudo las casas para ver el cuidado y diligencia que asi el varon como la muger tenia acerca de su casa y familiar, y la obedien- cia, solicitud y ocupacion de los hijos. Colegian y sacaban la diligencia de ellos del ornamento, atavio, limpieza y buen alifio do su casa, de sus alba- jas, vestidos, hasta los vasos y demas casas caseras. Y los que hallaban aliriosos, premiaban con loarlos en piblico, y & los desaliiiados castigaban con azotes en brazos y piernas, 6 con otras penas que la ley mandaba. De cuya causa habia tanta abundancia de las cosas necesarias para la vida humana, que casi se daban de valde, y ann !as que hey tanto estiman.) El cumplimiento de las obligaciones se procuraba asegurar con el ri- gor de los castigos: castigAbanse con la muerte la rebellion, la traicion, la blasfemia contra el sol 6 contra el Inca, el robo de sus bieines, la desobe- diencia contumaz & las autoridades, las graves mentiras ante los tribu- nales, el incendio de un puente, la muerte de las aves huanieras y la ida & las islas en tiempo de cria, el homicidio no siendo en pendencia 6 infraganti de la esposa adiltera por su c6nyuge, el aborto provocado, la profanacion de la casa de las escogidas, la violation 6 el adulterio con muger noble, el adulterio de cualquier muger, la fuga reiterada del mitimac y las extor- clones del soldado al pasar por pueblos pacificos. La pena de los rebeldes se extendia A provincial enters, y la de los traidores solia trascender a sus tiernos hijos; el violador de una escogida era ahorcado y ella enterra- da viva, 6 sufrian ambos otro suplicio cruel; el homicidio agravado con el robo traia consigo la pena capital, precedida del torm nto: e1 practicado con veneno 6 pretendidos hechizos envolvia en el castigo del delincuente A sus pr6ximos parientes, A los que se suponia c6mplices del crimen; la muger, que mataba a su esposo, era colgada de los pi6s. El quitar los lin- deros, el entrarse on tierra agena, cl regar su chacra con el agua corres- pondiente & otra, la relajacion de costumbres, el cambio do vestido 6 de residencia no sien0lo mitimae, las desobediencias no obstinadas, los golpes no graves, las simples injuries de palabra y las mentirns sin circunstan- cias agravantes se castigaban con penas arbitrarias. El raptor de una doncelia, en caso de quejarse el padre, era separado de ella y rccibia gol- pes con piedra en la espalda, a mas de otros castigos discrecionales; las mugeres pdblicas, infamadas con el nombre de pamparunas (mugeres de la plaza 6 del campo), tenian que vivir fuera de las poblaciones, sin rozar- ce con las honradas. El padre castigaba privada 6 p6blicamente al hijo desobediente, y el que faltaba a la autoridad, no siendo contumaz en el desacato, era golpeado con piedra en la espalda, quedaba preso 6 recibia REVISTA PERUANA. 91 otro castigo discrecional. Perdian su cargo ademas del empleado negligen- te, el magistrado prevaricador y el curaca que dejaba de asistir 4 las co- midas p6blicas 6 mataba sin razon 4 uno de sus subditos. Cuando el homicidio se cometia en alguna pendencia, el provocado salia absuelto, y el provocador por lo m6nos iba confinado 4 los yungas, que para los ser- ranos solia ser una muerte lenta. Cualquiera quo robaba algo de comer aguijoneado por el hambre, la primera vez pagaba 4 lo mas con una sim- ple reprension; mas se exponia 4 ser golpeado en la espalda en case de reincidencia; el perozoso 4 mas de ser afrentado Ilamandole por repetidas veces misquitullu (huesos dulces) sufria golpes de piedra 6 latigazos. No se consideraban reos de adulterio, sine de libertinage, los que faltaban 4 la castidad con las concubinas; porlo tanto solo incurrian en la pena capi- tal los hombres y mugeres que violaban los derechos conyugales, tratin- dose de huarmimamas, 6 esposas unicas, que el matrimonio conforme & la ley declaraba legitimas. Hubo diversas formas de aplicar el ultimo suplicio, siendo las mas no- tables el echar 4 las fieras 6 enterrar vivo al delincuente, apedrearlo, preci- pitarlo, decapitarlo 6 estrangularlo. Respecto a las carceles nos dice Bal- boa, que Tupac Inca-Yupanqui las establecio de tres classes: las mas terri- bles fueron unos subterrAneos tortuosos, comparable al laberinto de Creta, con el suelo erizado de agudos guijarros, sobre el que se arras- traban ponzofiosos reptiles, y por donde vagaban hambrientas fieras; el traidor que era arrojado en aquella espantosa caverna, no tardaba en ser destrozado por los tigres, leones i osos, 6 en recibir venenosas heridas; el segundo g6nero de prisiones establecidas cerca de la montaila servia de reclusion perpetual 4 los reos de maleficio, hechicerias, falsas profecias y delitos sacerdotales; las ultimas carceles eran simples lugares de detencion. Si en el sistema penal de los Incas no habia el refinamiento cruel de su- plicios, de que raras veces se ha libertado la may or parte de las naciones aun despues de haber salido de la barbarie; no deja de former un lamen- table contrast con la benignidad dominant en su gobierno y con la in- dole suave de sus s6bditos la aplicacion de la pena capital con prodigali- dad verdaderamente draconiana. La causa de esta anomalia era segun cier- tos historiadores el caracter teocrAtico de las instituciones: segun Garci- laso, si aun los delitos livianos se castigaban con la muerte, era porque decian, que seihabia quebrantado el mandamiento 6 la palabra del Inca, a quien respetaban como Dios; abundando en las mismas ideas, dice Pres- cott: d1as leyes emanaban del soberano, y ese soberano tenia una mission divina y era de naturaleza divina; violar la ley no era tan solo insultar la magestad del trono, sine cometer un sacrilegio; asi considerado el menor delito merecia la pena d mnuerte, y el mas grave no podia incurrir en pena mayor., S6anos permitido separarnos de un parecor, que ciertamente es muy autorizado, pero que dstA en contradiccion abierta con el c6digo penal 92 REVISTA PERUANA. de los Incas, en el que hay diversidad de penas segun la gravedad verda- dera 6 supuesta de los delitos, y si hubiera dominado la consideration se- fialada por Garcilaso, Robertson, Prescott y sus copi stas, para todas las faltas solo habria existido la indivisible pena de muerte. La severidad le- gal, si en parte se debi6 al espiritu teocritico, de suyo propenso & exage- rar la criminalidad, naci6 principalmente de dos causes: el gobierno de los Incas tan reglamentario 6 mas, que el monasterio mas rigido y el ejdrcito mas sujeto, Ilevaba consigo la necesidad de una discipline muy dura, sin la cual las ordenanzas estrictas son una letra muer ta; al mismo tiempo las instituciones imperiales estaban profundamente p enetradas del socialismo, cuyas inspiraciones mueven a sacrificar los individuos tomados por simples fracciones & la comunidad, que es el todo. Por ]o demas, cualquiera que haya sido el m6vil de esa penalidad draconiana, junto con los actos de inhumanidad, a que arrastraba, traia por consecuencia tan fatal como du- rsdera una profunda perversion de las ideas morales, no inspirando el amor vivificante del deber, sine el horror al cas tigo, y como resultado de esta influencia, dando apariencias de verdad a la perniciosa maxima de que el indio solo es llevado por mal, La expedita administration, aunque por lo comun ofrecia inapreciables ventajas, no dej6 de agravar, a veces, con grandes desaciertoc 6 iniquida- des, la influencia desmoralizadora del excesivo rigor en las penas. Aunque se haya hablado de tribunales, come de una institution separada, este aserto no hall apoyo en la historic y se encuentra en oposicion con la na- turaleza del gobierno imperial: era harto desp6tico p'ra quo diese lugar A la division de poderes, que caracteriza al regimen liberal; el Inca, que los reunia todos en sumo grado, los comunicaba A las autoridades subal- ternas segun la extension de sus jurisdicciones, siendo el juez natural de sus subordinados el jefede cada division; las faltas leaves cran juzgadas por los cuidadores subalternos, y las graves per el curaca 6 las autoridades provinciales; el iltimo suplicio fuera de campaiia solo podia ser aplicado por el Tucuiricuc 6 por cl soberano. Las pocas causes civiles, que ocur- rian, se terminaban, una vez oidos los alegatos de las parties; en las cau- sas criminals se principiaba por oir al reo y A los testigos; estando las declaraciones conformes, se decidia de acuerdo con la ley. y si el acusado negaba, so pedian informes acerca do su conduct al curaca, absolvidndo- le, si 6ste informaba favorablemente, y someti6ndole al torment en cl ca- so contrario; confesandose culpable ol atormentado, sufria el castigo legal, y cuando persistia en declararse inocento, se le ponia on libertad, poro de- jAndole bajo la amenaza del dltimo suplicio per el primer delito grave, que cometiera. Per regla general la causa debia quedar resuelta en el termino de cinco dias. El temor, quo inspiraba ia severidad del Inca contra los ma- gistrados prevaricadores, la necesidad de informer mensualmelite A las au- toridades superiores, y el riesgo de que la prevaricacion fuera descubierta |
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