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o.T v. -. . I. :- iw+. lw "_t t. + f" "-~~r + + -" ,' .. -4 -r . -.:. ocomotora - 1909. ri . p: -"4 22 A~- 1 I ;,. r-1 1 L I- 'I I &i n' 1-, -,t n -.' 1 ia l-'rrea Ecl-I A t l;I I i -t i --ir ""''*~1.;'; -I ~*iL.~r a. L. .,-. febrero I~ C r~ ~4r $E f 'I ~C .-- L- FF- " ~ *" **.**- I La 0ejawmotjra 2evista be Politica, Ciencias, Citeratura gy ellas artes. .Director y Redactor: Vicente Chinchilla. Admuilstrador: J. Alejandro Pacheco H.-2a Avenida Sur, Nimero 3. TOMO VI. GUATEMALA, 22 DE FEBRERO DE 1909. NUM. .83.. 4 4* padina Sbitoriat Su Majestad Alfonso XIII, joven y prestigioso Rey de la gloriosa Espa-fa, ha'tenido i bien con- ceder a nuestro Benernrito Gobernante, Senor Licenciado Don Manuel Estrada-Cabrera,.la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Catolica. Esta condecoraci6n es de elevadisimo aprecio no s61o por ser una de las ilustres de Europa sino porque fu6 creada con el exclusive objeto de premier con ella los m6ritos supremos y los hechos her6icos. La manifestaci6n del hidalgo Monarca Espafol prueba con elocuencia que las relaciones entire Guatemala y nuestra Madre Patria se mantienen sobre el pie firme de .la cordialidad y la simpatia y que las dotes de poderosa intelectualidad y los sentimientos humanitarios del Seior Presidenre Estrada Cabrera son j.ustamente reconocidos v estimados, pese A los que por medios reprobados se esfuerzan, en vano,,.en desvirtuar su beneficiosa obra de la civilizaci6n y progress. El pueblo de Guatemala agradece altamente la distincidn honrosa de que ha sido objeto su digno Gobernante y por ella se complace en presentar a este sus respetuosas y sinceras felicitaciones. * El 21 del corriente fu. dcelebrado en los Estados Unidos del Norte-el-primer aniversario del naci- miento del ex-Presidente Abraham Lincoln. La ceremonia fu6 imponente, hubo meetings por todas parties y en 561 escuelas priblicas se dieron confe- rencias simultineamente. En Kentucky coloc6se la primera piedra del edificio que rodearA la caba- fa done naci6 Lincoln, en cuyo acto el Presidente Roosevelt hizo el panegirico del redentor de los esclavos, en presencia de millares de personas que aplaudieron al orador con much entusiasmo. La cabafa. estaba adornada con flores, 6 hicieron los honors los nifios de la escuela de Kentucky, el Gobernador, con.tropas y.bandas.de miosica, varias delegaciones, los comites lincolnnianos y gran nimero de ciudadanos prominentes. Despu6s de Roosevelt, hablaron el Gobernador General Grant XWilson y el Ministro de la Guerra Wright. En nuestra pr6xima edici6n publicaremos el retrato de aquel gran hombre y una relaci6n de s.u muerte. * Las letras francesas han sufrido rudo golpe con el fallecimiento del eminente escritor Catulle Mendes, acaecido el 9 del mes en curso. Junto con el retrato ofrecemos a nuestros lec- tores ocuparnos en breve de tan altisima persona- lidad literaria. El premio discernido en el present aio por la "Academia Goncourt," segCin la voluntad de su fundador, "*i la Juventud, A la originalidad del talent, A las tentativas nuevas y atrevidas del pens.miento y de la forma," ha sido adjudicado a Francisco de liomandre, por su novel Ecrit sur l'eau. El autor es meridional, de Marsella, v no cuenta aun veintisiete ahos de edad. La bella obra que le ha valido 6 Mliomandre el lauro verde y el oro rubio, fama parisiense.y 5000 francos, tuvo que ser editada en el terrufio, por no haber un Lemarre capitolino que se atreviera con aquella firm sin aureola. El premio Nobel en literature fu6 adjudicado al professor Rudolf Eucken. * Nos ha visitado el numero 4 del tomo cuarto de la interesante Revista mensual ilustrada, de Buiffalo, N. Y. E. U. A., "La Hacienda." Corres- ponde al mes de enero tiltimo y su parte grifica, sobre ser excelente, es en extreme abundante. Los agricultores, ganaderos, industrials, etc., encon- trarin en las piginas de tan hermosa pu.blicaci6n, lectura que sin duda les sera proyechosa .yaq~e. 7~ O' ,J~ 1 + La Locomotora 2 entire ella se cuenta el pri-mer articulo que trata sobre Implementos de Agricultura, y el tercero sobre I1 cultivo del caucho por Pehr Olssen-Seffer y otros escritos sobre ganaderia en el tr6pico, el azticar de remolacha y la irrigacidn. Recomendamos la lecture de "La Hacienda" y agradecemos el canje de publicaciun de tanto valor v utilidad. * El 17 del corriente el Excelentisimo Sehor Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario dle Alemania y la Seinora Condesa de Schwerin, dieron una esplendida comiida .i la cual asistieron listinguidas personalidades diplonmaticas. Horas muvL agradables se pasaron en compafiia de lo. distinguidos anfitriones y se gozu indeciblemente con la sugestiva conversaciLn de la Seiora Condesa __ __ ______________*-------s.'s S'g* -w" de Schwrin que-pone de manifiesto en sus acciones y en sus palabras la espirituliadad de sus nobles sentifnientos y la alta potencialidad de sui cerebro. El primero de marzo se inaugurara solemne- mente la Asamblea Nacional Legislativa para celebrar sus sesiones ordinarias del present aio constitutional. Hoy tuvo efecto ia primer sesidn preparatoria de aquel Alto Cuerpo. * Hov es aniversario del nacimiento del Liber- tador Jorge Washington, y con tal motivo el Minis- tro de Relaciones Exteriores v el Subsecretario hicieron una visita de cortesia al Excele'ntisimo Sr. Don Guillermo Heimke, Representante Americano, a quien tambi6n nosotros enviamos nuestra cum- plida felicitacion. . .wma. s;v---- tistoria trdgica- + BARTOLOIHo Juan Salviati, marquis deSpoletoy duquede Vintimile, cuya familiar provey6 de varios dus a Venecia y de gobernadores A Florencia, contaba ya cincuenta afios y hacia quince que era viudo de Maria Lucrecia Belleverani, de los Belleverani de Napoles, aliados de las families ducales de M1dena y de Parma, como asimismo de la casa de los Medicis, cuando se despos6 en segundas nupcias con Simona Foscari, bermosa nifia de veinte afios apenas, eu todo el es- plerndor de una juventud deslumbrante. Simona, florentina de raza y por instinto, de la sangre de los antiguos Foscari, fatales i su patria, los Foscari de las asonadas, de las conspiraciones, de los idilios tragicos y la traicidn, progeme de criminals y voluptuosos, los tgmbres, hermosos como mujeres y las mujeres, bellas como arcang'e- les, no desmentia, por cierto, un proverbio popular en Italia, sobre la insolente belleza de los hombres y mujeres de su ca- sa: "'LosFo.cari son tan hermosos que tentarian a Dios," blas- femabase entonces y se blasfema todavia, en la lUanura lom- barda. Una figure anonima de un discipulo de Leonardo y que bien pudiera ser la Foscari de esta historia, toda vez que en los catagolos se la intitula retrato de la "Marquesa de Spole- to," ha transmitido hasta nosotros su peligrosa hermosura. Relegada en una pequeia sala obscura del Museo, solamen- te el azar 6 el intent premeditado de hacerlo, pueden descubrirnosla preciosa tela; pero quien quiera que haya contemplado en una ocasi6n sola esa cabecita rubia, no la olvida jamAs. Segdn la curvatura que va desde el fondo a 'lanuca, es una cabeza chica, voluntariosa, obstinada, que seria malevola sin la languidez de los ojos, defendidos por pirpados de demasiado peso; dos largos ojos sombrios cu- yas pupilas, extrafiamente alejadas bajo los arcos super- ciliares, tienen rojizos resplandores de terciopelo abrasado. La boca es sinuosa, de labios como cincelados; la nariz recta y corta, dealetas dilatadas; los semiplanos del rostrodefinidos y fijos comoesculpidos en piedra; mascara imperiosa dejoven aventurera y princess, cabeza, en fin, de juventud y ardor pavoroso en su intensidad. El peinado esta hecho de maci- zos blucles entrelazados con perlas y piedras verdes, forman- do, segrin la usanza toscana, un casco sobre la frente; el cue- Ilo es femenil, viperino casi por logricil y por lo largo, y surge como un tallo de un cuerpo de vestidos ampliamente escotado, de un damascoazafranado que se adapta admira- blemente al tono herrumbrado de la cabellera y los ojos. La carnadura mate, que bajo la influencia de la luz adquiere transparencias verdosas,evoca a un tiempo mismo la blandu- ra de la cera y la dureza del metal. Simona, casada en virtud de su real belleza y juventud triunfante, trajo A la ruda y pequefia corte de Vintimille, las refinadas elegancias, las costumbres c6modas y las suntuo- sidades de las princess florentinas. Era en una pequefa ciudad de la frontera, mas acostum- brada basta entonces A la soldadesca de la guarnicidn que A la retabila de los poetas juglares y los misicos, todo un se- quito tie artists iluminadores de misales, modeladores en cera y recitadores de sonetos y baladas, que pululaban entonces en Lombardia y Toscana, A sueldo de los ricos y poderosos, y que se lanzaban ahora en pos de la duquesa, esclavos de su fortune, encantados los unos de su hermosura y los demas de su generosidad. La vieja fortaleza se pobl6 con el ruido de las voces y las risas, roces de sedas e instruments murmuradores, cuando antes s6lo se oia el crujido de los vasos y el golpe de las alabardas, y, en las veladas de armas, el choque de los dados y los cubiletes. Durante todoel dia y particularmente desde las primeras boras de la :noche hasta las tltimas del alba, sucedioronse en adelante los pizicatos de los mandolines, el estertor sollozante de las guitarras y los versos de los poetas, tan pronto bien acentuados como balbucidos en extasis por voices acariciadoras, desfallecientes de amor. Asi se convir- tieron en salones galantes, las-viejas salas bajas, reservadas hasta entonces para los soldados de la guardia. Las paredes, antes desnudas, fueron adornadas con frescos. La joven La Locomoto*ta - duquesa bizo venir pintores de Fiesole y escultores de la Romafia, y su imagen, lo mismo bajo la figure de una ninfa que bajo la de una santa canonizada, embelleci6 los corredo- res y patios del palacio. Andres Salviati, hijo del duque y de Maria Lucrecia Belleverani, abandon despechado el hogar paterno. Era un adolescent de aspect miserable, ruin y magro, y de caracter taciturno, heredado de su madre. Tenfa bellos ojos de color verde obscure, que constitufan el tnico encanto de su rostro de aborto. Eran estos ojos los que la altanera y plicida Simona encontr6 en Vintimille el dia mismo de su arribo. La florentina y el hijo de la napolitana cruzaron sus miradas como dos aceros; pero del choque no brot6 chispa alguna. Political como todos los de su raza, la duquesita se esforz6 en atraer 4 su causa al hijo de la extranjera. Hizose maternal, zalamera y hasta esboz6 algo ast como una vaga promesa, sin couseguir, a pesar de todo, veneer la hostilidad creciente del mancebo. Cans6se al fin de sostener una lucba indtil, y desdefando esta conquista esquiva, regres6 de nuevo A sus placeres. En medio de una corte de m6sicos, pintores y poetas, constituy6 el imperio absolute, dulcemente desp6tico, de una reina de amor. El duque, enamorado, la dejaba hacer. Sordo a todas las observaciones, ciego de pasi6n, respondia . la maledicencia con estas solas palabras: "Es una Fosca- ri." Verdad es que todos aquellos hermosos j6venes, florentinos como ella, eran mas bien que series de su raza, animals familiares, juguetes y bufones. Su orgullo la defen- dia de si misma, y, por otra parte, sus caprichos sesucedian sin interrupcidn, de tal modo, que el favorite de la vispera estaba boy. invarialblemente, en desgracia. Cuando uno de ellos dejaba de agradarla, le alejaba 6 le casaba con alguna de sus criadas. Guillermo de Borre, trovador provenzal sedu- cido por el esplendor de Vintimille, donde durante dos meses se vi6 colmado de boncres, debi6 buir a favor de lassombras de la noche y ganar la frontera A marchas forzadas, para no casarse con una vieja piamontesa empleada en las cocinas, que un capricho de la duquesa le impuso de repente. El viejo duque, subyugado cada vez mis por su joven esposa, vivia, entretanto, confinado en la parte antigua del castillo, en la compaifa de astr6logos y alquimistas, amigos de la duquesa, entregados a ella en cuerpo y alma, y que, segdn el rumor pdblico, extraviaban la raz6n del noble senior en peligrosos experiments de las ciencias malditas. Hacian bien, sin embargo, en distraer la atenci6n de Bartolome, ocul- tindole el comportamiento de la Perra Galga, como llamaban en Vintimille A la final y flexible hija de los Foscari, rodeada de su jauria de dogos florentinos y de galgos toscanos. El escindalo era ya ptblico; franqueando las fronteras, hacia entonces la alegria de Italia V de Provenza. Entre una multitud de favoritos-menuda morralla de la quedaba cuen- ta semanalmente el lazo de los estranguladores 6 el veneno de los alquimistas agregados al palacio-babia tres italianos unidos por el interns com in de su conservaci6n y su credit, que se repartian el favor ducal: Beppo Nardi, poeta formado en la corte de Avignon y compositor de sonetos de la escuela de Petrarca, esbelto y fino caballero de un perfil de camafeo, rostro grave y energico encapuchado siempre de terciopelo escarlata, y cuya musa festejaba todas las mafanas la. juven- tud gloriosa deSimona; Angel Barda, musico mandolinista, com positor A ratos perdidosdelinguidascanciones,napolitano de origen, moreno aceitunado con ojos blancos azulados, de ardientes labios secos, violaceos como ciruelas, y Pedro D'Arlani, pintor y escultor A la manera de Miguel Angel, tipo soberblo, musculoso como un atleta, de negros cabellos espesos y encrespados sobre una pequefa cabeza de Antinoo. Aires de guitarra, poemas, sonetos y bustos de pintada" cera, formaban la atm6sfera de voluptuosidad intellectual y de languidez dichosa de la corte, en las riberas del mar azul, reverberante y undoso, entire los laureles, rosas y palme- ras dela playa y ante la solemn y vaporosa decoracidn del valle. Y Bartolom6 Salviati lo permitia todo. Los alquimistas acaparaban al duque y de esta hermosa inteligencia, de esta voluntad segura y ripida, de este caricter decidido y audazde viejo capitan, terror en otro tiempo de los enemigos de Italia,. s6!o quedaba un anciano encerrado en el mas peligroso de los circulos. Asi lo habia querido la duquesa; diez afios le abian bas- tado para aprisionar el Aguila y convertirla en un viejo bubo de laboratorio. Salviati no dejaba ya los hornillos y retoi-tas en medio de los cuales la bella Foscari lo habia confinado, y cuando por casualidad salia fuera de la parte alta del palacio donde se bhabia refugiado, era para asistir, A ruegos de sin esposa, A alguna fiesta, comedia 6 baile organizado pr ella, consangrando asi con su venerable presencia el lujoy la licencia instalados en su corte. Y seguros de su impunidad, los favorites se alentaron y la audacia de la duquesa se atrevi6 a cosas mayors todavia. Perdiendo toda prudencia, aconsejada quin sabe por que genio maletico, la a venturera resolvi6 aparecer personalme-' te en las tablas, delante de la corte y al lado de tres amigos, que tendrian un papel cerca de ella, en una comedia 6 bailey de circunstancias, donde cada uno confirmaria su talent. Tratibase, como se ve, de una valentonada de mujer ebriade fuerza, desposeida de orgullo, vibrant de pasi6n; con todo, se resolvi6 Ilevar a cabo el proyecto, dandose co- mienzo a los preparativos con la anticipaci6n necesaria. La duquesa de Vintimille encomend6 el libretto 1 Nardi, la miisica a Barday las decoracioneq A Pedro, imponiendo A todos el asunto y dirigiendo en persona los trabajos. Y cuando Nardi y Barda le presentaron, terminada al fin, la "Mluerte de San Juan Bautista," que ella les babia confiado, Simona ball que la obra era maestra, porque A traves de los concep- tos de poesia de asonancias y preciosidades, reconoci6 la idea que les habia sugerido, sin que las insipidas melodies del napolitano alteraran gran cosa el bello horror del drama es- cogido por su alma tragica. La muerte de San Juan Bautista, la degollaci6n del Precursor, la leyenda de sangre que obse- dia entonces A todo el Renacimiento italiano, Herodes y Salome, los dos terrible personajes que ban tratado todos los pintores de aquella 6poca y cuyos cuadros nos ban legado -el tipode la Salome que nos es hoy familiar, la habia atraido en primer termino. Y ella, princess de Florencia, marquesa de Spoleto y duquesa de Vintimille, era la doncella que le placia evocar, encarnar, vivir durante una tarde delante de to-do un pueblo. La duquesa habfa dividido el drama en dos cuadros: el encuentro de Salome con el Precursor en los corredores del palacio; el santo preso entire dos guardian; la princess, talvez menos apiadada que curiosa, ofreciendole primero de beber y tendiendole luego una flor; el desden del santo; la insisten-. cia de Salome y el furor profetico y el anatema del asceta, pidiendo el fuego del cielo para la tentadora. En el segundo cuadro se veia A Herodes en su trono, en medio de los dignatarios de su core, la entrada de Salome y el siniestro convenio discutido entire la princess y .1 rey; despues, una vez efectuada la fatfdica danza, Herodes mantenia su promesa y el verdugo trafa la cabeza de San Juan. La Foscari distribuy6 los papeles: Beppo Nardi, el poeta, ocuparia A su lado, el sitial de Herodes: Angel de NApoles, con su ardiente cabeza demacrada, seria el Precursor; su flacura y sus ojos brillantes le indicaban como i prop6sito para encarnar al hurafio devorador de langostas. En cuan- to A Pedro D'Arlani, su gigantesca talla y enorme muscula- ~YY-UU;I-r;;r;ULI*;ru+;, -Y -- la tLodomotora 4 tuia-le'selafaban el papel de verdugo; permanecerfa inm6- vil, cimitarra en mano, detras del santo arrodillado durante toda la danza; laego, tomando al profeta por la espalda le arrastraria fuera de la escena, para volver al cabo de un moment con su cabeza en un plato. Con una alegria infantil y la ciencia de detalles que las mujeres aplican en estoa casos, la duquesa se ocupaba tam- bide-de-los trajes y la decoraci6n de la sala, buscando para ello telas de Oriente y terciopelos preciosos. Se dirigieron pedidos a Venecia y se enviaron mercaderes judios a Genova para que eligieran alif tapices de Damasco y sederias de Tiro. Hicieronse venir tambien, a precio de oro, bailarinas de Bergamo que regularian los tiempos del baile de Salom4 y ensefiarian a la duquesa todos los recursos de la danza, para que aparaciera en las tablas como una almea de los paises berberisos. La orquesta del palacio fu6 reforzada con quin- ce mdsicos y las viejas tapicerfas de la familiar Salviati, repre- sentando la vida de la Virgen, fueron sacadas de sus cofres de madera de alcanfor, donde se las guardaba por ser tenidas en un precio inestimable, sin usarlas mas que en las grande fiestas, en ocasi6n de los casamientos de los duques y los bautismos de los niios varones. Convirti6 el patio del castillo en sala de espectaculos, y, talando los antemuros de la fortaleza, hizo demoler vrinte metros de murallas de las que daban al mar. Lns picos y los azadones hicieron presa en las piedras de granite colocadas por Humberto el Fuerte, formandose asi una bahia luminosa y aziil, a diez metros de altura, sobre el infinite del golfo, a trave6s del muro. Simona habia elegido precikamente para el fastuoso es- candalo. el aniversario de sus bodas. Lleg6o e-te por fin y la maravillosa tapiceria de los Salviati fuc extendida en los estrados del patio, A la sombra de lo- torreonos y atalayas. Un dosel de brocato con los colors del ducado se erguia al frentede la escena, en el medio mismo las hilera- de asi en tos, reservado para el viejo Bartolom6 y su sequito de sa- bios. El espectaculo estaba anunciado para las tres de la tarde y cuando lleg6 la hora, la multitude, amontonada en las gradas, daba visible muestras de impaciencia ante la ausen- cia del duque. Despues de una espera de tres cuartos de hora, la orquesta entabl6 un concerto de flautas y v'iolines, y los tapices que ocultaban la bahia se descorrieron. El duque hacia-saber i la duquesa que no debia esperarlo por el mo- mento y que podia comenzar la fiesta sin l6; babiendo sido victim de una indisposicidu pasajera al abandonar sus babitaciones, pediales die- minutes para reponerse, en la seguridad de que antes de un cuarto de bora, vendria . presenciar la danza de Salome, en la cual deseaba ardiente- mente admirar y aplaudir a la duquesa. Y el especticulo comenz6, en una atm6sfera de vaga a9gustia, porque, verdaderamente, no se habia sospechado que la audacia de la hermosa Simona llegara nunca tan lejos. La figure ondulante y fina de la duquesa, convertida en princess de Judea, se destacaba sobre la escena envuelta en pesadas telas asiiticas, frente a un antiguo tapiz flamenco, que simulaba los frescos de un corredor. Una despues de otra, tendia A SanJuan-Barda-una rosa, luego una copa, despues los' brazos. Bartolome no aparecia. El primer cuadro habia terminado y se comentaban en laisala las novedades que reservaba el segundo. La princi- pal era una espantosa cabeza de Barda, modelada en cera ptor D'Arlani y que 5 la lividez de la muerte sumaba el ho- rror de la sangre del suplicio, que le bafiaba el rostro. Descorri6se nuevamente el tel6n, y, sobre el azul del cielo y del goifo, que llenaba de claridad el patio del castillo, se-destac6 Nardi- Herodes,-rodeado de dignatarios y escla- vos, vencido por el peso de la pdrpura y la mitra. Pr6ximo i',l estaba el escultor D'Arlani dominando a todos con la estaura; soberbio en laostentaci6n de sus muisculos y el torso cefido por ina estola blanci. Y entire' los. pizicatos. de' ios mandolines y un ritmo ligero y saltarin como un tintineo de campanillas, mfisica extrafia, por cierto, la que se unian de vez en cuando voces debiles de flautas y linguidas invoca- ciones de guzla, apareci6 Simona, fina como una aguja,enfun- dada en un medio traje de seda verde, mordorada y relucien- te como la piel de una culebra. interrumpida aquf y alli con grande rosetones de azabache. Avanzaba radiosa y como embebida en su atavio, pilida bajo los'afeites, agrandados los ojos por el Kohl y estrechada la frente por el peinado de tiara, como un firmamento constelado de estrellas. Pesados arambeles temblaban sobre su frente y suspendido al extre- mo de una hilera de perlas, descansaba un 6palo en su seno. Bailaba, y en sus grande ojos fijos y en la sonrisa de sus labios, apareci6 de pronto, una sombra de espanto. El duque acaba de tomarasiento en su trono, y, cerca de 61, de pie y en actitud respetuosa, pero ton los s joslenos de amena- zas, estaba Andres Salviati, el proscripto, el exilado, el bijo caido en desgracia, el enemigo de Simona, que habia regre- sado. Era 1 quien miraba la duquesa, sin ocuparse casi de Herodes, de San Juan arrodillado detras de ella, ni del verdugo en pie junto a su victim. Con la mirada fija como la de un alucinado, Simona bailaba: pero cuando la danza termin6 y ella se volvi6 bacia Herodes para pedirle la cabeza del blastemador, un grito horrible brot6 de todos los pechos. La duquesa, con la boca enormemente abierta, no pudo hallar un solo sonido en su garganta apretada. El duque acababa de levantarse apoyAndose con una mano en la espalda de su hijo, mientras que con la otra hacia un signo, ante el cual cayeron i los pies de Simona trees cabe- zas cortadas. Verdugos situados entire los figurantes habian ejecutado estrictamente la orden. Un triple golpe de hacha habia decapitado a San Juan, a Herodes y al verdugo; un mismo castigo babia caido sobre Nardi, D'Arlani y Barda. -Han pagado-fueron las dnicas palabras del duque al retirarse. A la tarde de ese mismo dia, una mujer volvfa en si en medio de las tinieblas vacilantes de una celda iluminada con cirios, como una capillaardiente, y cuya puerta y ventana habian sido tapiadas, porque la condenada no debia salir jams. A sus pies yacian en un plato tres cabezas ensan- grentadas, j6venes, lividas, de pupilas convulsas y cabellos erizados todavia de horror. La mujer, cintilante adn de jo- yas y de sedas, retrocedi6 instintivamente, y al hacerlo se desliz6 de sus ropas un pergamino sellado con las armas de los Salviati. Simona lo recogi6 del suelo, y, desdob!lndolo ley6 este adi6s de un anciano: "Vos que los amasteis vivos, amadlos muertos, seiora. Os ha placido vivir con ellos y por ellos y os seri dulce morir tambien con ellos, que murieron pr. vos." Y dando vuelta la boja, la duquesa hall6 estas lines consoladoras: "Pero yo tambien os he amado, Simona; lo recuerdo y tengo piedad: sus labios estan envenenados. ...." Juan LorPain. LA ORIGINALIDAD Acisanme de que tomne Byron por model. .Pues no saben que Byron imitaba a Pulcy? Si leen a los italianos, ve- ran como los desvalij6. Nada pertenece i nadie, todo perte- nece a todos; y es precise ser ignorante como un maestro de escuela para forjarse la'ilusi6n de que decimos una sola pala- bra qne nadie haya dicho. Hasta el plantar coles es imitar a alguien. Altredo de Mzwge . -A "- TT - _ ____I_ S. .. t rt ' \'.-. Fr r.1 JORGE WASHINGTON i-i I I i i > .4' N t La Locomotora if La Mujer Danzando. Danza, mujer, porque las aguas corren y las flores derraman perfumes de placer, y las estrellas se deshacen en ligrimas. Danza, saliendo de la muerte oscura que prime tus espaldas, v las dos flores blancas de tus mano. en la noche levanta. Ofrdcete al continue movimiento de la vida que pasa; floor eterno A la actitud cambiante que transparent el fuego de las almas! Se ba desprendido mustia de tu frente la primera guirnalda; se ban desprendido mustias de tu espiritu las ideas prestadas. Ti sola reinas en la danza- Ruedan flores blancas de almendro por tu espalda, te envuelve una luz suave y por los ojos se te derrama sobre el mundo el alma. Dijdrase que el universe enter copia el compAs alegre de tu danza; que, oscilando, las flores la imitan, encantadaf. Eduardo Marquina Los delegados salvadorefios la Comisi6n en el lugar de Zacapa de done partir lifnea para Santa Ana. (El Salvad,,ir Mueve la floor dorada de tu cuerpo al compis de la danza; deja empapado en tu perfume el aire y derrocha la luz de tus miradas. Como incensario, tu cabezaondule coronada de llamas, como incensario del amor, oculto bajo las ricas aras. Entregate A las danzas! A mis ojos brillas transfigurada bajo la lluvia musical, que. Ilena de un chorrear de fuente tus entrafias. Te haces sagrada, hundiendote en las olas de la mdsica vaga; todo tu cuerpo, abrinadose, descubre el interior misterio que lo embargo. Mujer danzando, enamorada viva, tus bombros se adelgazan; como corriente de agua por la noche tus pupilas se agrandan. Eres como un milagro que se inicia bajo el cambiante velo de las danzas; como suave nendfar que se mueve con movimiento oculto sobre el agua. ENTIRE DOS LUCES Traspone el sol la aguda cresteria, y al esconder su refulgente disco del monte escueto sobre el agrio disco su claro pabell6n recoge el dia. Se apresura la noche.----. Entre la umbria la roja lamarada del aprisco destella como un filgido asterisco; y se ennegrece mis la serranfa. Ensancha el viento su pulm6n ....-- Murmura el rio, su sonata de cristales que en el revuelto pedregal se quiebra, yen el sopor que invade la llanura, cabecean los negros verbazales donde pasa silbandola culebra. Maa uel Barrero Arguellea. -,~.. -4; -~- F %, . t'a locomotora 0 .as trees [dgrintas Puede que esto sea un suefio. Suele uno sofiar cosas tan raras v con tal fondo de verdad! Acaso sea el espen- diente de que se vali6 algdn ser querido en los dias de mi infancia para entretener mis desvelos. Sea lo uno 6 lo otro, be aqui lo que sucedi6: Y fue que e1 Divino Maestro llam6 cierto dfa A Uriel, uno de sus iingeles dilectos, A quien habl6 a'i: Amado bijo, esta ya proximo el dia de la solemne festi- vidad con que el universe entero celebra el natalicio de mi augusta Madre, y es mi deseo darla en ese clisico dia una prieba de mi amor intinito. Al efecto tengo ideado un obsequio que sera muy de su agrado, pero hacen falta a mi prop6sito unas joyas; v6 tt i la tierra, donde se que las hay muy hermosas, y traete unas de las mis selectas y adecuadas al galarddn que prepare. Sin decir palabra, y mis rApido que una Angel se hundio en la inmensidad. exhalaci6n, el II El Enviado visit en esta vez todos esos veneros de la tierra donde se crian las piedrezuelas que los hombres llaman preciosas y constituyen el suefo de sus locas aspiraciones; pero como viera que esas joyas no son mis que material, y lo que 1e buscaba era algo digno del Cielo, algo en que se traspa- rentara el alma bumana en sus rasgos mas sublimes, dedi- c6se hacer un studio psicol6gico, fundado en las manifes- taciones externas del sentimiento. Hizo al efecto un detenido analisii. de las sonrisas en todos sus grades y simulaciones; de los suspiros que no dicen nada y de los que revelan inten- sas pasiones y acerbos dolores; de las iniradas indiferentes y de las que acarician como besos 6 bieren como dardos, y... en resume nada de eso hall cristalizable. Sibitamente el Angel se detuvo ante un precioso grupo, formado por un gallardo mancebo y una linda doncella que si ". ~ \l .., .: : . T.t F. kv : .!.. ,.-- ....: ... .- ; ,.' ( r, '. .. .. ,... ,% .... ,,: ; :,. , .. :..,... ,, mt ,, ,-. -. ."- . ... -:.i:.U uwLS, r3- ..- .. :" " Muelle de Puerto Barrio,. Un moment despues-mucho antes quizi, pues que los siglos de la tierra son instantes en el Cielo- el angel compa- reci6 en la presencia del Maestro Divino y deposit en sus manos, con grande acatamiento, una sutilisima co.icha que contenia en su fondo como hasta doce corpdsculos fulgentes y cristalinos que semejaban gotas'de rocio. Que bermosas son tus joyas,miurmur6 el Maestro, exami- nandolas, atentamente. C6mo las hubiste, Uriel? -Son ligrimas, Senor, ligrimas cristalizados. Un niio rubio y dulce como las virgenes, Iloraba tristemente Ilamando A su madre; acerqueme a consolarlo, y viendo que rodaban por sus mejillas esas gotas diamantinas, las recogi en mi concha despuds de cristalizarlas con una mirada.-Dime, Sefor, son dignas acaso del obsequio que prepares? -OjalA lo fueran, Uriel, ya que son tan hermosas y que proceden de tan limpio venero; pero son frigiles, hijo mio, demasiado frigiles, y lo peor de ellas es que se evaporan ficilmente. No bien dijo esto, las joyas desaparecieron. Era que el nifo de las lagrimas acababa de ser besado por su madre. -Ya lo ves, Uriel, nburmur6 el Maestro, esas joyas se evaporaron al mero contact de un beso. Las mejillas del angel se tifieron de rosa y, no pudiendo resistir la dulce mirada de Jesis, se hundi6 de nuevo en la inmensidad. sigilosamente bablaban de amor en sitio reservado. Y lleg6 en el moment en que el mancebo, postrado de rodillas ante la joven, le dirigia fervientes sdplicas acompafiadas de suspi- ros y ligrimas, El angel, sin hacerse visible, se acerc6 al joven y recogiendo en suconcha como basta una veintena de aquellas gotas-que una vez cristalizadas se tornaron rojas- se remont6 con ellas al Cielo. Qud bellas son ahora tus joyas, dijo el Divino Jestis, tomando la concha de manos de Uriel. tAcaso habras acer- tado en esta vez? Nada, nada! exclam6 examinandolas; a. pesar de su vistosa apariencia son enteramente falsas. De estas se valen frecuentemente los bombres para robar cora- zones incautos, y ni siquiera de un beso necesitan para era- porarse. No bien dijo esto, las joyas desaparecieron. Era que la doncella acababa de decir al mancebo: Si te amo. Yalo ves, Uriel, dijo el Divino .Jesis, tus joyas rojas no resisten ni un simple cuonjuro. Las mejillas del Angel se tiferon de carmin y, no pudien- do resistir la dulce mirada de Jesids, se hundi6 de nuevo en la inmensidad. r ,i* ".'b.. '':' h La Locomotora 7 III Si serAn estas, murmuraba A su regreso, 6 me habre engaflado tambien en esta ocasi6o? Puede que no; son tan grande y tan bellas! Efectivamente eran de un fulgor intensisimo, tons suaves y vagos en que predominaba el violaceo, y primorosos cambiantes. Cualquiera las hubiera torado por girones de iris condensados con lu2 celestial, i no haber dicho el Angel: Senor, son ligrimas de una madre que lloraba las liviandades de un hijo extraviado. -Tienen el merito inapreciable, murpur6 el Maestro Divino, de estar aquilatadas por uno de los mAs nobles senti- mientos humans: el amor maternal; pero ese amor es como el del irbol para sus frutos y el de la flor para su fragancia: adolece de un poquito de egoismo. Por otra parte e-as joyas son demasiado comunes. Son tantos los bijos di-ipados y las madres desgraciadas! El Divino Maestro suspir6. IV Excusado es decir que el angel hubo de atravesar nuevemente las eternas soledades, siendo de notar que en esta occasion venia un si es no es mohino y displicente. Foca cosa sin duda, uu mero parpadeo a losumo en el fulgor peren- ne de su gloria. Y tanto es asi que A su regreso iba cantan- do honsanas por esos cielos con aquel aire de triunfo, como que las joyas de que entonces era portador superaban con much en mIrito ; las anteriores. Ab! exclam6 el Divino Maestro analizandolas; muy eleva- do es el precio A que estas joyas se cotizan en mi Reino, t inapreciables las conquistas que A sus m ritos deben lo, hombres. Con ellas la pecadora de MAlgdalo rescat6 su espi- ritu del poder despdtico de su care tentadora; y sirvieron tambien al Profeta-Rey para tejerse una corona de inmarce- sibles.-Son lIgrimas de arrepentimiento! el mas vaiioso pasaporte para los que emprenden jornada camino de mi Reino. Eso no obstante. Uriel, las joyas que necesito para obse- quiar a mi madre han de ser todavia de mayores quilates. Un amago de protest iba A dibujar.e en los labios del Angel, cuando el Sebior le dijo: vete y no olvides que NMoises y su pueblo vagaron cuarenta aios por el desierto a causa de una sola duda: y sfrvate de gufa en tu nueva odisea esta sen cilia verdad: Alli donde la miseria tiene sus vfctimas escogi_ das y el dolor hinca sus garras inmisericordes, recogeras, los mejores frutos. El Angel se sumergi5 de nuevo en las eternas soledades cantando la gloria del Sefior de los senores. V Sumiso a la voluntad del Divino M.aestro, Uriel se engolf6 en esta vez por los tortuosos senderos del mundo que'conducen al triste yermo de los vencidos y ,los deshere- dados. Visit humildes chozas, donde es devorado con ansia el pan negro de la indigencia y soberbios palacios donde asediadas por el hastio, languidecen atrofiadas las vfctimas de ia sensualidad.Y \i6 estrechas cArceles repletasde heterogi- nea muchedumbre done el vicio altanero contrast con el infortunio arrepentido. Y consagr6con su presencia los hospitals, esas mansiones silenciosas donde las sacerdoti- sas de la Caridad se ofrecec como victims propiciatorias en aras del mas purode los amores. En uno de ellos se detuvo el Angel: lleg6 precisamente en el moment en que pudo ser testigo de una mny interesante escena. Una hermana- que era otro Angel vestido de blanca toca y de sayal muy tosco-puesta de rodillas al frente de humilde lecho, en el cual yacia un decripito anciano, oficiaba con maternal solicitud en la curaci6n de una purulenta llaga que roia las carnes de aquel sdr desventurado. La Hermana operaba silenciosamente: sus artisticas manos, babituadas, poco antes quizi A derrochar melodies en teclados de marfil, se movfan diligentes, sin esquivar sus dedos de rosa A la purulencia de las carnes doloridas. Hubo un moment en que los lastimeros ayes del pacien- te burlaron la abnegaci6n de la heroina, cuyos encendidos labios se contrajeron con un gesto de compasi6n. Pudo entonces ver el Angel-pero s6lo el Angel, pues la nivea toca recataba el sonrosado rostro de la Hermana-que de los ojos, de esta, ojos azules y grandes como las esperanzas de su alma, resbalaban lentamente tocando apenas el terciopelo de sus mejillas, gruesas lagrimas que caian gota a gota sobre la Ilaga del paciente. Dulcemente sorprendido el angel acercd solicito su con- cha y pudo recoger basta tres de esas lAgrimas; las cuales cristalizadas por el fuego de una mirada suya radiaran como tres soles. Y era la una cristalina v luciente, A la manera de un dia- mante faceteado; y la otra verde, de un acendrado verde-es- meralda. y la tercera color de rubi. Y las tressimbolizaban la Fe, la Esper,'n:a y el Anir, virtues que constituyen ]a Cari- dad perfect. Y dijo Jestis al verlas; Apenas :n mi Reino pudiera hallarse un legado mns precioso; -6lo mi madre y yo derra- mamos en la tierra lAgrimas semejantes. Y el dia de la gran festividad la Virgen Madre ostentaba artistic corona ornada por tre- joyas que radiaban como -sales. Jes ~s Londolio Martinez. FLOOR ES BUDISTAS Amo la Naturaleza por sf misma; total e individualmente, en la gracia y cn la fealdad de cada una de la-s formans inu- merables que la Ilenan; y la amo tambien como manifestaci6n tangible de la supreme Unidad, de la Realidad intangible A que cada Religi6n y cada Filosofia dieran un nombre distinto y a que yo presto culto con el nombre de Vida. En resume: adoro la Vida, de la que son iguales manifestaciones una ro- sa y una llaga. Adoro la Vida y, por tanto, lo adoro todo, porque todo es vi\ir, basta el morir. Un cadaver, rigido en su atatd, vive tanto como el Aguila que bate furiosamente las alas. lMi religion esti toda en el Credo de Atanasio, con una pequefa variaci6n, "Creo en la Vida todopoderosa, creadora del cielo y de la tierra." Fadrique M6ndez LA GUERRA Si te ballas dos perros que ladran, que muerden y se desgarran dirAs: "He aquf un par de animals imbeciles" y con unos bastonazos los separas ........ Y si los perros y gatos te dijeran que se baten por la gloria, &no te reirias cordialmente de la estupidez de estas po- bres bestias? Sin embargo, la sola diferencia que hay entire esas bestias y tii es que las primeras s6lose valende losdientes y las ufias, mientras que ti tienes instruments que te sir ven para pro- ducir en los demis beridas por donde la sangre puede correr basta la iltima gota. LA BRUYERE. Jose Maria Chinchilla COBRIST SIS& TABLI C 1 I D 1000. 5' Calle Oriente Numero 1. I rJ I LI l 11 Frente a la Direc- ci6n de Policia. SE CONSTRUYBN: Alambiques para destilar aguardiente, agtuarras, alcohol. etc.-Alambiques de prueba para farnia- cias.-Calderas fabricas Instalacion de par'a baiios, cocinas, jabonerias de jarabes lombas hidraulicas .de cobre hierro, para conducir aoua, chicha, alco- hol, gas, acetileno, etc. Especialidad en aparatos destilatorios y refinadores sistema EROSNER A -- I ca ierias |
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